Capítulo 7: ¿Estás de broma?

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Abrí los ojos pesadamente y apagué el despertador. Me levanté y me puse mis zapatillas y mi bata. Hacía un frío realmente molesto. Cogí mi ropa interior y la ropa que usaría hoy y me dirigí al baño a darme una ducha rápida. Cuando salí un olor a tortitas invadió mis fosas nasales.

-¡Buenos días! -gritó Lydia desde la cocina-. ¡Ven a desayunar, hay tortitas! 

-Buenos días. -dije con una sonrisa cuando llegué a la cocina para sentarme-. Que bien huele. -dije cuando Lydia dejó el plato con dos tortitas y un vaso de leche caliente. Nunca me ha gustado el café, prefiero un vaso de leche caliente con Nesquik.-.

-Tu plato favorito. -sonreí agradecida-.

Ya han pasado dos semanas desde el incidente del hotel y desde que Lydia me abrió las puertas de su casa. La verdad es que no puedo estar más agradecida con eso. Cuando le conté a mi tía lo que había pasado se puso como loca, y quería que inmediatamente volviera a Nueva York. También hablamos sobre mi padre y me dijo que él realmente lo está pasando mal y me sentí la peor hija del universo. ¿Debería llamarlo? La verdad es que tengo la cabeza hecha un lío. Hoy hace 10 años que mi madre nos abandonó y la verdad que eso me pone un poco de mal humor. ¿Por qué tengo que empezar el día con estos pensamientos? Solo hacen que el día empiece de pena. Volví a la realidad cuando una mano pasó por delante de mi cara repetidas veces.

-¿Que? -dije distraída-.

-Kelly siempre andas distraída, ¿se puede saber en que piensas? -preguntó Lydia dulcemente. No me di ni cuenta de que se había sentado a mi lado. -.

-En nada. -dije volviendo a dar vueltas a mi vaso de leche. Si tu supieras.. -.

-Le has dado 100 vueltas a la leche ya, probablemente esté fría. -rió y yo reí con ella-. Decía que si querías Nocilla con las tortitas. -asentí y ella se levantó para ir a cogerlo-.

No es que no confíe en ella, es que no me siento preparada para contarle las cosas que me han estado pasando toda mi vida. Ni a ella ni a nadie se lo contaría. Empezarían a tratarme de manera distinta por mi pasado y prefiero que las cosas sigan así. No me gusta que nadie me tenga pena.

-Aquí tienes. -cogí el tarro de Nocilla, me eché en las tortitas y empecé a comer. Estaban buenísimas.-. ¿Kelly?

-¿Si? -dije dejando de comer para mirarla-.

-Me puedes contar lo que sea, lo sabes ¿no? -asentí-. Hoy nos llevará mi hermano. -me sonrió antes de irse a su habitación-.

****

Cuando salí por fin de mi insoportable y cansado día de clases cogí el móvil para llamar a Lydia para saber donde estaba para volver a casa y fruncí el ceño cuando vi un mensaje de un número desconocido.

Fea, llevo ya 10 minutos esperándote en la puerta, como tardes un solo minuto más me voy de aquí sin tí. Mi hermana tiene que quedarse una hora más.

¡Genial! Que mejor manera de alegrarme el día que tener que irte con el ser humano que más odias en todo el planeta. Suspiré. Venga Kelly, podrás aguantarlo, son solo 10 minutos de camino y tendrás toda la tarde para tirarte en el sofá para ver películas de terror. Sí, cuando estoy de bajón veo películas de terror, nada de películas románticas para llorar. La gente que ve películas románticas cuando tienen un mal día o cuando su pareja los deja o simplemente tienen alguna estúpida pelea son masocas. ¿Por que torturarte con películas tontas sobre lo estupendo que es el amor?

-¡¿Vas a montar ya o me voy?! -gritó el gorila y yo rodé los ojos-.

Cuando llegué me miró con cara de pocos amigos y sin decir nada más arrancó el coche. Estúpido engreído que se cree que el mundo gira alrededor suyo. Fijé mi vista en la ventana y sonreí. La verdad es que Madrid es realmente bonita. Mi madre antes de abandonarnos siempre soñó con vivir aquí y mi padre comenzó a ahorrar para tener el dinero suficiente para cumplir su sueño. Mi padre estaba loco por ella, llevaban juntos desde el instituto y siempre me habían contado que fue amor a primera vista. Me encantaba cuando mi madre me contaba como se enamoró de papá y como él era con ella. No era de los típicos chulos que se creen que pueden tener a las chicas con solo chasquear los dedos y ya estarían besando el suelo por donde pisan. Él era un hombre romántico, que cada día le llevaba una rosa cuando quedaban. Mis abuelos, los padres de mi madre, nunca aprobaron su relación y dejaron de lado a mi madre pero ella siempre decía que no le importó por que con mi padre lo tenía todo. Yo sabía que estaban enamorados solo por como se miraban. Mi padre la miraba como si fuera la única mujer en el mundo y mi madre lo miraba con admiración. Después todo comenzó a ir mal y para mi madre la mejor opción fue abandonarnos a pesar de que ella nos prometió nunca dejarnos solos viniera lo que viniera. Por eso no creo en promesas ni mucho menos en el amor. No me di cuenta de que ya habíamos llegado a casa, limpié rápidamente las lágrimas que se me escaparon y salí del coche sin despedirme. 

Llegué a casa y cerré la puerta de un portazo. No me iba a deprimir más de lo que ya estaba así que entré a mi habitación, me puse el pijama y me hice un moño. Hoy era mi tarde libre en el trabajo. Fui a la cocina e hice palomitas para mi tarde de maratón de películas de terror. 

-¡Bu! 

-¡Ahhhh! -grité del susto y el especimen que estaba parado frente a mi comenzó a reírse a carcajada limpia.-. ¡¿Que coño haces tu aquí?!

-Es la casa de mi hermana, ¿no puedo venir cuando me de la gana? -dijo poniéndose cerca de mi cara-.

-¿Estás de broma? ¡¿No me puedes dejar en paz ni un puto segundo o que?! -grité pero esta vez de enfado-.

-¿Pero por que eres tan amargada? Para estar aquí con esa mala leche te hubieras quedado en Nueva York. -dijo separándose de mí-. 

-¿Y por que eres tu tan gilipollas? -rió-.

-¿Eso es todo lo que tienes que decirme? Me ofendes, Kelly. Al menos a mi no me abandonaron por ser insoportable por que seguro que tu madre te abandonó por eso. -inmediatamente mi mano impactó en su mejilla y se quedó con la boca abierta. Esta vez se había pasado y no iba a permitir que me tratara así. Demasiado he soportado estas dos semanas con él-.

-¡Vete de aquí ya! -dije mientras me caían las lágrimas de la impotencia-.

-Lo siento Kelly yo no..

-¡Vete! -lo interrumpí-. No me vuelvas a hablar en tu vida, ¿entiendes? Eres un cabrón de mierda sin sentimientos. No me conoces y no conoces nada de mi vida, así que no opines sobre mi carácter. Yo no quiero tener nada que ver contigo, creo que te lo he demostrado estas dos semanas donde he estado ignorándote completamente. Haz tu lo mismo conmigo. Es increíble que tu y Lydia seáis hermanos. -y me fui a mi habitación-.

Genial, había conseguido terminar de joderme todo lo que quedaba de día. Es un cabrón, egocéntrico, sin neuronas. ¿Como pueden ser Lydia y él hermanos? Ella tan amable y buena y él tan retrasado y cabrón. ¿Como se atreve a hablar de mi vida sin saber ni una mierda de ella? Justamente hoy decide opinar sobre mi. Quizá soy insoportable con él por que lo odio ¿o es que todavía no se ha dado cuenta? Desde que he llegado se ha encargado de que mi vida sea un infierno y todavía no entiendo por qué, es decir, yo no le he hecho nada. Llegué aquí con muchas ganas de una nueva vida pero a veces pienso que no me compensa, aquí todo sigue yendo mal. Sequé mis lágrimas y me levanté para ir a la cama. Me quedé dormida con una frase en la cabeza.

''Al menos a mi no me abandonaron por ser insoportable por que seguro que tu madre te abandonó por eso''.







La decisión de Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora