Capítulo 31: Mal tiempo

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En cuanto llegamos llamé a Lydia para hacerle saber que estábamos bien. Alex se empeñó en irse a un hotel pero yo le dije que no, se quedará en mi casa, de todas maneras estaremos solos.

Dejamos las maletas en casa y fuimos directos al hospital. Cuánto más cerca estábamos del hospital más nerviosa me ponía. Alex, que notaba mi nerviosismo, no paraba de repetirme que todo saldrá bien. Estar aquí, con él, hace que esto sea menos malo.

Entramos al hospital y en cuanto vi a mi tía me lancé a ella y comencé a llorar.

-¿Como está?
-No sé cielo, no me dejan verlo. -suspire y asentí desanimada-.
-¿Y Jackson?
-Ha ido a comprar unos cafés, vendrá enseguida. ¿No me presentas a tu amigo?
-Tía, lo conoces. -mi tía fruncio el ceño-. Es el hijo de Judith y Alonso, eráis vecinos pero se mudaron a Madrid, ¿te acuerdas?
-¿Alex? -asintió-.
-El mismo. -dijo sonriendo. Mi tía lo abrazó y él le devolvió el abrazo-.
-¡Como me alegro de verte, Alex!
-Yo también, pero me hubiera gustado que no fuera en estas circunstancias. -mi tía asintió y yo suspire-.

Alex y yo nos sentamos en la sala de espera. Apoyé mi cabeza en su hombro y pasó su brazo por mis hombros para atraerme más a él mientras, con la otra mano acariciaba mi otro brazo con cariño.

-¿Estás bien? -me preguntó después de un rato callados. Lo miré. -.
-No -dije sincera-. Pero si estás tú esto es menos malo. -se acercó a mí y me dio un beso-.
-Todo saldrá bien cariño, ya verás. -asentí-.
-Gracias Alex. -el sonrió y volví a apoyar mi cabeza en su hombro-.

***

-¿La familia Hamilton? -nos llamó el doctor y los cuatro nos levantamos-. Ha sufrido varias paradas cardiacas pero ahora mismo está estable, solo puede entrar uno a verlo. -miré a mi tía que me hizo un gesto con la cabeza para que entrara yo y luego miré a Alex que asintió con una media sonrisa.-.
-Entraré yo.
-Está bien, sigame.

Seguí al doctor hasta la habitación de mi padre y al abrir la puerta y verlo así, en ese estado y lleno de cables comencé a llorar. Me acerque y me senté en la silla al lado de su cama.

-Lo siento papá.. no debería haberme ido así, lo siento, lo siento mucho. -le cogí la mano y le dí un beso. Lo miré, estaba irreconciliable, lleno de cortes y moratones, tiene el brazo izquierdo vendado y en el cuello lleva un collarín. -. Todo esto es culpa mía -dije llorando-. Tienes que despertar, tienes que ser fuerte, yo te juro que no me iré.. no me iré a ninguna parte sin ti, por favor papá, tienes que despertar.

No sé cuánto tiempo pasé así, llorando y rogándole que despertara. Alex entró y me miró con ternura mientras una lágrima se deslizaba por mi mejilla. Alex se acercó y se sentó a mi lado.

-Kelly, cielo, tenemos que irnos. -negué-.
-Yo no me voy a ninguna parte, vete a casa si quieres. -Alex suspiró-.
-Por que estés aquí no va a despertar antes.
-Es mi padre y quiero estar con él, si no lo entiendes no se para que has venido.
-Kelly entiendo que estés mal pero no voy a soportar que me hables así por que ahora mismo cojo el primer vuelo para España y me voy de aquí. -se levantó y se fue-.

Un rato más tarde mi tía entró y se sentó a mi lado, como hizo Alex.

-Kelly, deberías irte a casa cariño.
-No quiero irme.
-No deberías pagar lo que le ha pasado a tu padre con Alex.
-Él no entiende esto.
-Si lo entiende Kelly. Ha venido de Madrid solo para estar contigo, solo para apoyarte y quiere que dentro de lo que cabe estés bien y dejes de culparte por algo que tu no has tenido culpa. -la miré. Tiene razón.-.
-¿Me he pasado mucho tía? -asintió-. ¿Donde está Alex?
-Lo llevé hace un rato a casa, anda ve con él. Yo dormiré aquí. -miré dudosa a mi padre. No puedo hacer esto.-. Deja de pensar las cosas tanto y vete, es un buen chico, cuidalo cariño. -asentí. Me levanté y le di un beso a mi tía-. Te quiero cariño.
-Y yo a ti. -dije antes de salir-.

Llamé a un taxi y en unos quince minutos estaba en la puerta del hospital. Entré y tras decirle la dirección, me acomode un poco. Mi tía tiene razón, no debería de hablarle mal a Alex. Si no estuviera él no sé que haría en estos momentos. Él es lo único bueno que me ha pasado en todo este tiempo y no puedo permitirme perderlo, a él tambien no.

La decisión de Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora