¡¿QUÉ?! ¿Cómo que otra vez? ¡Estaba en broma! Aquello no fue real, lo sabía muy bien. Era imposible que hubiese ocurrido realmente. Tal vez de verdad era psíquico, y me leyó los pensamientos, así de esa forma se enteraría de lo que me perturbaba aquel día. Algo me decía, que desde el día de ayer, el día en que aquellos dos chicos aparecieron, nada volvería a ser como antes. Me quedé mirándolo con el ceño fruncido, confundida. Él sólo sonrió de manera burlona y se marchó de allí. ¿Quién era realmente ese chico?
Seguí caminando hacia donde me esperaba Marco, y me subí a su auto. Giré la cabeza, buscando a Daniel con la mirada, pero ya se había marchado. Sentía que me estaba volviendo completamente loca.
- ¿Todo en orden?-me preguntó Marco.
-Sí. No te preocupes-le contesté, volviendo la vista al frente.
- ¿Tienes algo que hacer ahora?-dijo de repente.
- ¿Ahora?-él asintió. -Eh... sólo una tarea de matemáticas-
-Muy bien-el auto dobló en una esquina que iba hacia el lado contrario a mi casa.
- ¿A dónde vas? No es por aquí-
-Lo sé-
- ¿Entonces?-
-Quería invitarte un trago-lo entendí, con que se refería a eso. -Ten-me tendió su celular. Lo miré confundida. -Llama a tu casa, di que llegarás un rato más tarde, que no se preocupen-
-Claro-tardé unos minutos en reaccionar, tomar el teléfono, y marcar el número de mi casa. Mi mamá atendió.
-Hola mami-
- ¡Emma! ¿Qué haces llamando? ¿Ocurrió algo?-notaba, aunque estuviera a través de un teléfono, que con sólo hecho de llamar a casa, cosa que nunca hacía, era motivo para que se preocupen.
-No te preocupes, mami. Estoy bien. Es sólo que quería avisarte que salí con Melody del colegio, y nos dirigimos a tomar algo. Es sólo un ratito. Prometo llegar temprano-
-Oh, claro. Está bien. Me quedo más tranquila. Dale un beso de mi parte-
-Claro. Adiós mami-colgué. Lo bueno de no haber mentido nunca, es que confiaban ciegamente en mí.
-Vaya...-comentó.
- ¿Qué ocurre?-
-Ahora mi nombre es Melody-dijo con una sonrisa. No pude evitar reírme.
-Es que si le digo a mi mamá que en este momento estoy con un chico, le dará un infarto. Ya sabes, se imaginará cualquier cosa...Estoy segura que diría, los chicos de hoy, con sus hormonas alborotadas-dije esto último intentando imitar la fina y tierna voz de mi madre. Marco sonrió, y siguió conduciendo.
Me quedé pensando... en la diferencia que había entre Daniel y Marco. Es decir, Marco era de lo más educado, me dijo a dónde me llevaría, y que llame a mi casa para decir a dónde voy, y con quien, claro que esa parte se la omití a mi madre, pero todo eso, era lo contrario a un secuestro en un auto, y un secuestro en medio de la noche, donde ni siquiera sabía quién era, ni a dónde me iba a llevar, ni cuáles eran sus intenciones, que de todos modos seguía sin saberlas.
- ¿Alguna recomendación para ir?-
-Creí que tú decidirías-le sonreí.
-Claro yo puedo elegir cualquier sitio, pero no conozco ninguno. Prefiero darte una buena impresión, en algún lugar que tú conozcas y que te guste lo que sirven-
-Buen punto-afirmé. -No lo sé...-miré las calles para ver por dónde íbamos -Bueno, en dos cuadras de aquí derecho, el lugar de la esquina es muy bueno. Es una cafetería-
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Las sombras del ayer
Science Fiction¿Qué significa tener una vida normal? Desde luego que no se considera normal haber despertado en medio del bosque, siendo una niña, sin recordar absolutamente nada. No sabía cómo me llamaba, de dónde venía, ni quién era mi verdadera familia. Sólo se...