Capítulo 5: Primer día de clase

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Ya ha pasado una semana y comienzan las clases. Hoy es el primer día en la universidad y siendo sincera estoy un poco nerviosa. He quedado con Lydia para ir juntas a la universidad por que me pilla de paso. Me desperté a las 7:00 y como cada día me di una ducha rápida sin lavarme el pelo. Cuando salí de la ducha me puse la ropa interior y de ropa unos vaqueros con un jersey blanco ni muy ancho ni muy estrecho y mis botas marrones. El pelo me lo dejé suelto y me lo cepille dejandomelo natural. Cogí mi abrigo verde, mi bolso y mi carpeta por si había que apuntar cualquier cosa. Me monté en el coche y me dirigí al departamento de Lydia ya que habíamos quedado un par de veces y me había llevado allí.

Cuando estaba en la puerta ella ya estaba allí y corrió hacia mi coche.

-¡Buenos días guapa! -dijo emocionada cuando entró y dejó un beso en mi mejilla. Vaya, que energía tiene esta chica por la mañana temprano y arranque el coche.-. ¿Emocionada por el primer día de uni?
-Menos que tu seguro -reimos-.
-Pon algo de música, este coche está muy triste. -dijo encendiendo la radio y comenzó a cantar y bailar una canción que no sabía cual era exactamente y yo comencé a reír sin poder parar-.
-Que mal cantas -dije entre risas. Es la primera vez que me río tanto desde que llegué-.
-Lo sé, no se puede tener todo en la vida -dijo guiñandome un ojo y yo negué la cabeza divertida-.

Cuando llegamos, cogí mi bolso y mi carpeta del asiento trasero y fuimos a secretaria a por nuestro horario ya que habíamos llegado 10 minutos antes. Lydia paró de repente delante del gorila del chico del taxi y el le dio un beso en la frente cariñosamente. Cuando Lydia volvió me sonrió. Llegamos a la clase, nos sentamos juntas en las mesas de en medio y después de unos minutos hablé.

-¿Sois novios? -le pregunté y al instante me arrepenti-.
-¿Quien?
-Tu y el gorila -fruncio el ceño y rode los ojos-. Tu y Alex, boba. -y comenzó a reír-. ¿De que te ríes?
-¿En serio Kelly? Tampoco han pasado tantos años para que no recozcas a nadie eh -dijo riendo-. Es mi hermano, os llevabais fatal cuando erais enanos. ¿Te acuerdas ya? -la miré sorprendida-.
-¿Alex? ¿Tu hermano Alex es ese gorila? -asintió -. Vaya.. -dije sorprendida.
-Es un egocéntrico mujeriego pero con buen fondo -sonrió-. Estoy deseando que llegue una mujer y se centre por que a este paso..
-¿Que estudia? -pregunté-.
-Medicina -asentí y cuando entró el profesor nos callamos-.

Cuando el profesor empezó a hablar cosas sin sentido, desconecté. El primer día de clases es un rollo. Mi pensamiento fue a parar en Alex. ¿Ese era el Alex que yo conocí? Antes era muy.. diferente. Antes cuando quería era un niño dulce y a veces daban ganas de darle besos hasta cansarte y ahora es un mujeriego, egocéntrico, gorila, sin neuronas y podría pasarme así horas. ¿Que se cree por ser atractivo? No es para tanto. Estoy segura que tiene a media universidad detrás de él rogándole por tener una noche con él. Patético. No se que da más asco de todo, él por ser así o las tías por dejarse tratar como una colilla en el suelo. De repente un recuerdo llegó a mi mente.

-Flashback-

Salí corriendo del colegio mientras lágrimas corrían por mi mejilla. Me dolía mucho todo el cuerpo por la paliza que me dio mi padre anoche. ¿Que clase de padre es? ¿A caso no le importa el daño que me causa? Me senté a la sombra de un árbol y me apoye en él. No creo que pueda aguantarlo mucho más, solo tengo 11 años y son palizas diarias. No quisiera abandonar a mi padre como lo hizo mi madre, sería injusto por mi parte hacerle eso pero a veces desearía ser mayor e irme sin mirar atrás, dejar todo lo que me hace daño. Apoye la cabeza en mis rodillas y me dejé llevar por las lágrimas.

-Fea, eres pequeña para estar saltándose clases ¿no crees? -dijo una voz muy conocida para mí. Otra vez Alex. No estaba para bromas, hoy no-.
-Dejame en paz. -dije molesta-.
-¿Que le hace a una niña ser tan amargada? Vaya genio. -me levanté y lo empuje con todas mis fuerzas-.
-¡Vete! -grité mientras me caían las lágrimas-. ¡Deja de molestarme de una vez! -me giré para irme pero me cogió del brazo, cuando volví a mirar en su dirección sus brazos me rodearon. ¿Alex me estaba abrazando? Inconscientemente le devolví el abrazo y comencé a llorar pero esta vez más fuerte-.
-Shh, tranquila. No llores, estoy aquí contigo. -dijo dulcemente apretándome más contra él. Poco a poco se fue separando de mí, me sonrió y me cogió de la mano llevándome al árbol donde estaba sentada.-. ¿Quieres hablar? -negue-. Esta bien. -y rodeó con su brazo mis hombros atrayéndome a él de nuevo. Estaba sorprendida por su actitud, siempre solía gastarme bromas. Apoye mi cabeza en su pecho y rodee con mis pequeños brazos su cintura. Cerré los ojos, estaba realmente cómoda.- No estas sola, no dejaré que te hagan daño. -besó mi frente y sonreí. No sé por que razón pero le creí-.

-Fin del flashback-

-Kelly -una voz me hizo despertar. Miré a Lydia que pasaba una mano por delante de mi cara. Le sonreí -.
-¿Que decías? -pregunté inocentemente-.
-Decía que ha terminado la clase y tenemos que ir a Literatura pero se te veía feliz pensando -rió-. ¿En que pensabas?
-Nada importante -dije levantándome de mi asiento. Recogí mis cosas y nos fuimos a la siguiente clase, mi favorita-.

****

Cuando salía del instituto llevé a Lydia a su casa y me dirigí al hotel, el primer día siempre es agotador. Me paré en un semáforo y miré hacia mi izquierda y una moto paró a mi lado. ¿Por que me lo tengo que encontrar en todos sitios?

-Cambia esa cara de culo un rato, parece que estás oliendo mierda todo el día. -dijo riendo. Egocéntrico. Le saque el dedo de en medio y volví a conducir-.

Llegue al hotel y vi a varios coches de policía en la puerta. ¿Que habrá pasado? Espero que algo sin importancia. Aparque el coche y me acerque rápidamente.

-¿Que ocurre? -pregunté a un señor que estaba fuera-.
-Han robado dinero, en todas las habitaciones. Debes ir a ver si te falta algo y tenemos que recoger nuestras cosas por que no podemos quedarnos aquí hasta que no sepan quienes han sido.
-Mierda. -dije-.

¿Ahora donde iría? Y peor aún, ¿como voy a sobrevivir sin dinero? Me senté en una acera y comencé a llorar. ¿Yo es que nunca voy a tener buena suerte en la vida?  Quizá no fue tan buena idea venir aquí.

La decisión de Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora