Capítulo 21: Nuevos sentimientos

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Como cada día me desperté y hice mis necesidades. ¿Os he dicho que odio los lunes? Bien, pues odio los lunes, los martes, los miércoles, los jueves y la mitad del viernes. Me vestí y peiné y cuando estuve lista salí a desayunar.

-Buenos días -dijo Lydia con cara seria-.
-¿Buenos días? Tu cara dice lo contrario. -reí-.
-Ven, sientate. -palmeó la silla que estaba a su lado y me senté-. ¿Como fue la cita?
-Muy bien, Ryan es muy divertido y amable. -sonreí-.
-¿Hubo beso?
-No claro que no -negué-. A demás alguien me jodió la noche al final.
-¿Quien?
-Tu hermano. -la miré y ahora estaba sonriendo-. Estaba con la rubia de la discoteca, a ver no malinterpretes las cosas, me saludó y después de que le presentara a Ryan quería presentarme a la rubia, ¡presentarme a esa! -grité y ella rió-. ¿De que te ríes?
-Es increíble que no te des cuenta aún -dijo negando con la cabeza-.
-¿Darme cuenta de que?
-Nada, nada -sonrió-. Desayuna, nos tenemos que ir.
-¡Ly, pero no me dejes así! -grité cuando se fue-. Otra vez.. -suspiré-.

Aparqué el coche y Ly y yo entramos a la universidad. Cuando entraba vi a Alex y me sonrió pero lo ignoré. Entramos a clase y como siempre nos sentamos en las mesas de en medio y cuando entró el profesor desconecte. Esta vez no perdonaré tan rápido a Alex, eso le pasa por mentirme el muy idiota. Cuando empezamos a llevarnos bien tiene que hacer algo que lo destroza todo. ¡Como se atreve a querer presentarmela! Está bien, ahora somos amigos y se supone que los amigos se cuentan todo pero esa chica no me gusta. Yo tengo una especie de detector de malas personas y con ella no puedo evitar que salte o quizá yo esté paranoica y si se puedan gustar de verdad, pero prefiero pensar que no, que a Alex no le gusta. Es guapa y tiene buen cuerpo pero está operada y seguro que su voz chillona te deja un dolor de cabeza terrible. Alex se merece algo mejor para que siente la cabeza de una buena vez. Pero bueno Kelly, ¿a ti que más te da? Por que te gusta, admitelo -dijo una vocecita dentro de mi cabeza. ¿Y por que debería de admitir yo algo así? Alex no me gusta ni me gustará, somos totalmente opuestos, en una escala de colores yo soy el blanco y el es el negro, una mala combinación. Tampoco sois tan diferentes, tenéis cosas en común, como por ejemplo lo de vuestros padres -volvió a decir esa voz. Algún día me tengo que deshacer de ti. Sí, a ver como, soy tu y estoy dentro de tu cabeza, mona.

Muy inteligente Kelly, estás hablando contigo misma. Negué repetidas veces intentando borrar todos esos comentarios. Como esto siga así, vaya mañanita me espera..

***

Salí del trabajo una hora antes ya que hoy era mi día libre y ni si quiera me había acordado así que mañana será mi día libre. Paré frente a una librería para comprar un libro nuevo que leer. Los exámenes comenzarán pronto y es muy difícil que pueda leer y es algo que me pone de mal humor por que me encanta leer. Para muchos leer no significará nada pero yo no soy persona si no leo. Si no tengo tiempo durante el día tengo que leer antes de dormir, es una manía que tengo desde pequeña, creo que en eso me parezco a mi madre. Meterme en el papel de los personajes es algo que me fascina aún sabiendo que son personajes ficticios.

Después de comprarme un libro fui a la pizzería a comprar la cena y sorprender a Lydia y últimamente Adam y Alex se quedan a cenar todas las noches. Mierda, Alex seguramente esté en casa y seguramente hará cualquier tontería para que lo perdone pero esta vez será diferente, lo ignoraré y ya. Cuando llegué aparqué el coche como siempre y subí a casa.

-Hola. -dije cuando entré llamando la atención de Lydia y Adam-. Traigo pizza.
-Genial, no tenía ni chispa de ganas de cocinar ahora -dijo Lydia riendo-.
-Hola Kelly. -dijo Alex cuando salió del baño, yo solo lo ignoré y me fui a la cocina a coger los platos para poner la mesa-. Kelly. -volví a ignorarlo cuando me siguió hasta allí-. Hazme caso -lo miré y cuando iba a irme me cogió del brazo-. No pases de mi, por favor. -me quedé quieta mirándolo-. Lo siento, de saber que te ibas a poner tan celosa no te la hubiese presentado. -¿ha dicho celosa?-.
-¡Pero celosa de qué, pedazo de gorila! -grité. ¿Por que todos piensan que estoy celosa? ¡Me tienen harta!-. Suéltame ya.
-¿Pero por que no lo aceptas y ya? -dijo sonriendo-. Estás tan celosa como yo cuando te vi con ese tal Ryan.
-¿Estás de broma, no? -pregunté asombrada-. Sí, es una broma, sin gracia pero una broma. Lo siento Alex, no te podrías dedicar a ser humorista. -me solté de su agarre-.
-Si lo peor de todo es que no es una broma. -dijo en un susurro cuando me iba pero lo suficientemente alto para que lo oyera, solo que decidí ignorarlo de nuevo-.

Durante la cena miraba de vez en cuando a Alex y parecía ¿triste? No entiendo por que se empeña en querer explicarme y pedirme perdón todo el tiempo, estoy enfadada sí, pero no ha hecho nada malo tampoco para que esté pidiéndome perdón, puede que esté siendo un poco exagerada y por ser así pierda la amistad que tengo con él, y es algo que no me gustaría.

Después de recoger y limpiar todo me dirigía al cuarto de baño a ducharme pero antes de entrar Alex me cogió y me tenía acorralada.

-Alex sueltame -dije tranquilamente cuando quedé frente a él. Quería mostrarme tranquila pero tenerlo tan cerca sigue poniéndome nerviosa-.
-No hasta que me respondas una cosa. -dijo serio-.
-Está bien -suspiré cansada-. Pero aléjate. -el sonrió-.
-¿Te pongo nerviosa? -negué-. ¿Ni un poco? -negué otra vez-. Pues no te voy a soltar, no me fío de ti.
-Pregunta ya lo que quieras, tengo cosas que hacer.
-¿Estabas celosa? -me reí-.
-Por dios Alex, no digas tonterías.
-Respóndeme.
-No. -dije mirándolo a los ojos-. No estoy celosa ni me gustas ni nada parecido, ahora apartate. -intenté apartarlo pero fue imposible-.
-Pues tu a mi sí. -me quedé quieta mirándolo-. Desde que eras pequeña he sentido algo fuerte por ti, quería protegerte todo el tiempo y estar contigo pero tu me ignorabas y por eso siempre estaba molestandote. -iba a hablar pero mi voz no salía, no salía ni una palabra de mi boca y eso me molestaba-. Dices que no te gusto, ni un poco -negué con la cabeza pero seguía sin hablar, debe pensar que soy idiota-. Ya que no hablas vamos a hacer una cosa; te voy a besar, si te quitas sabré que no sientes nada pero si te dejas besar no podrás negar que sientes algo igual que yo lo siento por ti.

La decisión de Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora