XIV

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-¡LUKE! -grité cuando estuve a pasos de él y cuando volteó a verme no posó vista en mí, sino en alguien que supuse se encontraba detrás, y por la forma en que se iluminaron sus ojos supe que no era nada bueno.

Apenas llegué a sostener la muñeca de Brooklyn cuando pasó a mi lado. “No, Brook” le dije y ella solo con una mirada me hizo comprender que no me convenía detenerla. Siguió caminando hacia ellos con paso firme y estratégicamente tropezó cuando estuvo a su lado para volcar el contenido de su vaso sobre el vestido de la chica. Odiaba aquella situación, pero de igual manera me acerqué, no iba a dejarla sola.

-Ups, lo siento. -dijo mi amiga riendo- No, disculpa, eso era mentira.

-¿¡QUÉ  DIABLOS TE PASA IMBÉCIL!? -chilló la “víctima”.

-No sé por qué te molestas tanto, ahora tienes una excusa para quitártelo. Apuesto que este perdedor estará bastante complacido ¿Verdad, Luke? ¿Por qué no le cuentas que no puedes esperar a que te quite tu tarjeta V?

Y a partir de ahí fue todo locura, gritos y abucheos. La chica literalmente se abalanzó sobre Brook, y de no ser porque Luke se interpuso como viga entre las dos aquella pista se hubiera convertido en un ring. De todos modos, la gente se reunió a nuestro alrededor, las luces se prendieron y finalmente los profesores encargados de supervisar el baile optaron por sacar a Luke, Brook y la perra del vestido manchado de la fiesta.

Ya fuera me quedé a un lado de la puerta junto Brook que estaba a punto de un segundo colapso emocional y Luke junto al auto de Ashton, solo a unos pasos de nosotras. Lucía destruido, apenado, como si aguantara las ganas de llorar. Si mi amiga no estuviera tan mal como estaba, si hubieran sido los sentimientos de Brook los que habían sido heridos, hubiera sentido pena por él. 

Calum, Lexi y Ashton salieron minutos después, éste último con mis zapatos en la mano. Me los entregó con una sonrisa compasiva, distinta a la que solía llevar siempre y me apartó un poco de Brook que hablaba en voz baja con Lex.

-¿Quieres que las lleve a casa? -preguntó de la forma que le preguntarías a un pequeño llorando si quiere una paleta.- Puedo dejarlas a ustedes y luego venir por los chicos, porque supongo que no querrán compartir el coche.

-Eso estaría bi…

-¡QUÍTATE DE MI VISTA, MASTODONTE SIN CESOS! -la voz dejó mi agradecimiento por la mitad.

-¿Qué sucede ahora? -habló Ash entre dientes

-Bruce. -respondí al verlo casi sobre Brook riendo con su permanente expresión de superioridad.

Caminé los pasos que me separaban de ellos con Ashton a mi lado justo a tiempo para escucharlo decir:

-Linda escena montaste ¿eh? Ni yo hubiera podido humillar al perdedor de Hemmings como tú lo hiciste. Después de todo creo que somos bastante parecidos.

Vi cómo Brook levantaba una ceja, apoyaba una mano en la cadera y comenzaba apuntar a Bruce con un dedo acusador. Era su pose de ataque, como la de una leona antes de saltar sobre su presa. Decidí intervenir, no iba a dejar que tuviera dos incidentes en la misma noche, por su propio bien.

-¿Qué te hicimos, Bruce? ¿Por qué simplemente no puedes ser amable con la gente? Si alguien no te cae bien, déjalos en paz. -hablé honestamente y sin pensarlo, y mientras Bruce me estudiaba con la mirada calculando qué dirá a continuación, pude escuchar el “Oh no, Ally” de Brook.

-Escúchame bien, rubiecita -comenzó el castaño caminando hacia mi amenazadoramente haciéndome retroceder y golpear mi espalda contra el pecho de Ash que en seguida estrujó uno de mis hombros con fuerza-  no sé quién te crees para intentar analizarme, pero no me conoces, así que guárdate toda esa mierda en una maleta y vuélvete a tu pueblito de pescadores con mami y papi. Además, deberías darle ese consejo a tu amiguita.

The WEIRD KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora