Keep you ; kellin quinn [iych #1.5]

IX

"No hay pájaro que vuele demasiado alto si vuela con sus propias alas."

: : C A P Í T U L O N U E V E | ¿Estás seguro que no eres gay? parte 1

Cuando sus ojos reposaban en él, casi lograba sentir que el amor podría curarlo todo. Eliminar todo aquel escalofriante dolor que recurría a sus sueños por las noches, la traición que envenenaba sus recuerdos más rápido que la velocidad de la luz, esa aflicción que apuñalaba su corazón a un ritmo constante y sangriento. Pero por mucho que rogó, suplicó y anheló retener esa esperanza en sus manos no pudo ser suficiente para la ambición que poseía. No fue hasta muchos años después que se dio cuenta de su gran error.

No deseaba construir una vida sin problemas, no deseaba tener alguien que la mantuviera, lo que más requería su corazón no era estabilidad económica, ni un sueldo que superara las seis cifras. Lo único que estaba escondido dentro de su alma, lo más anhelado en su vida era la sonrisa genuina de esos ojos luminosos y claros que podían enviarle directo al paraíso. La voz alegre de su pequeño amado que podía hacer su corazón hincharse en su pecho hasta casi explotar en mil fragmentos a lo largo de todo este nebuloso universo, donde nada se sabe hasta que es demasiado tarde para tener conocimiento de tus equivocaciones. Donde el amor se escapó lentamente por entremedio de sus dedos sin tener conciencia que se escurría de su dominio.

Sólo le vio partir como una mera espectadora de una película en cartelera. Y fue demasiado tarde para enmendar las profundas heridas que había causado su propio puñal. Porque aquella cicatriz que ella trató de cuidar sólo era la marca visible de lo que una vez fue la llaga dolorosa de un corazón arrancado.

Ocurrió, porque al destino le gusta jugar con nuestras vidas.

Oh, cuánto lamentaba haberle perdido.

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Domo, campus oriente.

(Megan)

El sonido discordante retumbó en mis oídos como un desfile de diez mil elefantes transitando por las calles de mis pobres y descuidados tímpanos, casi no lograba distinguir la aguda voz de MØ cantando Lean on a todo volumen. Casi, porque era imposible no escucharle a cada rincón del lugar.

Un chico gritó en mi oreja: "¡Súbele!" seguramente al DJ.

Oh, si hay un Dios haya arriba le ruego de rodillas, mis manos sangrando por tapar mis heridos oídos, que no le suba a esta canción más de lo que ya está.

Ja.

Y como si mi hipótesis de que el de allá arriba no me quiere ni para trapo de limpiar, la música subió un nivel más.

A la mierda mi vida.

Unos dedos inquietos se deslizaron por el recorrido ininterrumpido hasta rodear completamente mi cintura hasta que mi cuerpo chocó con una fuente de delicioso calor humano. Mmmh.

Rebusqué entre mi mente la razón por la que no decidí ir con él hasta descubrir la mejor forma de diversión.

Oh, verdad.

El bullying universitario luego destruiría mi gran proyecto del año: un futuro tranquilo.

- Hooooola - susurró Kellin apoyando su mentón en la cima de mi hombro. Desordenó un poco mi peluca de plástico y rubia para acomodar su cara y obtener una mejor visión de nuestra perspectiva ocular.

Y en dicha perspectiva estaba una pareja besándose como si su vida fuera creada para ello, un chico bailando su propia versión de la canción y una joven con el típico traje de chica playboy -¿en serio no encontró algo más original para mostrar sus tetas talla z?- que miraba directamente hacia... Espera un momento. Miré el lateral de la cara de mi novio, mi peluca casi impidiendo mi cometido, luego devolví mis ojos a la mujerzuela del conejo.