Luke.
Desperté ese lunes decidido a hablar con Brooklyn en cuanto llegara al Instituto. Más allá de las persistentes y poco convincentes negativas de Michael, no podía sacarme de la cabeza aquellas imágenes de ella que me perseguían desde el sábado a primera hora. Habían llegado a mi de la mano de la peor resaca de mi vida, justo cuando cerré los ojos por el terrible dolor de cabeza. Ahí estaba, como un flash, la imagen de Brook junto a la cama, con una expresión de preocupación y angustia que no había visto antes. Cuidaba de mi, estaba preocupada por mi. Ashton y Ally tenían razón, era todo una fachada: aparentaba odiarme pero cuando no podía verla ¡zas! Ahí estaba, demostrando su cariño por mi, a escondidas, como si aquello fuera un acto prohibido para ella, y Mike, que se había vuelto muy cercano a ella la estaba cubriendo. No podía ser más lógico ¿verdad? Tan lógico, curioso y fascinante como que si sumas los cubos de 1,5 y 3 el resultado es 153.
Horas después me reclamaría a mi mismo que si me hubiera seguido guiando por la lógica, debería haberme dirigido a Alena con aquella pregunta y no a la propia Brook, pero tuve la brillante de idea de mandar la lógica a tomar por culo y seguir mis impulsos, como hacen los galanes de las telenovelas que mi madre suele mirar. Y así terminé, con el corazón y la esperanzas rotas en el pasillo de la secundaria un lunes por la mañana, luego que ella prácticamente se riera de las que habían resultado meras alucinaciones mías y me dijera que tenía a alguien en Portland.
Ella tiene a alguien, me había repetido mentalmente una y otra vez sin creerlo. Pero claro que tenía a alguien en casa, era obvio, las chicas como ella siempre tenían a alguien. Me había resultado extraño incluso cuando Alena me contó que estaba soltera. "¿Qué mierda le pasa a los americanos?" le había preguntado y ella había reído y me había dicho algo así como "Simplemente no están a su altura.".
Entonces, mientras trataba de mantener la compostura caminando hacia la clase que acabaría siendo un boleto express a detención me sentí completamente traicionado, dolido. ¿Por qué había mentido Alena? ¿Por qué mierda había tratado de ayudarme sabiendo que su amiga tenía a su Evan esperándola en casa? ¿Acaso le caía mal el tipo y esperaba que Brook lo engañara conmigo y se olvidara de él o algo por el estilo? Fuera lo que fuera me había desilusionado un montón, había pasado de creer que tenía todo a favor, a sentirme completamente solo en el universo y quizás así estaba mejor. Yo y mi estúpida lógica.
Así que cuando encontré a Alena esperándome en la parada del autobús para pasar la tarde juntos, decidí que no quería su compañía, pero claro, aparentemente ella ya lo sabía.
-Sólo estoy aquí para hablar… si quieres -dijo cuando vio que me acercaba a ella con expresión lúgubre.
-¿Por qué no me dijiste que tenía novio? -inquirí dolido.
-Luke, debes entender que yo… -comenzó pero la interrumpí.
-Entiendo, Alena, eres su amiga. Sólo pensé que también eras la mía. -hablé con más brusquedad de la esperada y vi que sus ojos se posaban en sus zapatillas.
El autobús se acercaba al borde de la acera, todos nuestros compañeros de instituto se apresuraban a subir, estuve a punto de hacer lo mismo cuando ella volvió a hablar:
-Entiendo que estés molesto y no quieras hablar conmigo -comenzó volviendo su mirada a mi- Pero no te rindas, Luke, no bajes los brazos con ella, por favor.
Si no hubiera visto la forma en que miraba, como suplicándome, y si toda ella no hubiera lucido como si cargara con algo que la estaba matando por dentro, hubiera creído que Alena Blackburn me odiaba por alguna razón y había planeado todo aquel viaje sólo para que mi amor por su mejor amiga me hiciera sufrir hasta niveles agónicos. Pero sí lo había visto, había algo más allí, y pese a que no me hizo sentirme cargado de felicidad nuevamente o con ánimos de perdonarla e invitarla a casa a comer los sándwiches que mamá prepararía con gusto, de alguna forma calmó por un segundo las aguas turbulentas de mi mente.
ESTÁS LEYENDO
The WEIRD Kids
FanfictionDos amigas ganan una beca de intercambio a Australia. Ese viaje cambiará sus vidas -y las de quienes conocerán- para siempre. Surgirán momentos inolvidables, amistades inquebrantables, amores inmortales, sueños aparentemente inalcanzables. Las vi...