Pietro y Nathaniel Pietro

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Era un domingo de esos de no hacer nada y Pietro se había quedado dormido en el sofá de la sala de estar, viendo una serie policíaca no demasiado interesante. A media tarde le despertaron unos tirones en su pelo. Cuando abrió los ojos, para su sorpresa, vio a Nathaniel, el hijo pequeño de Clint, de pie frente al sofá. Lucía adorable con un mono vaquero y un jerseycito de lana azul marino.

—¿Nathaniel? —Pietro se incorporó, frotándose los ojos y preguntándose si estaría todavía soñando.

—¡Eto! —le saludó feliz el pequeño. Pues sí, era real.

—¿Dónde está tu padre? —preguntó, porque si el niño estaba ahí, Clint no debía andar muy lejos.

—Aquí —dijo Clint. Pietro se giró en dirección a la voz y allí estaba su amigo, con los codos apoyados en el respaldo del sofá, mirándole con expresión divertida—. Perdona por haberte despertado así, pero es que estabas muy gracioso así tan sobado, se te caía la babilla y todo.

Pietro se limpió la cara con el dorso de la mano, avergonzado. De todas las personas que podrían habérselo encontrado así... Nathaniel le alargó los bracitos así que Pietro lo cogió y se lo sentó en el regazo.

—¿Cómo es que habéis venido? —le preguntó a Clint, ofreciéndole una de sus manos al crío para que jugara con sus dedos. Clint dio un salto y se sentó en el sofá a su lado.

—Necesito pedirte un favor muy, muy grande —dijo Clint juntando las palmas de sus manos.

—Uh... Claro, si está en mi mano... —Contra su voluntad, Pietro ya se estaba emocionando con la perspectiva de poder ayudarle, le daba igual lo que fuera.

—Verás, mañana Laura y yo nos vamos de crucero para celebrar nuestro aniversario, es un viaje que teníamos planeado desde hace meses —le explicó. Pietro mentiría si dijera que no se llevó una desilusión al oírlo—. Y lo teníamos organizado de manera que los mayores se quedan con unos amigos suyos y a Nathaniel nos lo iban a cuidar los padres de Laura, pero resulta que ayer mi suegra se resbaló bajando las escaleras y se rompió la cadera, así que lógicamente no es el mejor momento para encasquetarles al crío.

—Yaya sacho pupa —añadió Nathaniel.

—Oh. Qué mala suerte —exclamó Pietro.

—Y que lo digas, no podría haber pasado en peor momento. Laura ya me ha dicho de cancelar el viaje, pero realmente lo necesita, ¿sabes? Se merece unos días de relax y desconectar un poco —siguió Clint, y Pietro ya empezaba a ver por dónde iban los tiros—. Así que hablando para buscar soluciones pensamos que lo más práctico sería que Nate se quedara aquí esta semana. Solo son cinco días, para el sábado estaremos de vuelta, Nate ya os conoce, y no hay nadie de quien nos fiemos más.

Pietro se dio cuenta de que Clint pensaba que realmente existía la posibilidad de que él le dijera que no. Supuso que, después de lo que había pasado entre ellos, era lógico que lo hiciera.

—Natasha me ha asegurado que por ella no hay ningún problema, que ella se hará cargo, y tu hermana también se ha ofrecido a echar una mano. Además, Steve y Tony seguro que estarán encantados de ayudar, así que, realmente, si no quieres no tienes que pasar mucho rato con él. Pero sé que se te dan genial los críos, y Nathaniel te tiene mucho cariño, así que bueno... —Se pasó la mano por la nuca—. Sé que es mucho pedir después de... Me quedaría más tranquilo sabiendo que no te estoy imponiendo nada, no me gustaría...

—Clint, no pasa nada —lo cortó Pietro al verle más y más apurado por momentos—. No me importa cuidar de él unos días, al contrario, lo haré con mucho gusto.

Clint sonrió aliviado y Nathaniel sonrió a su vez.

—No sabes cuánto te lo agradezco. Natasha tiene una lista con sus horarios para comer, dormir y bañarse, y sus cuentos y juguetes favoritos. Si se pone muy insoportable le podéis poner dibujos animados, pero no demasiado rato porque se queda embobado. Por la noche normalmente duerme del tirón, así que os dará poca guerra, te lo prometo. Y para cualquier cosa nos podéis llamar, a cualquier hora del día. —Alargó el brazo como si fuera a revolver el pelo de Pietro, pero a medio camino pareció cambiar de idea y al final dejó la mano encima de la cabeza de su hijo—. Te debo una —le dijo.

[Avengers Fic Stony] Pedacitos de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora