XXXVI

22 1 1
                                    

Luke

Estoy sentado en mi pupitre en clase de literatura y cuando toca la campana todo a mi alrededor parece congelarse y el peso del paso del tiempo cae sobre mí. Esta es la última vez que voy a escuchar sonar esa campana, la última vez que voy a estar sentado en este pupitre, que pise esto pasillos, que abra mi casillero, y posiblemente también la última vez que vea a muchas de las personas que se encuentran a mi alrededor.

Ha pasado casi un mes desde el cumpleaños de Michael y hoy es nuestro último día en la secundaria. El último. Mañana la vida en el Instituto nos parecerá extraña y lejana y nos estaremos encaminando hacia nuestras nuevas vidas.

Algunos, como Mike y Calum, ya han comenzado a buscar algún trabajo que los ayude a sustentarse mientras continuamos con la música, ya que no tienen pensado continuar estudiando; otros, como Ally, Lexi y yo, nos proyectamos como estudiantes universitarios, estudiando para posibles exámenes de ingreso y enviando cartas de solicitud en las que empleamos noches enteras para que sean «perfectas» y después está Brook, que se prepara para volver a casa en cualquier momento.

Miro hacia mi derecha y la veo levantándose del pupitre a mi lado y encaminándose fuera del salón en cámara lenta. Aún no he caído en la cuenta de lo mucho que me va doler perderla. Sé que voy a tener a los chicos para sobrellevar su partida juntos —porque sé que incluso Ashton, que parece odiarla, va a echarla de menos— pero igualmente no creo que esté preparado para algo así. No creo poder soportarlo.

Tengo que hacer algo al respecto. Si no podemos estar juntos en Australia, estaremos juntos en Estados Unidos, o donde sea. Pero no voy a dejar que se aparte de mí tan fácilmente, menos ahora que es mía, que cada vez que la sostengo en mis brazos me siento la persona más afortunada del universo entero.

Me incorporo velozmente para darme cuenta de que soy el único que queda dentro del salón y ver a una Alena preocupada asomándose por la puerta.

—¿Está llorando? —dice Mike que aparece tras ella con expresión burlona.

—Déjalo en paz, Mikey —le responde esta y vuelve a voltearse hacia mí —¿Vienes, Luke?

Otra cosa que ha cambiado en este tiempo: Mike y Alena. Se han vuelto muchísimo más cercanos. Resulta que al dejar sus diferencias de lado se han dado cuenta de que tienen muchas más cosas en común de lo que pensaban y eso les ha ayudado a construir una linda amistad... o eso es lo que le dicen a todo el mundo. Los que tenemos una versión distinta de la historia, con las escenas privadas exclusivas, sabemos que aunque ellos se empeñan en mantenerlo así, se está volviendo cada vez más difícil para los dos. Nadie tiene dudas de que Michael está muerto por Ally, y ella, que lo disimula mejor por obvias razones, nos ha dejado bastante en claro a Brook y a mí que si antes estaba un poco confundida, con el paso de los días su corazón está poco más que divido en dos entre Ashton y Mike.

Aunque arreglaron las cosas luego del campamento, la relación de la rubia y Ash ha quedado en arenas movedizas. No hay duda de que se quieren, pero las peleas que comienzan por tonterías y suben de tono rápidamente se han vuelto cada vez más comunes y eso los cansa a ambos. Es triste que las cosas se tengan que dar de esta manera, pero Mike vio en su crisis de pareja una oportunidad para acercase a Ally y no dudó dos segundos en tomarla. Supongo que lo entiendo, supongo que entiendo un poco a los tres. Como me dijo Alena una vez: «Uno no elige de quién se enamora, y lo sabes». Por supuesto que lo sé, el amor de mi vida está a poco de marcharse al otro hemisferio. Mierda, si lo sabré.

Asiento y me dirijo hacia ellos para después seguirlos hacia nuestros casilleros, donde se encuentra el resto.

—¡Nunca más volveré a la escuela, voy a llorar! —exclama Mike burlándose de mí, haciendo que todos, yo incluido, riamos.

The WEIRD KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora