Capítulo 15

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Le sonreí y a los pocos segundos lo tenía sobre mí. Me beso como siempre, con ganas. Acaricié su espalda y el me miro.

–Están los chicos, Juli

–Shhhhhhhh, están en el cuarto sueño ya.

Puso su dedo índice en mi boca y le sonreí. Rápidamente gire y quede sobre el. Pase mis piernas alrededor de su cuerpo y besé su cuello. Saco mi ropa ágilmente y de nuevo su mirada se prendió fuego.

Y sí, pasó. Nos hicimos uno, y fue maravilloso.

Me desperté con una sensación extraña en el cuerpo. Jamás me había sentido así.

La luz del sol entraba por la ventana de la habitación. Ahora que la veía con un poco de luz, era más grande de lo que me imaginaba. Empecé a mirar el dormitorio, había un mueble que ocupaba toda una pared, supongo que vacio. Frente a mí un modular con un televisor, jamás lo vi. Un espejo que llegaba al piso, estaba frente a la cama y me puse incómoda al pensar que desde la cama se veía todo ahí. Seguí con la mirada la habitación y había una puerta, un baño; supongo. Las pocas cosas que Juli había dejado de nosotros dos estaban justo al lado de la puerta. Y estaba él, acariciándome el pelo tan delicadamente que si no fuese por el sol estaría dormida otra vez. Me moví un poco y lo abracé. Su torso desnudo a estas horas de la mañana no era muy bueno para mi salud.

–Hola bonita.

Me dio un beso en la frente ya que no me había movido demasiado. Levante mi mirada hasta él.

–Whow.

Rió.

–Sí, whow. Fue mágico.

Me tapé la cara con la sábana.

–No hables, me da vergüenza.

–¿Por quueeeeeeeeeeeeeee?

–Porque sí. ¿Cómo es? Chau.

–Nah, chau nada.

Me destapo y se tiro arriba mío.

–No te hagas la vergonzosa ahora, ¿querés?

–Bastaaaaaaaaa, no quiero hablar así.

– ¿Así como?

–Así no sé, chancho.

Se rió a carcajadas.

–Que linda que sos.

– ¿Vamos a desayunar con los chicos?

Asistió como un nene, se seguía riendo. Apenas me levante le tire un almohadón.

–No te rías, malo.

Caminé por la habitación y abrí las cortinas. El se tapo con las sábanas los ojos y buscó el control remoto del televisor arriba de la mesa de luz. Busqué dentro de los bolsos que él había traído anoche una bikini. La agarré y entré al baño. Era bastante grande también. Tenía una bañadera enorme. Me higienicé y salí a apurarlo.

–Dale, no te duermas que hay un sol hermoso.

Me miró y me guineo el ojo.

– ¿Me explicas por qué te haces tanto el lindo?

Vino hacia mí y me tomó de la cintura.

–Mira el bombón que me estoy comiendo.

–Ay no seas grasa.

Espere a que se cambie el y juntos fuimos a la cocina. Estaba Jenny sola, como era de esperarse, sentada en la mesa. Juli le dio un beso y se quedo abrazándola por detrás.

–Hola bombón, ¿te levantaste cariñoso?

–Hey, ¿no te puedo abrazar?

–Sí, no dije que no. ¿Vamos a ir a la playa? Intente despertarlo a Agustín pero es imposible, ese pibe es un oso.

–Amiga recién son las 11 am. Dormimos menos de seis horas. Déjalo en paz.

– ¿Vinimos a dormir o a disfrutar?

Juli la soltó y me miró.

–Por un momento pensé que había escuchado a mi mama.

– ¿Vamos a reservar un balneario o qué? Quiero que paguemos una carpa, de última yo me voy sola y ahí me quedo esperándolos.

–Jenny, no es normal que una persona hable y piense tanto a la mañana.

Le dije, Julián se rió.

–No sean malos.

Nos miró fijo.

–¿Cómo andan ustedes dos?

–Bien, ¿cómo vamos a andar?

Y ahora me abrazó a mí por detrás.

–Y ya que están tan contentos, ¿no quieren ir a la playa?

Los dos nos agarramos la frente.

–Mira, quédense acá, voy a ir a buscar un balneario y alquilar una carpa. En un ratito las llamo, ¿te parece?

Jenny asistió sonriente y Juli desapareció.

–Whow amiga, me contagiaste tu poder de hacer milagros con Julián.

Reímos juntas. 

We protect each other II Orian II AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora