Hace menos de diez minutos estaba llorando desconsoladamente mientras él me abrazaba, después de habernos echado todo en cara. Ahora me estaba pidiendo un beso y aunque moría de ganas de consentirlo, me acerqué con otra idea en la cabeza.
Cuando llegué a su lado me abrazo por la cintura, y lo mire diabólicamente. Dirigí mis labios directamente a su cuello, y me entretuve con él unos segundos. Cuando me separe, le sonreí y noté su respiración alterada.
-Buenas noches.
Suspiro cuando me di vuelta.
-Me vas a matar.
-¿Qué?
Lo mire haciéndome la desentendida.
-Voy a salir a tomar aire.
Largué una carcajada y entre a la habitación. Me dormí cuando no escuché más nada y me desperté con un portazo. Extrañada, mire la hora de mi celular: 6.15 AM.
Me levanté asustada y la vi. ¿Se había caído?
-¿Amiga?
La ayudé a levantarse y me maree: todavía estaba algo ebria y la resaca ya había empezado a dar señales.
-De acuerdo, estoy muy borracha.
-Creo que me doy cuenta.
Por algún motivo teníamos el don de hablar cosas coherentes estando ebrias, nuestras conversaciones en tiempos pasados eran una maravilla.
-Ok: Estuve con un pibe y Pablo se enojo.
-¿Qué? Cuando te perdí creía que te habías ido con él.
-No lo encontré hasta hace una hora, me trajo acá pero discutimos: ¿por qué se enoja si no somos novios?
Me reí. Éramos idénticas hasta con el tema de las formalidades.
-¿Queres bañarte?
-No, quiero ver "Diario de una Pasión".
La mire extrañada.
-Jenny son las 6 de la mañana.
-Lo sé, pero es un buen momento para verla, ¿no?
-Sí, eso creo.
¿Cuántas veces habíamos llorado con esa maldita película?
-¿Julian? ¿Volvió?
-Sí, volvió conmigo.
-No me cuentes muchos detalles.
Negó con la cabeza y la mire.
-De todas maneras discutimos.
-¿Te das cuenta? Estamos destinadas a mirar la película.
-Como digas, amigas.
Nos acomodamos en el sillón, como antiguamente lo hacíamos. Lo interesante era que ambas estábamos algo ebrias, ella más que yo, pero conversábamos como dos filósofas.
Al final de la película, sí, el departamento se estaba inundando con nuestras lágrimas.
-Esta película es una mierda.
Le dije mientras lloraba como una desgraciada.
- ¿Quién podría alguna vez tener un amor así?
La puerta de la habitación se abrió y Julián salió. Si, el muy malvado estaba otra vez en cuero.
-Ahí viene el culpable.
Dijo Jenny y yo la miré. Si, estaba muy ebria. Le hice una seña con la mano.
-Lo que sea.
-¿Qué hacen acá? ¿Por qué lloran así?
-Solo miramos esta estúpida película que nos recuerda que jamás tendremos un amor así.
Le explicó mi amiga y yo lo miré.
-¿Es un chiste? ¿Están borrachas aún?
-Ella un poco más que yo.
El asistió mirándome.
-Dejen de mirar estas películas.
-Sí, solo quiero irme a dormir.
La vi levantarse y caminó con algo de dificultad hasta la habitación. Se tiró en la cama y allí quedo. El cerro la puerta y vino hacia mí.