La decisión de Kelly.

Capítulo 23: Discusiones y reconciliaciones

Hoy hace dos semanas del beso con Alex y no me habla, dos semanas sin mirarme, sin venir a casa de Lydia, sin dirigirme la palabra, ¡dos semanas! ¡creo que me voy a volver completamente loca! Me admito mentalmente que el gorila puede gustarme (aunque todavía no está decidido) y el muy imbécil deja de hablarme. Sabía que no debía fiarme de él, que solo fue un juego y finalmente caí.

Me hallo acostada en la cama mirando al techo pensando en todo eso que llevo todo la mañana luchando por no pensar. Odio mi vida y odio a Alex, ¿por que me ha hecho esto? Mi madre siempre me decía que si queremos saber como es un hombre tenemos que fijarnos en como trata a las demás mujeres, no a ti, por que así te tratará cuando no te necesite y que si queremos saber qué quiere de nosotras un hombre debemos observar cómo te describe frente a los demás y no cómo te describe a ti cuando está hablando contigo. Y que razón. Últimamente la amistad con Alex era perfecta pero tuvo que estropearlo todo con su maldita manía de ser todo un seductor y es algo que me enfurece. La puerta se abrió de golpe y frente a mi estaba la persona que menos necesitaba y quería ver.

-Sal de mi habitación. -dije tranquilamente. No quería que notara mi enfado por no hablarme. Negó con la cabeza y sonrió. Oh esa sonrisa. No, no, no. Ya no.-. -¡Que salgas de aquí! -grite perdiendo la paciencia-.
-Deberías de pedirme perdón ¿no crees? -dijo sentándose en la cama. Lo miré con mala cara y éste sonrió-.
-¿Pedirte perdón yo? -asintió-. ¿Yo a ti?
-Joder Kelly, no es difícil de entender. -suspiro-. Tu a mi, sí.
-¡Pero si eres tu el que no me ha hablado! -me levante de la cama y me puse frente a él-. Vienes, me dices eso, me besas y adiós. ¿Quien te crees que eres? ¡Todo por mantener tu estúpida reputación de seductor! Oh no, conmigo no Alex, te equivocas. -dije negando con la cabeza-.
-¡Esperaba que fueras tu la que se acercara a mi después de eso! -gritó levantándose el también. Me quedé quieta y aparté mi mirada. No es que no rectifique nunca, si me equivoco no tengo problema en reconocerlo. PERO SI NO ME EQUIVOCO QUÉ HAGO. QUÉ. QUÉ HAGO SI NO. Ahora la culpa la tendré yo ¿no? -. Yo te dije lo que sentía y tu ni si quiera abriste la boca, tengo todo el derecho de no hablarte. Solo te di tiempo para asimilarlo.
-¿Dos semanas? -reí-. Tiempo es un día, no dos semanas. Y sigues saliendo con la rubia operada esa. -rió-. ¿Y te hace gracia? -asintió-. Serás imbécil, idiota, retrasado, mujeriego, asque...
-Ya, ya, me quedó claro. -suspiró-. Pues me voy.
-Pues adiós. -me di la vuelta y cuando esperaba que se me acercara la puerta se cerró. Me giré y Alex se había ido. Me tiré a la cama tapando mis ojos con un brazo y lancé un cojín con todas mis fuerzas hacía la puerta-.
-¡Au! -se quejó Alex-.
-¿Pues no decías que te ibas? -levante una ceja divertida-.
-Sí pero no quería irme, no sé, en las películas cuando dos personas discuten la otra suele ir detrás cuando se va pero contigo no ha funcionado. -se encogió de hombros y yo solté una carcajada, después el rió también y se tiró a la cama, justo a mi lado. Me miró y yo lo miré a él-. Siento no haberte hablado.
-Yo también lo siento. -no sé por que lo hago, simplemente echo de menos su compañía. Los dos sonreímos y el se acercó a abrazarme.-.
-Te he echado de menos. -me dio un beso en la frente-.
-Y yo a ti. -dije antes de quedarme dormida-.

Lydia:

-Lydia, dejalos que tengan intimidad. -dijo Adam por cuarta vez-.
-¡Sabía que pasaría algo entre esos dos! -dije emocionada. Se que es un poco inmaduro escuchar a tu mejor amiga y a tu hermano discutir pero sabía que si Alex no venia por aquí es por que algo había pasado entre ellos y eso me encanta. Kelly es la chica perfecta para mi hermano y mi hermano para ella. Siempre están peleándose pero al final lo arreglan y si ponen empeño estoy segura de que todo saldrá bien entre ellos-.
-Últimamente no me haces mucho caso Ly. -miré a Adam y parecía triste. Se sentó en el sofá y yo lo seguí-.
-¿Por que dices eso?
-No sé, antes pasabas más tiempo conmigo, me llamabas y me hablabas todo el tiempo, ya no. ¿Pasa algo? -si por algo te refieres a tener a tu ex novio pesado llamándote a cada segundo para volver entonces sí, pasa algo. -pensé-.
-Solo ando un poco distraída, no es nada. -sonreí y le cogí de la mano para tranquilizarlo.-.
-Sea lo que sea puedes contármelo, siempre intentaré ayudarte. -asentí en respuesta-. Y si algún día no sientes lo mismo conmigo simplemente dilo, seguiré siendo tu amigo.
-No es eso Adam, siento lo mismo, incluso más solo que últimamente.. -me calle. ¿Debería de decírselo o no?-.
-¿Últimamente que?
-Nada, no es nada.
-Dilo Lydia, no pasará nada.
-Últimamente mi ex me da mucho el follón, quiere que volvamos. -suspiré-. Solo estoy un poco agobiada.
-¿Y tu?
-¿Y yo que?
-¿Tu quieres volver? -lo miré y no sabía que contestar. Es verdad que me ha hecho mucho daño y que gracias a Adam ya estoy bien pero parece que algo ha cambiado en él y aunque tengo muy claro mis sentimientos por Adam es imposible no pensar ¿y si saldría bien? Me da miedo que pasen los meses y vuelva a sentir algo por él y tenga que dejar lo que quiera que sea esto haciéndole daño a Adam. No me lo perdonaría jamás-.
-Bueno.. no sé, no. -Adam negó con la cabeza y supe que lo había estropeado todo. Se levantó del sofá y se dirigió a la puerta. -. No Adam, espera, no quería decir eso.
-¿Que querías decir entonces Lydia? -miré hacia otro lado y notaba como las lágrimas se acumulaban en mis ojos-. Piensa bien con la cabeza por que quizá cuando él te vuelva a poner los cuernos yo ya no esté para secarte las lágrimas. -y se fue-.

Me fui a mi habitación y todas las lágrimas que estaba reteniendo las deje escapar sin importarme nada. Lydia, la has cagado pero bien.