La semana paso lenta. Yo me volví unos días a mi casa y aunque a los chicos los veía siempre, hubo ratos en los que no sabía que hacer. Era viernes por la noche y estábamos en mi casa preparando las cosas ya que en la madrugada del sábado partíamos para la costa.
Suena el timbre.
-Debe ser Agus.
Fui a abrir y sí, era él. Pasó, saludó y se sentó en el sillón.
- ¿Me despiertan cuando hay que irnos?
-Nos vamos en un ratito, así que no te duermas.
-Ok, mamá Jenny.
-Deja de dormir, cerdo.
Le dije.
-Antes te encantaba dormir conmigo, ¿te acordas?
-Claro que me acuerdo.
Siempre fuimos los tres tan amigos que no teníamos problema hasta en dormir juntos. Creo que lo he visto más veces a Agus que a Julián en calzoncillos, y la confianza era tal que sabíamos que jamás pasaría nada. Me reí ante el comentario, y Jenny también lo hizo, pero parece que a Juli no le causo mucha gracia.
Lo agarré de la mano y fuimos al cuarto.
- ¿Vas a empezar a hacer esas caritas desde ahora?
- ¿Cuáles caritas?
-Estas.
Y lo imité. Iba a aclararle que no éramos novios ni teníamos un compromiso serio pero pensé que iba a ser para problemas.
- ¿Cuándo hice esa cara?
-Cuando Agus dijo que me encantaba dormir con él.
- ¿Y te gustaba?
-Sí, claro que sí. Somos prácticamente hermanos.
-Ah bueh.
Amago para irse. Lo tomé rápidamente del brazo y antes de que pueda decir una palabra lo besé. La verdad es que no nos habíamos besado mucho en estos días, así que lo disfruté. Tome su pelo y lo acaricié mientras lo besaba. El pegó rápidamente sus caderas a las mías y me sostenía de la cintura tan fuerte que parecía que iba a romperme. No sé como llegamos a la cama, caí de espaldas con él arriba mío y mi primer instinto fue enredar mis piernas en su cuerpo. Saqué su remera lo más rápido que pude y mientras acariciaba su espalda él me besaba el cuello. WHOW.
- ¡Chicos, nos vamos!
Grito Jenny. Casi por instinto nos separamos. Nos miramos y vi fuego en sus ojos.
- ¿Esta chica no sabe que yo soy varón? ¿Que no oculto las cosas tan rápido como ustedes?
Salió de arriba mío y se acomodó el pantalón. Yo largué una carcajada.
-No te rías, mala.
-No quiero que tengas problemas con Agus, ¿dale?
-Si cada vez que los tenga me vas a frenar así, agarrate.
Reí.
-Porfa.
-No tengo problemas con él, me cae bien. Soy un ¿toque celoso?
- ¿Un toque?
-No se habla más del tema chau.
Y se fue mientras se ponía su remera. Me reí otra vez ante el 'chau'. Creo que era mejor que el 'no quiero hablar más'. Volví al living. Agus seguía tirado en el sillón y Jenny renegaba con él. Juli estaba en la cocina, fui para allá y antes de que pueda hablar, lo hizo él:
-Perdón, no quiero que dejes de tener la relación que tenes con tus amigos.
- ¿Pensaste que iba a dejar de hacerlo por vos?
Me hice la irónica y el se rió. Me dio un beso y fuimos con los otros.
-Ayúdenme a levantar a este gordo, Dios.
Jenny seguía haciendo fuerza con él.
-Agus, mi amor.
Le dije y me miró.
- ¿Te querés quedar?
Se levantó de un salto. Jenny me choco la mano.
-Buen plan.
Una hora más tarde ya estábamos en viaje. Juli había querido manejar primero, pero por suerte los cuatro manejábamos e íbamos a turnarnos para que nadie se canse.
Finalmente solo manejaron los chicos, el viaje no era tan largo. ¿4 horas? Sí, después de cuatro horas, llegamos. Aún era de noche.
Le indiqué el camino a Agus, que estaba manejado, y después de unos minutos estábamos bajando las cosas.
-Whow, es grande.
Acomodamos un par de cosas y las demás las dejamos sobre un sillón. Rápidamente buscamos un lugar para acostarnos. La casa tenía como cinco habitaciones en la planta alta. Agus se acostó en una pieza y Jenny encontró otra. Escuché a Juli entrar a una habitación y lo seguí. Cuando entre ya estaba en cuero acostado. En serio, a este chico abría que estudiarlo. ¿Cuántas horas el día tendrá puesta su remera? Me miró.
- ¿Qué hora es?
-Las 5 am. ¿Estás cansando?
Le pregunte mientras me acostaba con él.
-Un poco.
- ¿Tenes ganas de dormir?
-No, tengo ganas de otra cosa.
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We protect each other II Orian II Adaptada
Подростковая литератураCréditos a la autora.