Que bonita la vida

CAPÍTULO 43

@CarmenMoyaCalvente como no una vez mas as sido tu y hoy como premio no te voy a decir nada.

N/E: debido a las presiones recibidas he de aclarar un par de puntos. Lo primero es pediros un poco de confianza en como terminara la historia, yo os prometo un cap diario hasta el final (y no quedan muchos) y lo segundo es que no guardéis todavía los pañuelos.

-Mami, ¿dónde está Rick? -le preguntó su hija, preocupada por la tardanza de su amigo. Casi era la hora y no había llegado. Ni había dado ningún tipo de señales.

Kate tragó saliva, angustiada por lo que había pasado la noche anterior. No quería que la conversación, o pelea, repercutiese sobre su hija. Ella no tenía culpa de sus errores y no quería que los pagase.

No había dormido nada esa noche. Las palabras de Rick revoleaban por su cabeza. "Perdónate tú si puedes, yo no puedo". Ella tampoco era capaz de perdonarse haberlo dejado solo cuando todo a su alrededor se desmoronó con la muerte de su madre. Cuando más la necesitaba. Le había fallado.

Tal vez, no debería haber intentado conseguir su perdón. Debería haber pensado en las consecuencias que eso podría traer para con su hija. Ahora, otra vez, parecía haber perdido a su amigo, por su culpa.

-Mami -le dijo para llamar su atención y sacarla de sus pensamientos. -¿Cuándo va a venir Rick? Ya casi empieza -Dijo impaciente, flexionando sus rodillas. Moviéndose de arriba abajo.

Kate se arrodilló en el suelo, para intentar igualar sus estaturas. -Seguro que está a punto de llegar. -Intentó sonreír.

-Pero... ya casi empieza, si no viene... se van a reír de mí, mami. -Los labios de Sophie se curvaron hacia abajo cuando escuchó que por los altavoces, los cuales estaban por todos lados en el patio, pedían que se acercaran padres e hijos a conseguir el número de identificación. Su amigo no había aparecido.

-Sophie, cariño, seguro que llega ahora. Rick siempre ha cumplido sus promesa -le sonrió y colocó su manos en su cadera. Las movió para hacerla sonreír, sintió un pinchado en su mano adolorida pero no le importó.

-Lo siento, lo siento -escucharon una voz aproximarse a ellas. Richard jadeando se acercaba a las Beckett corriendo. -Pasó algo y tuve que ir a una reunión, pero ya estoy aquí.

La niña se abrazó a sus piernas, feliz. -¡Viniste! -exclamó con una gran sonrisa.

-Claro, pequeña, te lo prometí. -La alzó, cargándola en sus brazos para luego besar su mejilla.

-Tenemos que ir ahí -le señaló las mesas donde repartían los números identificativos.

-Pues vamos, entonces. -Le sonrió y caminó hasta donde su amiga le había dicho.

XXX

Un rato más tarde, Rick, con Sophie encima de sus hombros, llegó saltando y gritando hasta donde Kate los esperaba.