XXI

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Brooklyn.

Luego de ir de compras con Mikey, me decido a volver al hotel y conectarme a internet un rato para chequear si mi madre está en línea. Afortunadamente la encuentro y enseguida iniciamos una videollamada.

-Hola cariño, ¿qué tal todo en Australia? ¿Cómo van las clases?

-Uhmm…- murmuro- Genial, la escuela está bien y la ciudad es hermosa

Si le dijera que en nuestro primer mes ya he peleado con al menos tres profesores  y que hoy en la mañana me han echado de clases, me mataría. Así que permanezco en silencio unos segundos y aguardo a que ella saque otro tema.

-¿Y Alena? ¿Está ella ahí? Su papá nos comentó que han hablado varias veces pero que nunca tiene tiempo de nada y que tú y ella se han hecho grandes amigos en este último mes y por eso nunca las encontramos disponibles

-Ally está duchándose ahora pero en algo tienes razón- observo- Nos hemos hecho grandes amigos y somos afortunadas de ello. Parece que el grupo que nunca conseguimos tener en Portland, lo hemos establecido aquí

-Eso es genial, linda- me felicita y luego mira hacia uno de mis lados con los ojos como platos- ¿Todo eso lo compraste hoy, Brooklyn?

-Me dijiste que la tarjeta es ilimitada, mamá- remarco

-Y lo es, cariño- suspira- Pero eso no quiere decir que salgas a comprarte todo el centro comercial

-Hay algunas tiendas a las que ni siquiera he entrado- justifico con orgullo

-¿Ah sí?- se sorprende- Cuéntame, ¿cuáles?

-Una de artículos de limpieza, otra de plantas, flores y semillas y el restaurante de comida mexicana porque es demasiado picante y luego, ya sabes…- sonrío y ella larga una carcajada al otro lado de la línea

Nos quedamos un rato más charlando acerca de las últimas novedades y en cuanto veo aparecer a Ally con la toalla cubriéndole el cabello, recuerdo que debo entregarle el regalo de Mike y que por lo tanto, he de desconectarme.

-Mamá, lo siento pero debo irme

-¿Pasa algo cariño?

-No es nada, solo tengo algo qué hacer- sonrío

-Bien, ¿esta noche estarás disponible?

-No lo creo- niego- Ally y yo iremos a la casa de Ashton a cenar con los demás chicos del grupo y probablemente volvamos tarde

-Oh… está bien- asiente ella al fin- Solo no olvides que por más que te encariñes con esos chicos, algún día deberás volver. Y no quiero que cuando ese día llegue, sufras como condenada por lo que dejas atrás

-Claro, mamá- aseguro y agito la mano para despedirme- Nos vemos

En cuanto su rostro desaparece, la verdad me golpea como un balde de agua helada. Mi madre tiene razón, ya ha pasado un mes de nuestra estadía aquí y solo nos restan cinco. En exactamente cinco meses todos mis amigos y Luke se quedarán en Australia y nosotras volaremos de regreso a Portland para retomar la vida tal como la conocíamos. Ally me mira y solo con eso corre a sentarse a mi lado, sin haberse abrochado los jeans aún.

-Háblame- dice ella y suena como un pedido- Dime qué pasa por esa cabecita

-¿Has notado en qué fecha estamos?- comienzo- No hemos llegado a la mitad del viaje, lo sé. Pero, ¿qué pasará cuando falten semanas, luego días, para que nos marchemos?

-Brook…-comienza ella pero sabe que no me detendré

-Tendrás que dejar a Ashton y Mike atrás, tendremos que decirle adiós a Cal y a Lexi, tendré que… voy a tener que despedirme de Luke algún día. Y ni siquiera he podido perdonarlo aún

The WEIRD KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora