Keep you ; kellin quinn [iych #1.5]

XXII

"Tu vida se basa en la búsqueda inalcanzable de perfección, cuando jamás sabrás que la felicidad se encuentra en ser verdadero."

: : C A P Í T U L O  V E I N T I D O S | Todo es culpa de Obama

Brooklyn, Nueva York. Medio Día.

(Kellin)

Megan clavó sus intensos y redondos ojos castaños en los míos enviándome una mirada de profunda seriedad, tan solemne que un TIC nervioso comenzó a formarse en mi párpado izquierdo casi obligándome a separar la vista de la suya. Ni siquiera después de un beso destroza-neuronas-universal ella me había mirado tan intensamente.

Mariposas revolotearon en mi estómago.

Maldición, ¿qué soy? ¿Una clase de hada mariquita que vuela por los aires esparciendo polvos de amor? En mi jodida vida voy a tener mariposas en la barriga.

Me di un golpe en el abdomen, mientras fruncía en ceño para recalcar ese punto.

Y Megan no dejó de mirarme.

Luego de pasado un instante, curvó su boca para abajo en una expresión de brutal decepción.

- Dios, drogarte tanto con pegamento ha afectado finalmente a tu cerebro, Quinn - susurró negando enfáticamente con la cabeza.

Un momento...

¿Qué?

- ¿Qué? - pregunté arrugando la nariz cuando percibí por fin el dolor en mi estómago. Cielos, solo a mí se me ocurre golpearme tan fuerte. No necesito que me hagan bullying, yo me auto-maltrato solito, gracias.

- ¿Cómo puedes decir que ese hombre, al cual he visto más de tres veces con mi tía Jess, que de hecho, le regalé un nombre hermoso con todo el amor del mundo, es tu padre? Quiero decir, nunca he hablado con él ni nada, pero se ve que es un tipo grandioso. - Megan posó su mano en mi frente, despejando de mechones para poder palpar mi piel desnuda -. ¿Tienes fiebre? ¿Alucinaciones?

Quité su mano de mi cabeza con un ademán.

- No estoy enfermo, ni drogado, ni ebrio, y tampoco comencé a tener ataques de locura, Blair. Por si no lo sabes, soy perfectamente capaz de diferenciar a mi supuesto padre biológico con cualquier otro hombre - espeté apretando la mandíbula al ver que no me creía.

Tomé la manilla de su maleta cuando el semáforo cambió de color y nos dispusimos a avanzar por la calle.

Megan no volvió a decir nada más, pero la pude ver batallar con las ganas de balbucear excusas sobre que "Cole no podía ser mi padre."

Bueno, pues, el destino ya se había burlado muchas veces de mí, así que no me sorprendía esta nueva noticia.

Algo dentro de mi pecho se apretó cuando caí en cuenta de la realidad.

Jeuse estaba saliendo con Jess.

La persona que más aborrecía era novio de la mujer que salvó mi vida de la destrucción. Bueno, quien diga que Kellin Quinn tiene buena suerte, simplemente arrójenle una camisa de fuerza, envuélvanle con ella y mándelo directo al manicomio.

Megan agarró el reverso de mi camiseta en su pequeña mano cálida y me jaló para que volteara a verla.

- Lo siento - susurró, depositando un beso minúsculo en mi mejilla en gesto de disculpa -. Yo... no lo podía creer... es que él...