Después de alimentar Johann me sentí satisfecho con el trabajo que había culminado de manera exitosa, si, convertirlo había la decisión más inteligente y oportuna que había tomafo en los 38 años de mi existencia. Irina por su parte, me había ayudado con un conjuro a desaparecer los cuerpos de las jóvenes antes asesinadas para nuestro beneficio personal, las había convertido en simple humo el cual en segundos se desvaneció en la habitación, no había rastro de ellas, la habitación de Johann había quedado impecable, ni una sola gota de sangre, las sábanas donde Johann se encontraba minutos antes estaban simplemente perfectas, él ya había cambiado su atuendo para eliminar las pruebas de nuestro crimen, el cuerpo de Johann había sanado completamente después de beber de la servidumbre, ahora su abdomen era perfecto y sano.
Johann me miraba, observaba cada uno de mis movimientos, aún estaba incrédulo, lo cual me remontó en la época de mi conversión, el era el reflejo de lo que en ese entonces fui.
- ¿Te sorprende lo que eres? - pregunté mirando sin interés mis uñas para después mirar sus ojos.
- No señor- negó para después conectar su mirada con la mía, nos miramos a los ojos sintiendo una especie de conexion natural, lo sentía diferente, una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo haciéndome sentir diferente respecto a Johann.
- Entonces... ¿Porqué me miras así? - me acerqué al sofá donde el estaba sentado sin tomar asiento, preferí quedarme de pie.
- Aún no comprendo como somos.... ésto - en realidad parecía más sorprendido de lo que se suponía debía estar, inclusive el se veía a sí mismo con esa incredulidad que empapaban sus ojos, un brillo que irradiaba felicidad se hacía notorio en ellos, se puso de pie para después dirigirse a un enorme espejo que yacía a un costado de la amplia cama, se miró con curiosidad, era la primera vez que se observaba después de morir, veía sus manos, su cuerpo y rostro asombrado y maravillado, sonrió al verse tan sublime, acarició su piel que parecía porcelana y sonrió, segundos después regresó a tomar asiento en el sofá, regresando su mirada a mi.
- Termina de digerir lo que acabo de explicarte, no necesitas saber nada mas que eso- dije con frialdad, momentos antes había tenido una pequeña charla motivacional con Johann, le había explicado a detalle junto a Irina lo que éramos, cada una de sus dudas fue resuelta por ambos, le expliqué la situación de Irina quien llevaba 166 años de vida, lo cual lo asombró, no se si por el hecho de que Irina sea toda una momia viviente con apariencia juvenil o por el hecho de ser una bruja, a lo que Irina sonrió dulcemente y simplemente se retiró para darme unos minutos a solas con él.
- Pero señor- lo interrumpí.
- Al parecer, el regreso del infierno no cambió tu terquedad en absoluto, sólo te volvió más fuerte y poderoso físicamente, aunque por desgracia no te quitó lo estúpido - dije con desdén.
- Jajajajaja- Johann estalló en risas desenfrenadas, negó con su cabeza y me miró sonriente.
- Entonces... ¿Me vas a decir de una vez por todas que demonios sucedió en la Torre de los Graham? - su rostro se tornó pensativo.
- Es cierto, lo había olvidado por completo- Johann tomó su frente intentando recordar.
- ¿Vez a lo que me refiero? el que seas inmortal no te hace menos estúpido que cuando fuiste humano- insistí en su estupidez y sonrió, segundos después conectó su mirada de nuevo en la mía y comenzó a relatar lo sucedido.
- Recuerdo que estaba a la izquierda de Irina, usted, se encontraba abriendo el baile con la señorita Melody Graham, yo bebía vino junto a Irina quien sonreía al verlo bailar, incluso yo sonreí - una estúpida sonrisa se formó en sus labios al recordarlo- entonces me dirigí al baño, oriné a causa del alcohol del vino, reacomodé mi vestimenta, al salir del baño sentí a alguien que me empujó dentro del mismo, cerró la puerta tras de si, pregunté de quien se trataba pensando en que tal vez había sido usted y necesitaba decirme algo, sin embargo nadie respondió, unos labios se estamparon en los míos, unas suaves manos acariciaba mi pecho y me basaban con deseo, estúpidamente me dejé llevar, ahora que lo pienso me vuelvo un hombre fácil con el alcohol poseyendo mi cuerpo- Johann río descaradamente frente a mi, lo miré esperando a que calmara su risa y continuara, al percatarse de mi vista asesina y fastidiado de su risa, carraspeó la garganta, borró aquella sonrisa de su rostro y continuó- Lo siento.... bien... ¿En que estaba?.. ah es cierto en que me dejé llevar, después de que la chica me besarla apasionadamente me dijo que la acompañase a su habitación, lo cual me hizo caer en una conclusión, ella era la mismísima Melody, me di cuenta por el tono de su voz, tomó mi mano y dijo que seguiríamos con eso en sus aposentos, abrió la puerta despacio y salió lo vi a usted acercarse a Irina, pero Melody me llevaba rápidamente a la torre, subimos sin precaución, inclusive tropezamos, llegamos a la sima y me beso de nuevo, me atrapó en sus brazos, y después de unos segundos se separó de mi, me dijo que quería mostrarme algo y que ya no tenía más tiempo para continuar con nuestro encuentro, me mostró un par de estrellas, después dijo que yo le parecía atractivo y que trataría de convencer a su padre para hacerme su esposo, que ella sabía que yo era el indicado, después volvió a besarme dulcemente, empujó mi cuerpo para tenerlo contra el muro, traté de alejarla un poco pues sentía que en cualquier momento caería, despegó sus labios de los míos y dijo algo, "Ésto es por el desprecio de tu hermano el imbécil" y me empujó haciéndome caer sobre algo que no recuerdo bien, después recuerdo ir sobre un caballo, luego oscuridad y al abrir mis ojos usted me amenazó con ir por mi al infierno para traer mi trasero de vuelta - dijo conteniendo la risa.
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Soy un maldito, lo sé.
VampireLa historia relatada desde el punto de vista de un vampiro sádico, uno que tortura a la gente en pleno siglo XXI... nos cuenta la perspectiva que tiene respecto a la vida y nos narra su eternidad, una historia llena de violencia y sadismo que les a...