Capítulo 28: Lo siento

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He pasado toda la tarde con Lydia en mi habitación acostada llorando. Después de la pelea con Alex esta mañana no me ha vuelto a llamar y es algo que me pone triste ya que necesito su apoyo ahora más que nunca. También he mirado por internet un vuelo urgente a Nueva York y saldrá mañana a las seis de la tarde.

-Kelly, no llores más -me dijo Lydia acariciándome el pelo-. No te culpes por el accidente, mañana estarás con él.
-No puedo Ly -sorbi mi nariz y la miré-. Y no es eso solo lo que me preocupa.
-¿Problemas con mi hermano? -asentí-. ¿Que ha pasado?
-Cuando las cosas estaban bien entre nosotros pasa esto -suspiré-. No quiere saber nada de mí.
-No pienses eso Kelly, solo está dolido, él te quiere y te esperará -asentí-. Voy a traerte una pastilla y un vaso de agua y vas a dormir, debes estar agotada de tanto llorar. -volví a asentir. Lydia se levantó y salió de la habitación. Nunca podré agradecerle todo lo que hace por mi. No sé que haría en estos momentos si ella no estuviera aquí. Volvió a entrar y me entregó la pastilla con un vaso de agua. Después de tomarmela, me recosté en la cama y Ly me tapó.-. Buenas noches cariño, descansa. Entraré dentro de media hora para ver si te has dormido. -sonreí y se acerco a darme un beso en la frente-.
-Gracias Ly.
-Para eso están las amigas. -dijo antes de salir por la puerta con una sonrisa-.

Sin ningún esfuerzo los ojos se me fueron cerrando lentamente. Dicen que antes de dormir por tu mente pasa un resumen de lo que ha sido tu día. Antes de quedarme completamente dormida por mi cabeza pasaron dos personas: Alex y mi padre.

***

Abrí los ojos rápidamente levantandome de la cama y comencé a respirar pesadamente con el corazón latiendome a mil por hora. Había tenido una pesadilla. Cuando empecé a respirar con normalidad cogí el reloj para mirar la hora y solo eran las dos de la madrugada. He dormido solo una hora. Me levante de la cama y me puse las zapatillas y mi bata para ir a la cocina a por un vaso de agua. Prefiero no dormir a volver a imaginarme el accidente. Bebí agua, volví a dejarlo en su sitio y cuando estaba dispuesta a volver a la cama choque con algo duro. Bueno, más bien alguien. Miré a Alex que a pesar de la oscuridad sabía perfectamente que era él. Alex también tenia la mirada puesta en mi. Después de ver que el no se decidía a hablar, hablé yo.

-¿Que haces aquí? -le pregunté deseando que me dijera que ha venido a arreglar las cosas-.
-Estaba lloviendo mucho y he decidido quedarme aquí a dormir, iba a por un vaso de agua yo también. -asentí y me aparté para que pudiera pasar-. Tienes los ojos muy hinchados, deberías irte a dormir.
-Buenas noches. -dije cuando pasé por su lado, él solo se alejó más y me dejó pasar así que seguí mi camino-.

Cuando entré a la habitación cerre la puerta de mala gana. Será idiota. Oí como alguien se quejaba de dolor al otro lado de la puerta. Alex. Abrí la puerta y lo encontré con las manos llenas de sangre sujetando su nariz.

-Mierda Alex, ¿que te ha pasado? -dije acercándome a él-.
-Me has cerrado la puerta en la cara, bruta. -reí. Asi que si me ha seguido. Él sonrió.-. Es la primera vez que te ríes en todo el día.
-Anda pasa a mi habitación, idiota. -dije negando con la cabeza-.

Mientras lo curaba y le ponía algodón lo miraba asombrada. Es realmente guapo. Es uno de esos hombres que tienes de él una imagen totalmente equivocada a la que realmente es. Y ahora entiendo cuando mi madre me decía que antes de juzgar a una persona por las apariencias hay que conocerla. Una persona que lleve traje y tenga una apariencia perfecta no tiene por qué ser mejor persona que un vagabundo. Y eso es lo que pasa a menudo en todo el mundo, nos dejamos llevar por apariencias y nos negamos a conocer a las personas simplemente por que tenemos en mente que por su físico o por su apariencia no serán buenas personas pero una vez que los conoces te llevas una sorpresa enorme y te das cuenta de lo equivocada que estabas. Eso pasaba con Alex. Lo que ves a simple vista de él es su físico. ¿A quién no le gustaría un chico asi? Cualquiera caería a sus pies al minuto de conocerlo pero te echa para atrás su apariencia. Aparenta ser un engreído mujeriego que cuando conoces como es verdaderamente te das cuenta de que él es todo corazón. Es una persona que si sabes como llegar a él, te dara todo lo que tenga para que seas feliz aunque él se quede con las manos vacías. Eso para mí, es una persona maravillosa que no quisiera perder por nada en el mundo.

-Lo siento Kelly. -dijo sacándome de mis pensamientos-. Lo siento por haberte tratado así esta mañana pero pensar que puedes llegar a ser feliz sin mi o que yo puedo llegar a ser feliz sin ti, me duele o me aterra, no lo tengo muy claro. -suspiró-. Quiero estar contigo, Kelly pero necesito que me prometas que volverás. Necesito que vuelvas, no puedes dejarme aquí solo ahora que las cosas marchan bien -lo miré a los ojos y los tenía llorosos. Me acerqué a él y lo abracé.-. Necesito que me lo prometas. -me separé de el y lo miré a los ojos-.
-Te lo prometo Alex. -cogió mi cara entre sus manos y de no ser por que Alex me limpió las lágrimas ni me hubiera dado cuenta de que había comenzado a llorar. Se acercó lentamente a mi y me besó.-.

No sabremos que ocurrirá pero al menos no nos quedaremos con la duda de haberlo intentado.

La decisión de Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora