¿Por qué él? «Robert Downey Jr. Fanfic» «Editando»

¿Qué pasó ayer?

*Narra Robert*
«Mierda, que dolor de cabeza»
Desperté y estaba en mi cama con mi ropa. Tenía un dolor de cabeza increíble, decidí ir al baño y tomarme una pastilla, en un rincón estaban unas zapatillas de color rojo e inmediatamente recordé la fiesta de Mark y de la persona que estaba usando zapatillas rojas, Anna.
-No, no es posible- me dije para mi mismo.

La busqué por la habitación y no estaba. La busqué en la habitación de huéspedes y nada. Creí que sólo había sido mi imaginación. Bajé a la cocina a tomar un vaso de agua, bajando las escaleras y tuve vista de mi sofá, pero, hay alguien ahí.
«No puede ser, es Anna y ¿está usando una de mis camisas? Bien, si lo esta haciendo, y a decir verdad se ve sexy. Bueno dejaré que duerma un poco más se ve cansada. Pero, ¿qué pasó ayer?
No creo que haya pasado algo entre nosotros, mejor esperare a que despierte»
Me Dirigí a mi habitación y tome una ducha.

*Narra Anna*
El sol estaba pegando justo en mi rostro, ya es hora de levantarme. «Creo que Robert aún no despierta, eso es bueno. » pensé.
Me levante y estaba de pie en la entrada de de cocina, con un vaso de agua en a mano y al parecer ya se había duchado.
-Anna.- dijo con tono serio.
-Robert.- dije levantando me.
-¿.Qué haces aquí?- preguntó.
-Pues, anoche estabas ebrio y te traje a casa. -respondí.
-¿Por qué estas usando una camisa mía? -pregunto señalándome.
-Pues porque... -me daba tanto coraje decirlo, mi vestido.-... porque vomitaste sobre mi.
Sus cejas se alzaron y se paso la mano por el cabello.
-En verdad lo siento. - dijo acercándose a mi.
-Ese vestido era mi favorito, Robert, y lo arruinaste. -dije casi gritando.
-Lo siento, te compraré uno nuevo.- dijo tocando mi brazo.
-Si, eso harás.
-¿Por qué no te vas a tomar una ducha?- me preguntó
-No tengo ropa.- dije señalándome
-Yo te iré a comprar algo, claro si tu quieres.
-Me parece bien.
-Eh.. si yo... lo siento de verdad Anna, te lo compensaré -dijo tomando mi mano y besándola.
-Gracias, ahora me iré a duchar y tu a comprarme ropa. -dije sonriendo.
-Claro ahora vuelo, pero ¿qué te traigo?
-Lo que quieras, lo que pienses que se me vería bien.
-Te compraré camisas, esas te quedan perfectas. -dijo riendo y tomando la perilla de la puerta.
-Ya vete- le dije también riendo y desapareció por la puerta. Yo subí las escaleras directo a la ducha.

A mitad de las escaleras escuché que la puerta se abrió y baje Robert estaba asomando la cabeza y gritó: -¡ANNA-
Bajé y lo vi ahí parado.
-No hay necesidad de que grites, ¿qué ocurre?- dije parada en las escaleras.
-Sólo una pregunta más.
-¿Cuál?
-¿Tuvimos sexo?- preguntó entrecerrando los ojos.
-No Robert, no tuvimos sexo.
Sonrió para si mismo y salió por la puerta.
«Que hombre» pensé.