Maldita sea Downey.

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-Vamos señor Downey, sólo un rato más.
Se quedó pensando, creí que se iba a negar, pero por favor es Downey, el no se niega a un after party.
Entramos y nos dirigimos a la sala, comenzamos a charlar pero mis necesidades aparecieron.
-Disculpa Mark, ¿dónde está el baño?- pregunté.
-Está en el piso de arriba, sólo sube y es la tercera puerta a la izquierda. -Gracias.
Subí como dijo y entré al baño.
Después de terminar escuché como golpeaban la puerta.
-Ya voy.- grité desde adentro pero no recibí respuesta.
Abrí la puerta y estaba Chris fuera.
Me miró y me dedicó una sonrisa.
-¿Quieres ir afuera?- preguntó.
-Claro, me encantaría.

Me tomó de la mano y bajamos. Todos abajo estaban riendo asi que nadie vió cuando salimos de la casa.
Me llevó a el jardín trasero, era hermoso. Tenía una fuente pequeña en el centro y alrededor mis flores favoritas, tulipanes y lirios.
-Es hermoso, ¿no?-dijo Chris avanzando.
-Es magnífico diría yo. -en verdad era hermoso, era mi paraíso.
-¿Cuáles son tus flores favoritas?- preguntó.
-Lirios.- respondí con una sonrisa. Conversamos alrededor de una hora y media. Hacía frío así que le dije a Chris que entráramos.

Fue un error, ya que Robert estaba arriba de la mesa de centro bailando y quitándose la camisa.
-¡Anna! -gritó Robert.
-Robert, ¿qué haces?- dije aún parada en la puerta.
-¿Qué crees que hago, querida? Estoy bailando.
Entonces se cayó.
-¡ROBERT! -grite y corrí hacia él. Tome su rostro entre mis manos y verifiqué si aún estaba vivo.
-Quiero irme a casa. -dijo entre susurros, entonces sentí su aliento, estaba demasiado ebrio.
-Creo que deberíamos irnos. ¿me ayudarían a llevarlo al auto? -pregunté dirigiendo me a Mark y Chris.
-Claro -dijeron al unísono.

Lo levantaron y me dieron las llaves del auto. Lo rescostaron en el asiento de atrás, le coloqué el cinturón de seguridad.
-Gracias Mark fue una fiesta grandiosa. -dije sonriendo.
-Si, ya lo creo. ¿estarán bien?- preguntó.
-Si, lo llevaré a su casa y si tengo suerte se quedará dormido.- dije volteando a verlo, estaba totalmente dormido.
-Mañana te marcaré para saber si esta bien.- me dijo Chris.
-Se los agradesco mucho, hasta luego dije subiendo me al auto, yo no había tomado mucho, así que era el conductor designado.

Lo llevé a su casa, por suerte se despertó y no fue tan difícil subirlo a su habitación.
-Bésame -dijo Robert acercándose a mi.
-No, por favor recuestate- dije empujandolo  a su cama.
-Sólo uno- dijo incorporándose, al hacerlo simplemente vomitó sobre mi, me quedé parada ahí, corrí al baño y vomité. Mi vestido estaba asqueroso. «Maldita sea Downey», pensé, no tenia de otra mas que quitarme el vestido  y quedar en ropa interior.

Me asomé y Robert estaba dormido. No tenía que ponerme así que salí y fui hacia su closet.
—Me odio por ésto.—dije para mí misma. Giré a ver a Robert que estaba roncando ya.—Te odio por ésto.— susurré.

Me puse una de sus camisas, que por cierto me quedó gigante. No me podía ir, estaba en ropa interior y eran más de las doce de la noche. Tampoco iba a tomar un taxi. Decidí pasar ahí la noche, pero en la sala. Con solo ver a Robert me daba coraje por haber arruinado mi vestido, me las iba a cobrar.

¿Por qué él? «Robert Downey Jr. Fanfic» «Editando» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora