La decisión de Kelly.

Capítulo 19: Comenzando a ser feliz

Lydia:

Me desperté con un dolor de cabeza tremendo. Cuando salí a la cocina a tomar un café y una pastilla, Kelly ya estaba ahí desayunando. Es un poco difícil de creer ya que ella es a la que más le cuesta despertarse y teniendo en cuenta que ayer salimos Kelly debería despertarse a las 7 de la tarde como muy temprano. Ella es así, gandula por naturaleza.

Después de una mini-charla con Kelly me fui más contenta a mi habitación. Sé que mi hermano y ella terminarán juntos por que desde pequeños sienten algo el uno por el otro aunque no se atrevan a decirlo. Cuando mi hermano y yo nos tuvimos que mudar sé que lo pasó mal por que se tuvo que ir dejando a Kelly allí, ellos empezaban a llevarse bien. Es más, puedo decir que lo pasó peor que yo. En todos estos años ha tenido muchos rollos pero nunca lo he visto como con Kelly. También tiene problemas como Kelly con mi padre por que ha decidido estudiar medicina y el todavía no lo acepta. Mi relación con mi padre es muy buena pero nos peleamos a menudo por que a mi me lo paga todo y él se tuvo que buscar la vida para pagar sus estudios, es algo que todavía no entiendo, por eso yo suelo darle dinero que mi padre me da.

Terminé casi sin darme cuenta de limpiar mi habitación y me tiré a la cama mirando al techo. Podía escuchar desde aquí a Kelly cantar y la verdad es que canta muy bien. Sonreí. ¿Habrá algo que haga mal esta chica? Adam también es bueno cantando, hemos ido mil veces al karaoke y su voz impresiona realmente. Mierda, ¿por que mi pensamiento siempre tiene que parar en Adam? Sé que no somos nada y no tengo derecho a pedirle explicaciones pero eso no significa que no me moleste verlo con otras. Mi móvil comenzó a vibrar y corrí hacia el escritorio para cogerlo deseando que fuera Adam.

-¿Si? -dije cuando descolgué la llamada-.
-¿Lydia?
-¿Frank? -dije sorprendida-.
-Si, soy yo.
-¿Que quieres? -dije bruscamente-.
-Era por si.. emm, podríamos vernos y hablar para ver que tal te va todo. -dijo nervioso-.
-No, no podemos.
-Anda, ¿y eso?
-Tu y yo lo dejamos hace tiempo.
-Te echo de menos Ly, perdóname, he cambiado. -dijo ¿triste? No, no lo creo-.
-Frank, aún no es el día de los inocentes, no intentes gastarme bromas que no tienen gracia.
-Esto va en serio, ese día no sabía que estaba haciendo. -perfecto, y tiene que recordarme lo que pasó ese día-. Yo.. iba borracho y fumado y no pensé..
-Adiós Frank. -lo interrumpí y colgué-.

¿Tiene que aparecer justo ahora? ¿Cuando mejor estoy?

-Pasa. -dije cuando oí llamar a la puerta. Miré para ver quien era y Adam estaba en la puerta asomando la cabeza con una sonrisa-.
-¿Se puede? -asentí. Entró cerrando la puerta y se sentó en la cama. Durante unos minutos estuvimos callados sin decir nada hasta que el habló-. Lo siento, iba borracho y.. -no lo dejé terminar y lo abracé-. ¿Eso es que me perdonas? -me dijo sonriendo-.
-No tengo nada que perdonarte Adam, no somos nada y fui yo la que se comportó como una cría. Lo siento, lo siento mucho, dije cosas que no pensaba pero tampoco puedo evitar que no me moleste -no sé en que momento comencé a llorar, ni me hubiera dado cuenta si Adam no me hubiese secado las lágrimas con su pulgar-.
-No llores -dijo abrazandome-. Me da igual lo que seamos, yo siempre estaré aquí.

***

Kelly:

-Tengo hambre. -dijo Alex estirándose-. ¿Que hora es?
-Son casi las 9 de la noche -dije mirando mi reloj de la muñeca-. Llevamos viendo películas desde las cinco de la tarde, estoy cansada. -bostecé-.
-Pues todavía nos quedan dos. -dijo enseñándolas-. Los ojos del mal y Saw III, la de amor supongo que la apartamos. -reí y asentí-.
-Oye, ¿y Lydia? -pregunté tirándome en la cama mirando al techo-.
-Con Adam en su habitación. -sonreí y el puso mala cara-.
-¿No te gusta que estén juntos? Por que supongo que sabes que se gustan. -se encogió de hombros y suspiró-. ¿Eso es que no?
-No es que no me guste, se me hace raro pero le vendrá bien para olvidarse del cabrón de Frank. -se acostó a mi lado mirando al techo también-.
-¿Quien es Frank? -pregunté extrañada-.
-Su ex novio. -dijo con odio-. Le ha hecho mucho daño, estuvo mucho tiempo mal y no quería hablar ni salir con nadie hasta que llegó Adam y volvió a ser la de siempre.
-¿Que le hizo?
-A parte de estar constantemente diciéndole lo que tenía que hacer y lo que no, Ly lo pilló poniéndole los cuernos.
-¡Será mal nacido! -grité-.
-Tranquila, ya recibió una paliza. -reí-.
-¿Tuya? -asintió orgulloso y comencé a reír-.
-¿De que te ríes? -dijo levantando una ceja y yo volví a reír pero antes de que hablara mi móvil sonó pero ni me moví, estaba quieta mirándolo.-. ¿Lo vas a coger o vas a seguir mirándome?
-Em sí -dije levantándome nerviosa-.

Me levanté y fui al escritorio a coger mi móvil, en la pantalla apareció el nombre de Ryan.

-¿Ryan? -dije sonriendo-.
-Hola Kelly, te llamaba por si mañana estás libre. -dijo un poco nervioso-. Te prometí que nos veríamos el finde.
-Sí, perfecto. -sonreí-. Mañana no tengo nada que hacer.
-Vale, nos vemos a las 7 en el parque que está al lado de la cafetería donde trabajas y decidimos donde vamos.
-Está bien, hasta mañana. -sonreí-.
-Hasta mañana Kelly. -y colgué-.

Volví a la cama y me paré frente a Alex y estaba frunciendo el ceño.

-¿Cenamos? -asintió-.

Salimos y Adam y Lydia estaban sentados cenando. Sonreí al verlos, son tan monos.

-Hola tortolitos. -dije cuando estaba lo suficientemente cerca para que me oyeran. Lydia me miró mal y Adam sonrió-.
-Hola idiota. -dijo Lydia-. ¿Que haciais en la habitación juntos? -levantó una ceja divertida y ahora era yo la que la miraba mal-.
-Hemos visto 3 películas de miedo. -dijo Alex poniendo los dos platos encima de la mesa para cenar.-.

La cena fue estupenda, llena de risas y bromas. La verdad es que me siento cómoda estando así con ellos y no me arrepiento de estar aquí. Creo que por fin comienzo a ser feliz, creo que tengo a alguien con quien puedo contar siempre y me siento genial gracias a ellos, sobre todo a Alex.