¿Por qué él? «Robert Downey Jr. Fanfic» «Editando»

Compromiso.

*Narra Anna*
Al día siguiente de que Robert me pidió matrimonio llamé a mi madre.

Después de tres tonos se escuchó su voz.
-¿Hola?
-Hola mamá, soy yo.
-Hola querida, que gusto. ¿Cómo estás?
-Bien mamá, te llamo porque cómo todavía no estas aquí...
-¿Ocurre algo cielo? -me interrumpió.
-No mamá, al contrario.
-¿Qué mi niña, dime?
-¡Robert me pidió matrimonio!- dije casi gritando de la emoción.
-¡¿QUÉ?!
-Si mamá, me voy a casar.

Por parte de mi madre escuché que gritaba y le decía a Eliot.

-Mi amor, de verdad estoy muy emocionada.- escuché cómo su voz se entrecortaba.
-Mamá no llores por favor.
-Lo siento, pero me acordé de el día que naciste, tan pequeñita.
Y mírate ahora, te vas a casar.
-Mamá, me vas a hacer llorar.
-¿Cuándo será?
-Bueno, aún no vemos eso.
-El tiempo corre mi niña.
-Lo sé mamá, te avisaré cuando.
-Bueno mi amor, con esto me haces muy feliz.
-Gracias mami, bueno me tengo que ir.
-Claro cielo, espero tu llamada.
-Si mamá, adiós.
-Adiós.

Colgué el teléfono y comencé a llorar de alegría.
No podía creer que dentro de poco me iba a convertir en la señora Downey.

Tras pronunciar ésto sentí una explosión de mariposas en mi estómago.

Me sentí tan afortunada de tener a un hombre como Robert a mi lado.

Ahora seríamos uno solo.

Y bueno, eso también fue lo que yo pensé.

*Narra Robert*

-Padre...- grité al entrar a casa.
-Hola Robby. -dijo Rose que estaba sentada.
-¡Aceptó! -grité de la emoción y Rose se llevó las manos a la boca y ahogó un grito.

Sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas.
-Robby... -dijo extendiendo los brazos. Yo la abracé.
-Tu padre está arriba si quieres darle la noticia.
-Gracias.- le di un beso en la frente y subí a ver a mi padre.

Llamé a su puerta antes de entrar.
-Pasa...
Entré sonriendo y mi padre al ver mi sonrisa también lo hizo.
-Aceptó.- dije.
-Felicidades hijo.- dijo y después me abrazó.

Este era el mejor día, por fin mi sueño se estaba volviendo realidad.
Me iba a casar con la mujer más maravillosa del mundo.
La mujer que siempre estaba ahí cuando la necesité, la que ha sido mi impulso durante años.

Esa mujer es la que yo quiero para mi vida.