¿Por qué él? «Robert Downey Jr. Fanfic» «Editando»

Un año después

*Narra Anna*
Desperté a lado del hombre más maravilloso del mundo.
Mi celular comenzó a sonar, pero estaba atrapada entre los brazos y piernas de Robert. Intenté safarme moviéndome a un lado y lo único que conseguí fue enredarme en la sábana y caerme de la cama.

Levanté la vista y Robert me miraba con algo de confusión.
Sonreí y contesté mi teléfono aún en el piso.

-¿Hola? -pregunté.
-Hola mi niña.- se escuchó la voz de mi madre.
-Mami, hola que gusto. ¿cómo estás?
-Bien querida.
-¿Y Eliot cómo está? -así se llama el "novio" de mamá.
-Bien todos estamos bien.
-Que bien mamá, me alegro.
-Gracias cielo, ¿cómo va todo por allá?
-Todo de maravilla.
-Bien, bueno esta semana regreso a Ohio.
-Ya era hora. No es cierto. Que bueno y...¿Eliot irá contigo?
-Si querida.
-Ah... bueno sólo quería saber.
-Lo entiendo, bien sólo era para decirte eso, espero de verdad que todo valla bien entre tú y Robert.
-Todo va perfecto mami, gracias.
-Bien querida, me tengo que ir.
-Okey mamá, te veré luego.
-Adiós, te amo.
-Yo más. -le respondí y después terminamos con la llamada.

Subí a la cama y Robert comenzó a reír.
-No fue gracioso.- dije cruzando los brazos.
-Si lo fue amor... bueno no.
Los dos comenzamos a reír.

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*Narra Anna*

-¡No lo puedo creer!- dijo Candace cuando estabamos en la oficina.
-¿Qué no puedes creer?- pregunté aunque ya sabía a lo que se refería.
-¡A que tú y Robert ya llevan un año juntos!¡UN AÑO ANNA, POR DIOS!
-Gracias por tu entusiasmo.
-¡ANNA!
-Yo tampoco lo puedo creer, ha sido el mejor año de mi vida.

Y si que lo era, no tenía preocupaciones, aunque en ese año ya habíamos pasado, Robert y yo, por tres ocasiones en las cuales creímos que estaba embarazada.

Pero fueron todas falsas alarmas.
Aunque algo sigue rondando mis pensamientos, Dave.

-¿Qué van a hacer para celebrar lo? -preguntó Candace sacándome de mis pensamientos.
-Iremos a cenar, al mismos lugar que hace un año.
-Ay amiga, que envidia. Además que también celebras tu cumpleaños.
-¿No podía ser más perfecto?- pregunté riendo.

*Narra Robert*
El día de hoy no fui a los estudios y decidí mejor ir a casa de mi padre.

-Hola a todos. -grité para que me escucharan.
-Hola Robby. -dijo Rose saliendo de la cocina.
-Hola.- dije dándole un beso y un abrazo.-¿Y mi padre?
-Él está arriba cielo.
-Bien subiré.
-No tarden mucho, ya casi está lista la comida.
-Esta bien.-dije subiendo las escaleras.

Llegué hasta su estudio y toqué la puerta.
-Adelante. -se escuchó la voz de mi padre.
Entré y me senté frente a su escritorio.
-Hola.- dije.
-Oh... Robert no sabía que eras tu.
-No te preocupes. Oye... te quiero pedir un consejo.
-¿Consejo para... qué?
-Bien. Todo este año que pasó me di cuenta de que ella es.
-¿Quién?
-Anna padre. Ella es la mujer que necesito en mi vida, a la que quiero todos y cada uno de mis días a mi lado. Con la que quiero formar una familia. Es ella padre y creo que estoy listo.

Mi padre sonrió y se levantó.
-Robert. ¿De verdad estás listo?
-Si padre.
-Entonces has lo que tu corazón dicte y mande.
-Mi corazón dice que tengo que pedírselo.
-Entonces preguntale.
-¡La comida está lista!- gritó Rose.
-Vamos o se enojará.

Bajamos y comenzamos a comer, sólo mi padre, Rose y yo.

-Amm... Robert quiere decirte algo Rose. -dijo mi padre haciendo que yo estuviera a punto de ahogarme con el agua.
-Ah... si, este. Bien pues, pienso pedirle matrimonio a Anna.

En el rostro de Rose se formó u na gran sonrisa.
-¿En serio?- preguntó cuando sus ojos se cristalizaron.
-Si. DE verdad.
-Ven, quiero darte algo.

Nos levantamos y Rose me guió hacia un cajón que estaba en el pasillo. Lo abrió y de su interior sacó una pequeña caja.

-Esto Robert... -dijo abriendo la caja mostrando su contenido, era una sortija de compromiso, hermosa.-... me la dio tu padre, y es hora de que se la entregues a tu verdadero amor.

Yo sonreí y tomé la caja entre mis manos.
-Gracias Rose.
-De nada pequeño.

Regresamos a la mesa a terminar de comer.
Era la hora de demostrarle mi amor a Anna.