CAPITULO 48

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Espero que con lo golosas que sois, estéis contentas con todo el azúcar que hay en estos últimos capítulos.

Sophie se removió en la cama, buscando el cobijo de su madre, pero por más que se movía hacia el lado donde, supuestamente, debería estar dormida, no encontraba su cuerpo. Entreabrió los ojos para, así, buscarla pero no la veía. Se levantó deprisa y encendió la luz de la mesita de noche. Su madre no estaba.

-¡Mami! -susurró, asustada. -¿Mami, dónde estás? ¡Mami! -gritó al no tener respuesta.

Salió de la cama corriendo, tropezando al tener los pies enredados en la sábana. Las lágrimas en sus ojos le impedían ver con claridad.

-¡Rick! -exclamó cuando vio a su amigo sentado en el sofá. Pero no le contestó. Corrió hacia él todo lo deprisa que pudo y respiró más tranquila, su madre dormía en los brazos del escritor. -¡Rick! ¡Rick! -susurraba, zarandeando el brazo de Castle para despertarlo.

-Sophie... -dijo Richard cuando abrió los ojos, llevándose una mano hacia estos. La luz le molestaba.

-Me he despertado y estaba sola- gimoteó. -Y... -miró a su madre...

-¿Te has asustado, no? -La niña asintió. Castle rodeó el pequeño cuerpo de su amiga, que estaba de rodillas en el sofá, con uno de sus brazos. Besó su pelo para tranquilizarla. -Mami está bien, pequeña. Solo nos quedamos dormidos aquí. Ven, vamos a la cama -Dijo levantándose con la abogada entre sus brazos.

La acostó con cuidado en la cama, no quería despertarla. Tenía que descansar. Sophie se acostó a su lado y con besó a su madre en la mejilla con tanta delicadeza que enterneció al escritor.

-Mami está bien, Sophie. -Se sentó al lado de su amiga.

La niña movió la cabeza de arriba a abajo afirmando. -Pero mami... -titubeó.

-Mami, ¿qué? -la animó a seguir Castle.

-Mami siempre está triste y llora, como antes, cuando tú te fuiste a dormir. Mami llora porque tú no la quieres -soltó deprisa, agachando la cabeza.

-Sophie, pequeña, -Richard la tomó de la barbilla para que lo mirara -yo sí quiero a mami.

-Pero mami dice que...

Castle negó. -Mami estaba equivocada. Yo la quiero mucho. -Sonrió.

-¿Y se lo dirás a mami para que ya no esté triste? -inquirió más animada.

-Mmm hmm. -Asintió.- Se lo diré a mami muchas, muchas veces para que ya no esté triste. -La niña sonrió, enseñando sus pequeños dientes. Se abrazó al escritor sin dejar de sonreír. -Y ahora, venga, a dormir que es muy tarde. -Tapó a su amiga y tras dejarle un beso en la frente, se levantó. -Te prometo que mami ya no va a estar más triste. -Sophie sonrió y cerró los ojos dispuesta a volverse a dormir, abrazada a su madre.

El escritor rodeó la cama y se acostó en el lado opuesto de Sophie. Pasó uno de sus brazos alrededor de la cintura de Kate y abrazó a las dos Beckett. Quedando su pecho pegado completamente a la espalda de la abogada.

XXX

Se despertó con una agradable sensación. Hacía tiempo que no dormía tan bien y, eso, que solo había dormido unas cuantas horas. Sonrió al abrir los ojos. La cara de Kate estaba tan solo separada, de la de él, escasos centímetros.

Que bonita la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora