Tony había perdido la cuenta de las horas que llevaba trabajando en el taller; unas cuantas, a tenor de lo agarrotada que se notaba ya la espalda. Una distracción era lo que necesitaba y la oportunidad se la brindó la más que bienvenida visita de un apuesto supersoldado. No con el que se iba a casar en pocos meses, por eso. El otro.
Bajó la música.
—Hola. ¿Estás muy ocupado? Necesito tu ayuda con una cosa —dijo Bucky.
Tony minimizó el esquema con el que había estado ocupado hasta entonces.
—Para ti siempre tengo tiempo. ¿Qué necesitas?
—Pues me gustaría que le echaras un vistazo al brazo. He hecho un mal gesto o algo porque ahora cada vez que muevo el hombro hace un ruido muy raro. Mira. —Bucky hizo girar el hombro de su brazo de metal y efectivamente sonaba como si hubiera alguna pieza suelta ahí dentro.
—¿Te duele?
—Al principio no, pero ahora me empieza a molestar un poco.
—Déjame ver. —Tony le pidió que se quitara la camiseta. La piel de la zona que se acoplaba al brazo estaba enrojecida e irritada—. Voy a tener que quitarte el brazo para examinarlo. ¿Va bien?
—Sí, sí, claro. —Bucky tomó asiento y dejó que Tony le extrajera el brazo. Tony se acordó de lo tenso que se puso la primera vez que hicieron eso. Ahora, en cambio, su amigo apenas mostraba ninguna incomodidad, lo cual le indicaba que confiaba plenamente en él.
Tony dejó el brazo sobre su mesa de trabajo y le alcanzó a Bucky una pomada para aliviar la irritación de su piel.
—¿Así que un mal gesto? Tu chica es una fiera en la cama, ¿eh? Tal y como me imaginaba —bromeó Tony mientras buscaba la anomalía.
—Más bien entrenando. Tu chico sí que es una fiera —afirmó Bucky.
—No lo sabes tú bien. —Tony le guiñó un ojo.
—¿Crees que vas a poder arreglarlo? —le preguntó Bucky. Tony no se dignó a contestar, simplemente le lanzó una mirada ofendida de «¿Por quién me tomas?»—. Ok, ok, es una pregunta estúpida —admitió el soldado, levantando su mano humana en gesto de disculpa—. Oye, Tony, se me ha ocurrido que un día podríamos salir por ahí.
—¿Tú y yo? —A Tony le sorprendió la repentina propuesta.
—Sí, ¿por qué no? Prácticamente todas nuestras interacciones son aquí en la base o cuando coincidimos en alguna misión. Variar un poco de vez en cuando no estaría mal, ¿no?
—¿Cómo es que cada vez que hacemos esto acabas tirándome la caña? —le preguntó Tony, divertido.
—Son tus ojos. Cada vez que me miras así es como si me hipnotizaras. —Bucky le devolvió el guiño de antes—. No, en serio, tú mismo lo dijiste, que prácticamente vamos a ser cuñados, y pensé que estaría bien que nos conociéramos un poco mejor. —Debió de malinterpretar el silencio de Tony, porque su amigo rápidamente añadió—: Si no te apetece que estemos los dos solos podemos invitar a Sam y a Rhodey también.
Tony sonrió. Seguía sosteniendo la afirmación de que no existía nadie en todo el planeta que fuera más adorable que Steve (y, encima, después de verle jugar con Gladstone, su nivel de adorabilidad había subido varios puntos, algo que no creía que fuera posible), pero la verdad era que, cuando se lo proponía, Bucky se le acercaba bastante.
Si ya no podía resistirse a los encantos de un supersoldado, ya no digamos de dos.
—¿Te manda Steve? —le preguntó con suavidad.
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[Avengers Fic Stony] Pedacitos de Ti
Fiksi Penggemar[Steve/Tony slash] Post-Ultrón, secuela de Algo para Recordar & Incondicional. Fragmentos de la vida en común de Steve y Tony en la base junto al resto de Vengadores. Sigue el canon hasta Ant-man sin tener en cuenta la segunda escena post créditos y...