capítulo 51...

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*Jackson*

La noche había sido bastante larga, ésta noche y las ultimas cuatro anteriores, si, Morgan llevaba inconciente cuarto días enteros, a decir verdad aún seguía sentado en el suelo, miraba a Morgan detenidamente, los paños de agua fría no servían para bajarle la temperatura, su piel ardía en calor, sudaba helado y palideció desde que dejó entrar a aquel espíritu, sus labios estaban resecos, parecía que no había bebido agua en mucho tiempo, se veían duros y escamosos, a pesar de estar mortificado por su bienestar había algo raro en ella, algo ligeramente distinto, durante la noche no hizo más que pronunciar aquel nombre, ése que me hacía hervir la sangre, si, efectivamente, estaba celoso, celoso de su "viejo amigo", ¿Que porqué? Porque Morgan significaba algo más para mi que una linda chica, que a pesar de ser mi novia nuestra relación era bastante extraña, ya que nos tratábamos más como amigos que como novios, cada vez que podía tomaba su mano al caminar, también solía robarle besos de vez en cuando, o teníamos intimidad, pero algo la mantenía lejos de mi, algo que yo ignoraba.

El amor que sentía por la mujer que estaba viendo dormir era incondicional, haría lo que fuera por que ella estuviese bien, haría lo que fuera por hacerla felíz, con tal de ver aquella sonrisa sincera que tanto me gustaba en ella, el verla ahí en cama no me gustaba, la impotencia de no saber que hacer me volvía loco y me frustaba en demasía, verla saltar de la cama y escucharla llorar y gritar de pronto, tener que tomar sus manos con fuerza para que no se lastimara, marcar mis dedos sobre sus muñecas en afán de protegerla de si misma, eso, eso me hacía pedazos, no podía conciliar el sueño, no con la angustia de no saber que sucedía con ella, su corazón presentaba una serie de taquicardias repentinas, su respiración por momentos se aceleraba sin razón aparente.

En los últimos días había presentado fallas cardíacas, su corazón se había detenido dos veces por día, cosa que me tenía al borde del colapso emocional, sentado aquellos días enteros con una cafetera conectada día y noche para no quedarme dormido, para protegerla siempre, velar por su salud mientras éstas fiebres interminables no cesaban, mis ojos decaían de a poco, mis párpados no podían continuar abiertos, el efecto del café ya no me ayudaba a trasnochar, me sentía cansado y sentía que en cualquier momento podía caer dormido y dejar a Morgan a la deriva en este juego de poker con la muerte que estaba más presente ahora...

*Morgan*

Me sentía bastante tranquila, a pesar de las múltiples pesadillas que me agobiaron en este sueño profundo, efectivamente, estaba consiente de que estaba dormida, por alguna razón ésta vez tenía la conciencia de que todo era un mal sueño, mirar a Jackson morir en inumerables ocasiones en éste sueño profundo era tortuoso, sólo esperaba que el estuviese bien afuera, que no estuviese preocupado por mi bienestar pues yo me encontraba bien, a pesar de que las pesadillas sólo remarcaban la muerte de Jackson en algunas ocasiones Florian aparecía de la nada sonriente, reacción extraña de su parte, él era un amargado por gusto propio, cosa que nunca logré entender pero que a pesar de ello respetaba, dado a que esa era su forma de expresar, felicidad, tristeza, rabia, melancolía y todo aquello que involucra algún sentimiento expresivo.

Una opresión en mis pulmones y la falta de oxígeno me hicieron regresar a la realidad, me senté agitada sobre mi cama, tirando un paño con agua y alcohol que me había caído sobre la gruesa colcha que cubría mis piernas, un dolor en el estómago se hizo presente, lo cual sólo me orilló a vomitar a mi lado derecho, sí, había vomitado a un lado de la cama, limpié mi boca y lo siguiente fue observar mi habitación, todo estaba intacto y apenas anochecía, miré el reloj, el ruido de las manecillas al marcar los segundos me torturaba, mi vista se nubló y volteé a mi lado izquierdo y ahí estaba el, Jackson estaba completamente dormido, con una cafetera preparando café y su taza totalmente llena sobre su rodilla derecha, su cabello estaba suelto, se veía tan Plácido durmiendo que me paré con cuidado de la cama tratando de evitar despertarlo de golpe y comencé a vestirme, tenía que buscar a Florian y advertirle, aunque sabía de antemano que Jackson no me permitiría ir en su búsqueda.

Soy un maldito, lo sé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora