¿Steve?

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Tony activó el protocolo de seguridad que tenía preparado para casos como aquellos y cerró herméticamente las plantas inferiores de la Torre en las que se encontraban sus jóvenes atacantes; ya no podrían escapar. Ahora ya solo quedaba desactivar sus armas, detenerlos, interrogarlos y averiguar quién coño estaba detrás de todo aquello. Fuera quien fuera se iba a acordar de Tony durante el resto de su vida, y Tony estaba tan furioso que ese resto iba a ser más bien corto.

FRIDAY le avisó de que le entraba una llamada de Rhodey.

—Tony, tenemos un problema —anunció su amigo, sin molestarse en saludar primero.

—¿Tú crees? Porque el hijo de su madre que ha decidido atacarme ha escogido precisamente el momento en el que le estaba pidiendo matrimonio a Steve. En el momento justo, Rhodey, en medio de...

—Tony —le interrumpió Rhodey, con urgencia en su voz—. Acaba de llamarnos el Director Coulson: Blonsky se ha fugado.

—¿Cómo? ¿Abominación anda suelto por ahí? ¿Cómo ha podido escapar?

—No lo sabemos aún, pero está claro que alguien le ha ayudado. Escucha, Tony, no sé si estarán ambas cosas relacionadas, pero sobre todo ten cuida...

Escucharon el rugido y el estruendo que le sucedió.

—Uh... ¿Tony? Llama a Verónica —dijo Steve a través del intercomunicador. Le siguió un grito y después silencio.

—¿Steve? ¿Steve? —le llamó Tony frenéticamente. No hubo respuesta.

—¿Tony? ¿Qué está pasando? Estamos en camino. —Pero Tony ya no le oía en ese punto. Cortó la comunicación. Voló hacia el origen del estruendo y con incredulidad vio a Abominación salir del enorme boquete en el lateral del edificio y saltar hacia la calle.

Tony necesitaba comprobar si Steve estaba bien, pero no podía dejar a aquel monstruo campar a sus anchas por la ciudad. Así que voló hacia él y le atacó con un rayo de energía, alcanzándole en la espalda. Abominación se giró para mirarle y simplemente gruñó, como si no le hubiera hecho más que cosquillas. Mierda. No tenía el Hulkbuster preparado y había demasiado caos de personas y coches como para utilizar a Verónica. Necesitaba que sus compañeros despejaran la zona.

—FRIDAY, concentra toda la energía en el reactor —ordenó. Se la tendría que jugar a un Unibeam y rezar para conseguir al menos atontarlo lo suficiente para ganar algo de tiempo hasta que llegara el resto del equipo.

Sintió la energía acumularse en el pecho de la armadura, pero no pudo completar la acción porque varios rayos le alcanzaron y le hicieron trastabillar en el aire. Miró hacia abajo y vio a otros cuatro chicos armados con propulsores disparándole. Genial. Había más fuera.

Abominación aprovechó la distracción para escapar, desapareciendo de su vista en tres saltos. Maldiciendo entre dientes, Tony esquivó los siguientes disparos y les apuntó con la mano, preparando un láser con la energía mínima para barrerles sin hacerles excesivo daño.

No le hizo falta. Un torbellino de color gris, negro y rojo apareció de repente y los derribó a todos. En cuanto el remolino perdió la velocidad y se detuvo Tony vio que se trataba de Pietro, con Wanda en sus brazos.

—Justo a tiempo, chicos —les dijo Tony, aterrizando a su lado—. Necesito vuestra ayuda para detener a aquella cosa. Es como Hulk pero maligno y mucho más descontrolado —les explicó a toda prisa.

—Déjamelo a mí. Yo puedo mantenerle a raya hasta que venga S.H.I.E.L.D. —aseguró Wanda—. Pietro, llévame hasta él.

—Hecho —dijo su hermano, corriendo en dirección a los rugidos. En unos segundos estaba de vuelta, esta vez solo—. Wanda se ocupará de ese bicho. —Echó un vistazo a los chicos tirados en el suelo—. ¿Está Connor dentro? —le preguntó a Tony.

[Avengers Fic Stony] Pedacitos de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora