Capítulo 22: ¿Que ha pasado?

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-Dices que no te gusto, ni un poco -negué con la cabeza pero seguía sin hablar, debe pensar que soy idiota-. Ya que no hablas vamos a hacer una cosa; te voy a besar, si te quitas sabré que no sientes nada pero si te dejas besar no podrás negar que sientes algo igual que yo lo siento por ti. -comenzó a acercarse a mi y mis piernas puedo jurar que parecen gelatina. No me puedo mover, no puedo hablar, no puedo hacer nada. Puede ser por que lo quieres tanto como el -dijo mi yo interior pero la callé inmediatamente, no tengo tiempo de discutir conmigo misma. Dios Kelly, ¡reacciona! Cogió mi cara con ambas manos y sonrió, rozó sus labios con los míos y termino con la poca distancia que había entre nosotros. Me besaba de manera lenta, dulce y con cariño y yo tengo la sensación de estar flotando, como si nuestros labios encajaran perfectamente-. Buenas noches. -dijo cuando se separó de mi, antes de irse me sonrió.-.

¿Que acaba de pasar? Aún sigo aquí parada mirando por donde se ha ido como una tonta. ¿Esto es real? ¿Realmente ha pasado? Le acabas de dejar a Alex que te bese y no has puesto ningún impedimento y por si fuera poco le acabas de demostrar que si sientes algo, por pequeñito que sea, sientes. Y quizá todos tengan razón y Alex me guste, pero nunca lo admitiré, será un pequeño secreto entre vosotros y yo.

***

Mi despertador sonó dándome a entender que es la hora de levantarse. Lo apagué de mala gana y me levante de la cama. Cuando estaba en el aseo y me miré al espejo casi me caigo al suelo. Anoche no pude pegar ojo por culpa de Alex y esta mañana no parece que vaya a ser diferente.

Salí a desayunar y Lydia y Adam estaban riéndose de no sé que cosa, cuando me vieron me saludaron.

-Que mala cara tienes -dijo Lydia-. ¿Estás enferma?
-Me encuentro un poco mal, sí, me duele em.. la cabeza -dije nerviosa-. Tampoco he dormido mucho, he pasado mala noche, casi no dormí. -Alex entró por la puerta y me miró. Comencé a ponerme nerviosa y las manos me sudaban ¿y ahora que me pasa?-.
-¿Quieres quedarte y descansar? -dijo Lydia dulcemente-. Se nota que estás mal, tienes cara de enferma. -reí y asentí-. Desayuna y vuelve a la cama. -se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla-. Vamos, llegaremos tarde.
-Tienes cara de haberte quedado toda la noche despierta teniendo una lucha interna por lo del beso -me susurró en el oído y volví a ponerme nerviosa, cuando iba a decirle algo me interrumpió-. Tranquila, a mi también me gustó. -me dio un pico y se fue-.

Y otra vez me quedo como tonta mirando la puerta de la entrada como si fuera lo más importante del mundo para ver, vamos. Me tiré al sofá y puse mi brazo sobre mis ojos. ¿Por que ha tenido que pasar esto? ¿Esto será lo que sienta cada vez que lo vea? Por que es molesto totalmente. Es como si fuera muda y no me pudiese mover, Alex me deja así. Antes del beso me negaba a creer que podía gustarme, pero si sigo negandomelo ¿que mierda es esto que me pasa ahora? ¿No podía seguir todo así, como estaba?

Entonces una luz se encendió en mi cabeza: es un juego de Alex. Un juego en el que he caído como una idiota. ¡Maldito cabrón! Se me había olvidado por completo que es un mujeriego y todo un semental que solo busca ratos de diversión, nada más. Pero si se cree que yo se los voy a dar está muy pero que muy equivocado. O quizá no lo esté.

Para olvidarme un poco de este cacao mental me puse la música a todo volumen e hice una limpieza a fondo por toda la casa mientras bailaba y cantaba. Creo que uno de los mayores placeres de la vida es estar sola, puedes hacer lo que te de la gana sin importar si haces o no el ridículo. Afirmo, estar sola es uno de los mayores placeres del mundo.

Cuando terminé de hacer todo miré la estantería donde estaban todas las películas y escogí una: El diario de Noa. Os he dicho miles de veces que no me gustan las películas pastelosas ni ñoñas pero es como creo que me siento hoy. Fui a la nevera a por mi helado de chocolate y cuando estaba todo listo para verla mi móvil vibró, lo miré y tenía dos mensajes, los abrí y uno era de Ryan y otro de Alex.

Ryan:
Kelly, ¿te apetece salir hoy conmigo? Vamos al cine o a donde quieras, contestame cuando puedas. Un beso:)

Lo leí y decidí no contestar, al menos no en este momento en donde mi cabeza solo sirve para pensar en Alex, Alex y más Alex, después contestaré.

Alex:
Echo de menos tu cara zombie por la Uni aunque bueno, después del beso sé que no puedes ni articular palabra. Que sepas que ayer me dejaste claro que sí sientes algo por mí :P

Vaya engreído, como sabe lo que tiene que decir y hacer para ponerme nerviosa, menos mal que no está aquí. Si se cree que conmigo lo tiene todo ya hecho las lleva claras, por que que me guste (y aún no tengo claro si me gusta) no quiere decir que vayamos a tener una relación ni que esté todo el pescado vendido. También digo y afirmo que si quiere jugar, yo jugaré mejor que él. Decidí ignorar también a Alex y prestarle atención solo a la película y a mi tarrina de helado. He tenido ya hoy suficiente pensando en Alex continuamente para estar pensando más tiempo. Disfrutaré de la mejor compañía que puedo tener hoy: yo misma.

La decisión de Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora