Capítulo 14: Sensaciones extrañas

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Abrí los ojos pesadamente y apagué el despertador. Enterré mi cabeza en la almohada deseando que, por primera vez, mi cama me tragara. Me levanté muy a mi pesar y cogí mi ropa. Iba andando por el pasillo arrastrando mis pies hasta que me choqué con algo duro. Mire a ese ''algo'' que se interpuso en mi camino y estaba con una sonrisa en su rostro. Maldito idiota, ¿como hace para estar tan guapo a las 7:30 de la mañana? Aparté ese pensamiento estúpido y lo miré cuando habló.

-Buenos días. -dijo Alex-.
-¿A ti te parecen buenos? -le dije señalando mi cara totalmente seria-.
-Pareces la niña del pozo. -soltó una carcajada y le golpeé divertida en el hombro. Quizá debería molestarme su comentario pero tenía toda la razón así que solo me reí-. Corre a hacer algo con tu cara, llegaremos tarde. -cuando Alex ya estaba totalmente fuera de mi campo de visión entré al baño-.

Hice mis necesidades, me lavé los dientes y me vestí. Me miré al espejo y abrí los ojos como platos. Alex diciéndome que parecía la niña del pozo se quedaba corto, muy muy corto. Mi pelo estaba todo revuelto y enredado, bajo mis ojos tenía unas grandes ojeras y no entiendo por qué, he dormido bastante. Me eché un poco de maquillaje para disimular mi cara de muerto viviente y cepillé mi pelo quitando todos los nudos que se habían formado. Me miré de nuevo y ya estaba mejor. Me puse mi abrigo verde de pelo y salí fuera para desayunar. Cuando entré al salón todos ya estaban sentados. ¿Adam y Alex durmieron aquí? Mientras desayunaba mi móvil vibró y le eché un pequeño vistazo. Era un mensaje de ayer de Ryan, como tenía el móvil apagado me había llegado ahora.

Kelly, lo siento pero hoy no va a poder ser, he tenido un pequeño problema familiar pero te lo compensaré. Este fin de semana te invito a cenar, no me vale un no como respuesta. Un beso.

Cuando leí el mensaje me sentí un poco decepcionada. Tenía ganas de conocerlo, sé que puede ser un gran amigo. Suspiré.

No te preocupes Ryan, lo entiendo. Ya me llamas cuando quieras. :) Un besito. -contesté y dejé el móvil de nuevo encima de la mesa-.

Después de desayunar nos dirigíamos los cuatro al instituto en el coche de Alex. Todos estábamos callados y eso era raro. Adam enchufó la radio y comenzó a cantar una canción que ni él se sabía y eso nos hizo reír a todos.

Cuando Alex aparcó todos bajamos en dirección a la puerta de la universidad. Alex colocó su brazo en mis hombros y lo miré sorprendida.

-Mucha confianza estás cogiendo conmigo ya. -él rió y yo rodé los ojos-.
-Oye Kelly -volví a mirarlo cuando me llamó-. ¿Que te ha pasado mientras desayunábamos? Te ha sonado el móvil y luego has puesto cara de enfadada.
-Nada, Ryan hoy no puede quedar. -dije restandole importancia-. Será otro día de la semana aburrido. -suspiré-.
-¿Ah sí? -asentí-. Pues tengo un plan. -dijo sonriendo-.
-¿Un plan? ¿Que plan?
-Te recojo cuando salgas del trabajo. -me guiñó un ojo y se fue.-.

Pues al final no será tan aburrido el martes, me lo paso bien con Alex.

****

Estaba en la puerta de la cafetería esperando a Alex. Le había envíado un mensaje por que hoy he salido una hora antes del trabajo no se por qué razón. Debería de estar contenta por eso pero tengo una mala leche que no puedo con ella. ¿Por que razón? Por que me dan unos pinchazos en el estómago impresionantes. La regla cuando va a bajar es como esa persona que te cae fatal pero no llegáis a exteriorizar vuestra mala hostia, estáis ahí, casi pero no. Y es que a mi la regla no me viene ni me baja: me ataca. El claxon de un coche sonó haciendo que mirara a mi alrededor y dejara mis pensamientos a un lado. Alex ya había llegado. Pues genial, por que tengo un humor de perros esta tarde.

-Has tardado más de media hora. -dije cuando entré al coche pegando un portazo. Alex me miró y frunció el ceño, yo abroché mi cinturón esperando que Alex arrancara el coche, pero nada. Ni arrancaba ni nada, estaba ahí analizandome y comenzaba a ponerme de los nervios.-. ¿Vas a arrancar ya o vas a seguir mirándome como si fuera un bicho raro? -dije bruscamente. Lo que decía, la regla me pone una mala hostia que ni si quiera yo me soporto. Y lo peor de todo es que no me puedo controlar.-.
-Kelly, que si no querías quedar me lo podías haber dicho y ningún problema. -lo miré-. Sé que querías quedar con otra persona pero solo lo he hecho para que pasaras una tarde agradable. -sabía que tenía razón. Estaba siendo un poco exagerada. Pero algo me hizo reír interiormente. Él cree que es por Ryan. Si el supiera.. -.
-Lo siento es que me quedan unos días para que según mi calendario del móvil me baje la regla y por eso tengo un poquitín de mala hostia, empiezo a notarlo. -solté eso sin pensar. Alex me miró y empezó a reír echando la cabeza hacia atras-. No te rías idiota. -dije golpeando su hombro con una sonrisa-.
-¿De verdad que me dices que estás así por que te va a venir la regla? -dijo sonriendo y yo asentí-. ¿Y lo de que tienes un calendario en el móvil también? -volví a asentir y comenzó a reír de nuevo.-. Espera, espera, que asimile esta información. -lo miré mal pero el ni se percató. ¿Tan raro es? Empezaba a cabrearme que se riera a mi costa-.
-Bah, si te vas a estar riendo me voy. -dije quitándome el cinturón para salir del coche pero me cogió de la mano tirando de mí. Nuestras caras estaban muy cerca, casi tanto como la vez en la cabaña. Comenzaba a ponerme nerviosa por su cercanía pero mi yo interior decía que terminara con esa cercanía-.
-No te vayas.-sonrió y asentí. -. Lo siento. -dijo cuando me separé.-. Me resultas graciosa.. en otra me parecería lo más absurdo del mundo pero en ti me parece algo gracioso y tierno y no sé por qué, son sensaciones extrañas las que tengo contigo. -miré a Alex y tenía una sonrisa en su cara. Me estaba mirando de otra forma distinta, ¿con cariño? Sí, con cariño. Aunque nos llevábamos mal de pequeños el cariño está ahí, en el fondo, pero está. Mis mejillas se calentaron y notaba como me estaba poniendo roja. ¿Que me quería decir con eso? ¿Yo le podía gustar? ¿Aunque fuese un poquito? Me dí un golpe mentalmente dando por hecho de que eso no podía ser cierto-.
-¿Y eso es.. bueno? -pregunté algo nerviosa-.
-Buenísimo. -dijo sonriendo mientras arrancaba el coche.-.

Sonreí sin querer. Este era un Alex totalmente diferente, un Alex que solo conocí la vez que me consoló hace unos años en el patio del colegio y he de decir que este Alex no me desagrada para nada.

La decisión de Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora