-¡Estoy lista!- Grité desde mi habitación.
Me eché un vistazo por última vez en el espejo, con gesto de aprobación. Llevaba una blusa blanca ceñida con encajes rojizos por el escote y mangas, conjugando unos pantalones largos del mismo color. Me dirigí al salón.
- Está bien, vámonos. Llegaremos al anochecer. - Dijo Thorin, mirándome de arriba a abajo. Asentí.
Salimos.
- ¿Qué iremos a visitar? - Le dije, con una pizca de entusiasmo.
- Según investigué ayer, hay un mirador por el que puedes ver la ciudad entera junto a preciosas vistas. Es un lugar nada transitado, así que lo considero como mejor opción. Ya sabes que tenemos que estar alerta a pesar de todo, y no llamar mucho la atención. -
- Como quieras. - Concluí.
Estuvimos caminando por calles alejadas al núcleo histórico y con apenas gente. De todas formas, pasear por allí se hacía encantador. Las casas, unas al lado de otras, se abrían paso a lo largo de los callejones. Todas vestían tejados de madera y una pintura de color crema en sus paredes. Los humanos decoraban la entrada a su vivienda con plantas y macetas silvestres, causando una mezcla de aromas latentes y agradables en el ambiente.
De pronto, un gran bullicio de personas interrumpieron nuestro paseo bailando y cantando en fila, en una especie de cabalgata.
- Mierda... ¿Una fiesta? Esto no lo tenía previsto... - Dijo Thorin, y, agarrando mi brazo, corrimos a uno de los atajos abriéndonos paso entre la muchedumbre, sin hacernos notar.
-Ten cuidado - me susurró.
Después de un largo rato logré salir de la aglomeración. Thorin no estaba a mi lado, en su lugar había un joven, de media melena muy oscura y ojos pardos, agarrando mi mano.
No entendía nada, ¿dónde estaba el enano y quién era este tipo?- No veas si estabas desesperada por salir... - Dijo, en una voz dulce aterciopelada y con una gran sonrisa.
- ¿Desesperada? ¿Salir? - Contesté, lo más aturdida posible.
- Sí, en medio de la cabalgata agarraste mi brazo y tiraste de mí hasta llegar aquí. - dijo riéndose. - ¿Qué es lo que te trae conmigo? -
*No puede ser, seguro que con todo el escándalo en alguna ocasión agarré su brazo y no el de Thorin...*
- Me... ¡Me confundí de persona! - Exclamé nerviosa, mientras me alejaba rápidamente en busca de mi compañero.
- Claro... Claro... Y voy yo y me lo creo, ¿no? - dijo burlándose, mientras me adelantaba impidiéndome el paso, vacilante.
- Mira, piensa lo que quieras. - Concluí, en un tono borde. - Tengo que buscar a alguien y tú no me sirves de nada. Así que si me disculpas, tengo que irme. -
No podía decirle a nadie que me había perdido del príncipe de los enanos, y más con todos los avisos que me dió Thorin de no mostrar nuestra identidad.
- ¿No pensarás irte ya? -
- Sí, si me suelta de una vez. -
Me agarró más fuerte.
- Yo te ayudaré a buscar a tu papi ¿eh? Pero no te vayas. - Escupió, en un tono prepotente y pedante.
*Que asco de persona.* Pensé.
- No gracias. Lo haré sola. -
- He dicho que no te vas a ir. - Me interrumpió, empujándome hacía él causando que quedara paralizada entre sus brazos.
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~Pequeña~ Thorin Escudo de Roble.
FanfictionPoseemos el don de dominar nuestro presente para así moldear el futuro que deseamos, pero, ¿qué hay del pasado? Todos estamos respaldados por nuestro propio inicio, experiencias que han repercutido en quién somos ahora. Siendo de aquellos tiempos qu...