La decisión de Kelly.

Capítulo 1: Un nuevo comienzo

Esta noche le pondré fin a mi tormento. Hoy es el día, hace 18 años que nací y hace 3 años exactamente que me propuse una cosa: lograr huir de esta maldita casa. Desde que mi mamá nos abandonó a mí y a mi padre las cosas cada día empeoran. Cada día son más fuertes los golpes, cada día son más fuertes las borracheras y cada día es más grande la posibilidad de morir en una de las palizas. Antes eramos una familia feliz pero hace ya tanto que apenas tengo recuerdos. Tenía una buena imagen de familia feliz hasta que vi a mi madre engañar a mi padre, en mi propia casa con solo 8 añitos. Dos años después se fue dejando una nota:

''Me largo de esa casa. No tratéis de buscarme, me voy lejos con mi nueva pareja. Estos años solo habéis sido un estorbo para mí, ahora me toca ser feliz".

Desde aquel momento mi vida cambió. ¿Que niña de 10 años puede asumir tal cosa? Y a eso le sumas las palizas de tu padre diariamente. Mi infancia ha sido una mierda y no pienso permitir que me sigan jodiendo la vida. No me importa qué será de mi padre de ahora en a delante, no me importa nada, solo salir con vida de este sitio. Tomar esta decisión no fue fácil pero es la única alternativa que me queda. Me iré a España y trataré de conseguir el máximo dinero posible ya que solo tengo muy poco ahorrado. Mi tía me ha pagado la matrícula en una buena universidad, pero salir adelante es cosa mía ya que no quiero que mi padre pueda hacerle el mínimo daño a ella. Le he prometido que la llamaré cada día y lo haré, y también me ha hecho prometerle que si necesito dinero se lo pida sin pensarlo. Es la única familia que me queda. De repente oí como abrían la puerta de la entrada y la cerraban de golpe, escondí la maleta debajo de la cama lo más rápido que pude y me apresuré a cerrar la puerta de mi habitación con pestillo.

-¡Abre la maldita puerta, zorra! -gritó dando golpes tan fuertes que dudo que no se haya roto la mano-. Queda 1 hora para tu cumpleaños, vengo a darte tu regalo adelantado -dijo riendo, al oír eso un escalofrío me recorrió todo el cuerpo pues ya sabía a que se estaba refiriendo-. Si no abres mañana será peor. -al ver que no obtenía respuesta de mi parte volvió a hablar -. Tu lo has querido. -y noté como se alejaba-.

Sonrei, lo que él no sabía es que mañana ya no me encontraría aquí. Volví a sacar mi maleta y terminé de meter toda mi ropa y mis libros. Me encantaba leer y siempre he soñado con ser una gran escritora pero eso está lejos de mi alcance así que me conformaré con ser licenciada en lengua y literatura española. Cuando miré la hora eran las 2 de la madrugada y mi tía pasaría a por mí y esperaría conmigo a que saliera mi vuelo. Mi móvil vibro y era un mensaje de mi tía diciendo que bajara y que llevara cuidado y no hiciera ruido. Cogí mi maleta y mi bolso y bajé con cuidado. Miré por ultima vez el sitio que algún día fue mi hogar y me despedí del sitio en donde fui feliz los 8 primeros años de vida. Una lágrima se deslizó por mi mejilla y rápidamente la sequé, no lloraría más por nada. Entré al coche y mi tía me miró con ternura y tristeza.

-¿Segura cariño? -preguntó dulcemente-.
-Segurisima, no aguantaría un día más en este sitio.
-Es una pena.. -dijo-.
-¿El que?
-Ver la bestia en la que se ha convertido tu padre . -asentí y miré por última vez la casa, echaré de menos al que fue mi padre pero no al hombre que hay durmiendo allí.-.

Segundos después mi tía arrancó el coche y nos dirigimos hacia el aeropuerto en silencio. Mi vuelo salía a las 5:00. Antes de salir del coche mi tía me dio un sobre.

-¿Que es esto? -dije frunciendo el ceño-.
-Abrelo cariño. -me sonrió y abrí el sobre. Al ver lo que era inmediatamente negué con la cabeza repetidas veces-.
-No, no, no, no puedo aceptarlo. Es demasiado. -dije volviéndole a entregar el sobre con el dinero-.
-Cielo, aceptalo. Sabes de sobra que tengo mucho dinero y no dejaré que ati te falte nada. También te he comprado un coche que cuando llegues al hotel donde te quedarás mientras no tengas casa te lo darán -suspiré-. No te sientas mal cariño, tengo dinero y te ayudaré en todo. Te mereces lo mejor, te mereces ser feliz, Kelly mirame -la miré y una lágrima cayó por mi mejilla-. Sé que es complicado dejar todo esto atrás pero tienes que ser fuerte cariño, yo sé que tu eres fuerte y dinero no te faltará. Si sigues aquí tu padre te matará y a mí sabes que no me deja ni acercarme y he hecho todo lo posible por tener tu custodia y no he podido. No dejaré que te vuelvan a hacer daño y haré lo posible por que me trasladen a España. Toma esto como tu regalo de cumpleaños. -reí entre lágrimas y ella me sonrió. Tengo la mejor tía del mundo-. Así estás mejor. Eres preciosa Kelly, no dejes que nadie nunca te quite esa sonrisa.
-Muchas gracias, nunca podré agradecerte esto. -le dí un abrazo fuerte y me seque las lágrimas -.

Fuimos las dos cogidas de la mano hacia donde saldría mi vuelo. De este lugar solo me llevo a mi tía y a su novio, que no ha podido despedirse de mí por su trabajo. Trabaja en un hospital y hoy tenia guardia. Mi tía lleva 2 años con él y se la ve feliz y eso me alegra. Mi tío la dejó por que no podía tener hijos y la hacia sentir menos mujer por eso y estuvo varios años con ansiedad sin salir de casa pero llegó Jackson, un hombre que la quiere de verdad y es lo que ella necesita. Aquí no tengo amigos, pues mi padre nunca me dejaba salir, mi única amiga se tuvo que ir por que a sus padres los trasladaron en el trabajo y no he vuelto a saber de ella, se fue con 13 años. Cuando ella se fue, decidí estar sola por que temía encariñarme con otra persona y que se volviese a ir. También influyó mucho en mi manera de ser el que mi madre se fuera. Cuando mi madre nos abandonó supe que no debía creer en promesas ni en esas mierdas y mucho menos en el amor.

-Pasajeros del vuelo 611 con destino a España, el avión despegará dentro de 15 minutos. -informaron-.
-Bueno cariño, es hora de la despedida. -me acerque a ella y la abrace con fuerza -. Te voy a echar de menos, llámame todos los días.
-Yo también ati, lo haré. Me acordaré mucho de ti, eres lo único bueno que me llevo de aquí. -dije entre sollozos-.

Después de una emotiva despedida con mi tía donde no faltaron las lágrimas entré al avión y me senté en mi asiento. Apagué el móvil antes de que despegara el avión y até mi cinturón. El avión despego y cerré los ojos para poder dormir ya que no lo había hecho.

Todo final es un nuevo comienzo. Allá voy España, solo espero que las cosas allí no se me compliquen mucho.