Capítulo 29: Últimas horas juntos

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- Kelly -oí como me llamaban pero me negué a abrir los ojos-. Kelly, vamos, despierta. -abrí un ojo y vi a Alex que estaba sonriéndome-. Vamos a pasar las pocas horas que nos quedan juntos.
-¿Donde vamos?
-Sorpresa. -sonreí-. Venga, levántate. Desayunamos fuera. -me levanté y miré a Alex que no se había levantado-.
-¿No te vas a levantar?
-¿No se te olvida algo? -dijo poniendo cara triste y negué-. No me has dado un beso. -me acerque rápidamente a él y le di un corto beso y me fui corriendo al cuarto de baño a arreglarme-.

Antes de arreglarme llamé a mi tía para ver como seguía mi padre y todo sigue igual, al menos no ha empeorado.

Me mire al espejo y mis ojeras podían tocar el suelo. Me eche un poco de maquillaje y peine mi pelo. Terminé de vestirme y salí para encontrarme con Alex.

Salimos del apartamento y bajamos hacia la cochera para ir donde sea que haya planeado Alex ir. Unos diez minutos después estaba bajando la ventanilla ya que en el coche hacia un calor infernal y me sacudi el pelo. Alex me miró y sonrió. Subí el volumen de la radio y comencé a cantar, es algo común en mi, casi como un impulso. Desde pequeña me encanta cantar, no lo hago mal pero tampoco especialmente bien.

-¿Cantas? -me interrumpió-.
-En la ducha. -Alex rió y yo seguí cantando-.
-Para cantar solo en la ducha no lo haces nada mal. -sonreí-.

El resto del camino cantamos juntos y disfrutamos del viaje. He de decir que Alex no podría dedicarse a cantar pero he pasado un buen rato.

Alex paró el coche y cuando bajé miré donde me había traido.

-¿No es muy temprano para ir a la playa?
-Es verdad -asintió-. ¿Pero que hay de malo?

No respondí a su pregunta y me quité los bambos yendo hacia la orilla.

-Nos hemos saltado el desayuno por eso he preparado algo de comer. -dijo estirando una toalla y colocándola en la arena. Me senté y puso frente a mi lo que había preparado. Él imitó mi acción y se sentó ami lado.-. Tardé siglos en hacer algo comestible sin quemar la cocina así que espero que te guste. -reí-.
-¿Que se supone que es? -dije mirando la comida-.
-Son spaguetis, Kelly. -solté una carcajada y el me miró mal. No tiene pinta de spaguetis precisamente-. Si están malos puedes decirlo sin problema. -asentí y probé un poco de ''spaguetis". Si no tienen pinta de ser spaguetis imaginad el sabor. Intenté que no se notara mucho y sonreí forzadamente-. Están malos. -negué intentando tragar-. Que sí, que están malos. -volví a negar-. Se te nota en la cara, Kelly.
-De verdad, no están tan malos.. -Alex probó un poco y puso mala cara-.
-¿Tu crees? Ami me dan arcadas. -hizo como que iba a vomitar y yo reí-.
-La verdad es que no eres el mejor cocinero. -sonreí-. Después vamos a comer pizza.
-¡Ves! ¡Me estabas mintiendo! -puso voz de niño pequeño y reí-.
-¡Oh, vamos Alex! No seas exagerado. -rió-.
-Está bien, está bien. -me miró y alzó las cejas varias veces-.
-¿Que estás pensando, Alex? -se acercó ami y comenzó a hacerme cosquillas-. ¡No.. para! ¡Alex! -dije entre risas-.
-No, son tus últimas horas aquí y tienes que pasarlo bien. -lo miré y sonreí-.
-Gracias Alex. -rodee su cuello con mis brazos-.
-Aún queda una sorpresa. -dijo sonriendo-.
-¿Que sorpresa?
-Por algo se llama sorpresa. -me guiñó un ojo y golpee suavemente su hombro-.
-Vamos Alex, dímelo. -negó con la cabeza-. Alex. -volví a decir y negó otra vez. Alex se sentó y fijó su mirada en el mar. Tenía el ceño fruncido. ¿He dicho algo malo? Me levanté y me volví a sentar sobre sus piernas y lo miré-. ¿Que ocurre?
-No quiero que te vayas. -le sonreí y me dio un beso en la frente-.
-Yo tampoco quiero irme Alex.

***

-¿Entramos? -dijo Alex cuando aparcó frente a la cafetería donde trabajaba-.

Con todo lo del accidente se me ha olvidado completamente avisar a Carmen de que tendré que dejar la cafetería por un tiempo. Aunque si contratara a otra persona lo entenderia. Asentí como respuesta y Alex me dio un corto beso en los labios. Salimos del coche y cuando entramos a la cafetería Carmen salio rapidamente de la barra y se lanzó a abrazarme, cosa que me dejó sorprendida pero le devolví el abrazo.

-Kelly, ¿donde te habías metido? Me tenías preocupada, cariño. -dijo riñendome. Carmen no ha podido tener hijos pero si tiene novio, por eso siempre me trata como trataría a su hija. Nunca me había dado un abrazo hasta hoy. Me recuerda mucho a mi madre en los gestos que hace y su voz tan dulce. Mi madre era capaz de calmar cualquier dolor que pudieras tener solo con decir una palabra-.Tendrás que darme tu número de teléfono para poder contactar contigo. -Asentí-. ¿Este chico quien es?
-Es..
-Soy su novio. -me interrumpió y yo sonreí. Es la primera vez que lo dice.-.
-Cuídala o te cortaré en pedacitos. -Alex y yo reimos-. ¿Por que no viniste a trabajar ayer?
-Bueno.. -Alex me dio un apretón de hombros en señal de apoyo y yo respiré hondo-. Ayer me enteré de que mi padre tuvo un accidente y me tendré que ir a Nueva York un tiempo.
-¿Cristopher ha tenido un accidente? -fruncí el ceño-.
-¿Como sabes el nombre de mi padre si nunca te he hablado de el?
-Si, me hablaste de él un par de veces. -asentí no muy convencida-. No hay problema, vete tranquila cielo.

Después de hablar con Carmen volvimos al coche. Miré a Alex y se veía pensativo.

-¿En que piensas?
-Tenemos que ir al aeropuerto ya. -suspiré-. Odio las despedidas.
-Esto no es una despedida. -agarré su mano y sonreí-. Nos vemos pronto, Alex. -se acercó ami y juntó nuestros labios en un suave y tierno beso-.

La decisión de Kelly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora