Capítulo 27

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– ¿Y el otro pibe, qué?

– ¿Nicolás?

– ¿No ves que estoy queriendo no decir el nombre?

Me retó.

–Bueno, perdón. ¿Qué pasa con él?

– ¿Cómo que, "que pasa con él"? Está en todos lados.

–Me dijo que me seguía. Ya hubo una época que hacia esto y era insufrible. Esta loco.

Lo vi respirando lento de nuevo y me reí. Se hacía el que quería calmarse.

–No le des bola, ¿por favor?

Le rogué.

–Osea, ¿va a estar en todos lados?

–No sé...

–Eu ahora que pienso, me dijiste que querías pasar un rato solos.

–Sí, pero no me diste mucha bola.

–Entonces, ayer podría haberte ido a buscar.

Me dijo agarrándome de la cintura.

– ¿Es en lo único que pensas?

Le dije sonriéndole.

–No, pensé en las cosas que te quería hacer ese pibe y casi se me explota la cabeza.

–Basta de pensar en los demás, pensemos en nosotros.

Asistió.

– ¿Sabes que?

– ¿Qué?

–Si Jenny estuviese acá probablemente estuviera gritándonos

–CHUUUUUBIS.

Reímos juntos. Me agarró la cara y me corrió el pelo.

–Te amo, linda.

Le sonreí y lo besé. Dormimos juntos después de extrañarlo tanto, y se sentía hermoso.

La habitación estaba en un entre piso así que el sol entraba con más ganas. Logró despertarme y a Juli lo molesto, así que me levanté y cerré las cortinas. Lo miré durmiendo y le di un beso en la mejilla. Busqué su remera en el suelo y me la puse, sonreí sola.

Baje al baño principal de la casa, me higienicé y até mi pelo, estaba muerta de calor. Salí y los vi.

–AH BUEEEEENO.

Sí, Jenny. Y Julián a su lado, apenas salí del baño él entro y me quedé hablando con mi amiga.

–Sh, mujer. Deja de gritar.

–No lo puedo creer.

– ¿Qué cosa? ¿Podes dejar de aplaudir? Pareces una foca.

–Soy tan grosa que lo único que tengo que hacer para que se arreglen, es llevarme al inútil de Agustín a comer afuera.

– ¿Cómo les fue?

–Bien, pero no me cambies de tema.

–No te estoy cambiando de tema, ¿qué querés que te diga?

–No, está bien, no me cuentes muchos detalles.

Reí y escuche la puerta. Dos puertas. La puerta del baño se abrió y Julián estaba calzones, como siempre, y la puerta de la habitación de Jenny se abrió y salió... ¿Pablo?

Mis ojos se hicieron dos huevos fritos y miré a Julián. Suspiró y cerró la puerta. La volvió a abrir y sí, me miro.

– ¿No estoy soñando, no?

–Nop.

Se agarró la cara.

–Me van a matar ustedes dos, me van a matar.

Pablo nos miró.

–¿Juli? ¿Qué te pasó en la cara?

El dio una vuelta sobre sí mismo.

–Juli me dice. Se acaba de garchar a mi amiga de toda la infancia y me dice Juli...

Con Jenny nos reímos y como él no tenía muchas ganas, pase a explicarle yo.

–Tuvo una...discusión hace dos días en el boliche.

Se hizo un silencio así que para salir del momento incómodo propuse:

– ¿Bajamos a desayunar?

Así lo hicimos y mientras Julián lo retaba un poco a Pablo, bajó Agustín... ¿para qué?

–Veni acá pendejo.

Sin levantarse de su silla lo llamo con la mano, y cuando estuvo a su lado lo abrazó.

– ¿Ves esta mano?

–Sí.

Agus lo miro confundido.

–Te la voy a dejar marcada en la cara si te veo otra vez durmiendo con Ori, ok?

Agus se rió y fue hasta la heladera. Jenny y Pablo estaban tentados y yo los miraba divertida.

Mi amigo, agarro el yogurt y miró hacia la mesa.

–Che Juli...

Todos lo miramos.

– ¿Chapa bien Ori, no?

Acto seguido salió corriendo hacia el patio con Julián siguiéndolo atrás. Se escucharon un par de zambullidlas así que salimos todos a la pileta, para quedarnos a pasar el día ahí.

We protect each other II Orian II AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora