Hubo un tiempo, hacía ya unos cuantos años, que Natasha pensaba que jamás podría tener una vida normal. Cosas como tener amigos, ir al instituto y a la universidad, enamorarse como otras chicas de su edad era algo que no podía ni plantearse.
Pero eso era antes, hasta que conoció a Clint y su vida comenzó en el mismo momento en el que debería haber terminado.
De acuerdo que no podía decirse precisamente que su vida actual fuera muy normal; era una espía que vivía junto a un variopinto grupo de superhéroes y que se había enfrentado a una invasión alienígena y a un robot asesino entre muchas otras amenazas al planeta.
La diferencia era que ahora luchaba para proteger y también para vengar, luchaba para los demás y para sí misma, y tenía una familia a su lado que cuando la miraban veían simplemente a Natasha, su compañera y amiga, en vez de a la asesina que una vez fue.
Y poder disfrutar de días como aquellos era un auténtico regalo. Estaban en casa de Clint celebrando el primer cumpleaños de Nathaniel. La habían acompañado Steve, Tony y Wanda. Esta última les había pedido venir para conocer al pequeñín que llevaba el nombre de su hermano y por supuesto Clint había accedido. La conexión había sido instantánea; a Wanda se le habían llenado los ojos de lágrimas nada más verle y Nathaniel se había vuelto loco con ella, estirando sus regordetes bracitos y balbuceando «¡Anda! ¡Anda!» hasta que la chica le había cogido en brazos.
Sentada a la mesa de la cocina, Natasha sonreía al ver la cálida escena; Steve y Tony, sentados en el suelo del salón, jugaban con los niños a un complicado juego de mesa, Tony mosqueándose por momentos porque los otros tres le estaban ganando. Wanda, ubicada en el sofá, le cantaba una nana en su idioma nativo a un encantadísimo y relajado Nathaniel.
Laura se sentó al lado de Natasha y dejó un plato y dos tenedores sobre la mesa.
—El último trozo de tarta —le dijo—. ¿Nos lo partimos?
Natasha ya se sentía más que llena después de la cena y la primera ración del postre, pero un pedazo de pastel de chocolate y mermelada hecho por Laura era algo a lo que no era sencillo decir que no.
—Venga, va, un día es un día —accedió, y en cuanto hincó el diente al primer bocado supo que había tomado la decisión correcta.
Comieron en agradable silencio, observando a los demás.
—Me alegro de que esos dos por fin se hayan arreglado —comentó Laura en cuanto ya no quedaban más que migajas en el plato, refiriéndose a Tony y a Steve—. Tony parecía una alma en pena cada vez que se pasaba por aquí a por información que le ayudara a encontrar al amigo perdido de Steve.
—Steve estaba igual —corroboró Natasha—. Prácticamente llorando por los rincones. Es un alivio para todos que al final hayan conseguido solucionar los problemas que les mantenían separados.
—Este Tony, tan inteligente que es para unas cosas y sin embargo cuando se trata del amor... —dijo Laura, y Natasha le dio toda la razón—. ¿Cómo está Wanda? —le preguntó. Laura también le había cogido un cariño inmediato al primer vistazo. Natasha sabía que, si Laura pudiera, la adoptaría en la familia Barton y la colmaría de mimos.
—Esforzándose día a día. Es increíble, pese a lo mucho que sufre, siempre tiene una sonrisa en la cara para todos.
—Pobre criatura. No es justo que una chica tan joven ya haya pasado por tanto. Por lo menos estoy más tranquila sabiendo que tú estás con ella.
—Sí. Yo también me alegro de poder ser un apoyo para ella.
—¿Y tú cómo estás? —le preguntó Laura—. ¿Has sabido algo del doctor Banner?
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[Avengers Fic Stony] Pedacitos de Ti
Fanfic[Steve/Tony slash] Post-Ultrón, secuela de Algo para Recordar & Incondicional. Fragmentos de la vida en común de Steve y Tony en la base junto al resto de Vengadores. Sigue el canon hasta Ant-man sin tener en cuenta la segunda escena post créditos y...