~~~~ Narra ella ~~~~
Miré a mi alrededor, sólo había infinita oscuridad.
Intenté moverme, pero era imposible. Me encontraba inmóvil.
*¿Donde estoy?*- Esto no va a acabar aquí. - Gritó, en un susurro, una escalofriante, familiar y oscura voz oculta entre la penumbra.
No pude evitar estremecerme. Volví a buscar con desesperación una respuesta ante todo aquello y, sobre todo, una huída.
- ¡¿Quién habla?! - Logré balbucear.
No hubo respuesta... Pero sí un caliente soplo en mi nuca y unos ojos tenebrosos que me observaban por detrás...
Abrí los ojos. Intenté situarme con una respiración agitada, temblando.
La luz del día me daba de pleno en la cara.
*Sólo ha sido una pesadilla... O eso espero...* Pensé para calmarme.
Intenté levantarme, pero me lo impedía un peso que se agarraba a mí.
Miré, no pude evitar sonreír al encontrar a Thorin. Estaba completamente dormido, abrazado a mi cintura y su rostro acomodado en mi hombro. Nos arropaba una ligera manta, cual tenía toda la pinta de pertenecer a Balin. Observé a mi alrededor, el otro enano dormía apoyado en un tronco con sus zurrones como almohada.
No quise alterar aquella escena, me dediqué a no molestarles en su descanso mientras apreciaba, detalle a detalle, los cuáles me sabía de memoria, a Thorin.
*Por fin de vuelta eh...* Pensaba.Otro escalofrío me estremeció de nuevo por completo y se me vino a la mente esa voz. Sabía que de algo la reconocía, pero no estaba segura. Lo más razonable en aquél momento hubiera sido salir pitando en busca de Turentar, pues él sabría que hacer si no se trataba de sólo un sueño.
Pero opté por quedarme ahí y fingir delante de Balin y de Thorin, para no ocasionar más preocupación de la necesaria.En ese mismo instante, Thorin abría los ojos lentamente, mientras intentaba incorporarse.
- Buenos días. - Dijo con una sonrisa.
- Buenas. - Contesté, intentando disimular la palidez y el miedo.
-¿Te ocurre algo? - Susurró, pasando su mano por mi mejilla.
- Tengo que ir a Turentar... -
Thorin puso una expresión molesta y se levantó.
- Ah, esta bien. - Habló secamente.- ¿Por qué te pones así? -
- ¿Que por qué? - Bufó rabioso.
Yo tragué saliva, temerosa.
- ¡¡Dime si no a quién le importas!! -Volvió a apretar aún más fuerte sus puños cerrados, impotente.
- ¡¡Vamos!! ¡¡Dímelo!! -Balin abría los ojos alarmado mientras se ponía en pie, intentando que Thorin se alejara.
- Déjala... - Susurró, sujetando su brazo.
- ¡¡¡Cállate!!! - Gritó Thorin a Balin, golpeando fuerte su estómago, haciéndole caer al suelo. - ¡¡No entendéis nada!! -
- ¡¡Balin!! - Exclamé, arrodillándome a él, mientras se retorcía de dolor.
Thorin me sujetó, causando que me paralizara ante él. Estaba atónita y mareada, sin saber cómo reaccionar.
- Por favor Thorin... -- ¿¡Por favor?! ¡¡¡Cuántas cosas he hecho por ti!! ¡¡ Y cómo demonios me lo has pagado!!! - Gritaba, cegado por la rabia.
Se escuchó un estruendo, un sonido seco que hizo caer a Thorin inconsciente, quedando libre de su presión. Tras él se dejaba ver a Turentar.
- ¡¡Thorin!! - grité angustiada, mientras le recogía del suelo.
- Vamos, Sauron te ha encontrado. Por eso la causa de esa pesadilla. No te preguntes cómo lo he sabido, yo también la he tenido. - Habló Turentar, impasible, haciendo caso omiso a la escena ocurrida.
Balin se levantaba débilmente palpándose el vientre. Nos miramos y asintió con la cabeza en señal de que se encontraba bien. Rodé mis ojos hacia Thorin, preocupada.
- Déjale dormir. Se recuperará, en cuanto se despierte no notará ningún dolor. Vayamos ya, tenemos prisa. - Contestó Turentar, casi adivinando mis pensamientos.
- No pienso dejarle. -
Turentar se agachó ante mí.
- Sauron viene hacia aquí. Ahora mismo no importa nada el que no quieras irte, pero no podemos perder más tiempo. Te dejé una despedida. -Asentí, dolida. Me levanté dispuesta a proseguir con el asunto principal de todo esto.
*Deja los sentimientos, hay mucho en juego.*
Sonó en mi cabeza.- Adiós Balin... Poneros a salvo ¿sí? - Miré al enano de largas barbas blancas, él hizo un gesto de aprobación.
Turentar asintió con una sonrisa.Un tirón en el traje me hizo de nuevo retroceder.
Era Thorin, débil y mareado desde el suelo.
- Por favor... - Susurraba una y otra vez.Me agaché junto a él, al elfo se le acababa la paciencia.
- Thorin... Sé que no te he pagado como mereces todo lo que has hecho por mí... - Contesté, dejando caer la cabeza, para que mis cabellos ocultasen las lágrimas deseosas de salir de mis ojos.
Él me hizo alzarla para mirarle a los ojos.
- Podrías... Si te quedaras junto a mí. -Turentar desviaba el rostro, incómodo.
- Tengo que irme. - Dije en un susurro al enano, ignorando completamente los gestos del elfo.
- Está bien... Vete. - Contestó, impasible.
Le hice caso. Aunque, muy en el fondo, esa breve respuesta me dolió.
Noté un empujoncito en mi espalda.
- Pero si te vas, nosotros también iremos. - Dijo Balin.Dejé escapar una sonrisa de entusiasmo. Turentar se adelantaba mosqueado.
Balin reía complacido.
- Vamos equipo. ¡A Rivendell se ha dicho! - Decía alegre el enano, mientras también apresuraba el paso, dejándonos a Thorin y a mí atrás.- Perdóname... No debí tocarte... - Susurró Thorin.
Le abracé, él se quedó atónito ante mi respuesta.- Deberías estar molesta... - Volvió a murmurar.
Yo le apretaba aún más fuerte.
- No te voy a dejar ir. ¿Me oyes? Nunca Thorin. Quiero estar contigo. -
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~Pequeña~ Thorin Escudo de Roble.
FanfictionPoseemos el don de dominar nuestro presente para así moldear el futuro que deseamos, pero, ¿qué hay del pasado? Todos estamos respaldados por nuestro propio inicio, experiencias que han repercutido en quién somos ahora. Siendo de aquellos tiempos qu...