Capítulo 29

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— ¡Esto es suficiente!—exclama Melody, enfurecida, metiéndose en la carpa que habían armado los chicos anteriormente. Miré hacia donde ella lo había hecho, y vi a Rose lloriquear, abrazándose a Marco. Reí secamente, negando con la cabeza. No les había dirigido la palabra en un buen rato, y no lo haría por lo menos hasta que Rose dejara de lloriquear como una niña pequeña. Ni siquiera yo había llorado tanto cuando fallecieron mis padres. Eso me hizo pensar nuevamente en que algo ocultaba Rose. Cuando me vuelvo a girar hacia la carpa, tropiezo con algo. Melody estaba lanzando hacia afuera las pocas cosas que eran de los chicos, como las bolsas de dormir y algunas provisiones que eran para ellos y para Rose—. ¡Eva, que vengas aquí!

—Voy—respondí, dándoles a ellos un último vistazo—. Sí... todo está más que claro...

Me agaché, y entré con mi mejor amiga en el reducido espacio, que, para ser solo dos, era inmenso. Y lo tendríamos solo para nosotras, y no lo compartiríamos. Estaba segura que tanto yo como mi mejor amiga, preferirías dormir en el borde de un precipicio a compartir algo con Rose, y, actualmente, ni con Marco ni Daniel.

—No puedo creer lo imbéciles que son...—habían transcurrido al menos dos horas, y yo seguía sentada dentro de la carpa, frente a Melody, quien no dejó de insultar a todos desde que su enojo apareció y su típico carácter Melodiano salió a la luz. Habíamos abierto algunas latas de comida, que no nos demoramos en devorar. No les convidamos a los demás—. Quien iba a decir que los seres sobrenaturales son tan calentones...—masculla, con la voz alta. La conocía, sabía que estaba intentando que los demás la escucharan para poder insultarlos indirectamente—. Lo siento por ti Eva, lo digo por ellos. Aunque, tu te calientas con Dan... ¡Ay!—chilla cuando le pellizco el brazo con fuerza. No tenía ganas que el ego de Daniel se inflara en orgullo, y que Rose supiera que entre nosotros había ocurrido algo. Aunque, ya suponía que era bastante obvio—. ¡Idiotas, eso es lo que son!—continuó, sobándose el lugar donde yo la había pellizcado, y comenzaba a verse una ligera marca rojiza.

— ¿Sabes que te estamos escuchando?—habla Daniel en voz alta, para que nosotras lo escuchemos. Resoplé.

— ¡Pues esa era la idea!—replica Melody, cruzándose de brazos, frunciendo el ceño, como si alguien además de mí la estuviera mirando—. ¡Y la comida que nos quedamos está muy buena, y no planeo convidar!

Y la discusión continuó. Bufé, y me acurruqué en una de las bolsas de dormir, cerrando los ojos. Escuchaba a Melody y a Daniel discutiendo a través de la fina tela de la carpa, pero era como si estuvieran bien lejos, bajo el agua. Los ruidos de los pensamientos en mi cabeza era lo único que podía escuchar hasta que terminé por quedarme completamente dormida, sumiéndome en un sueño profundo, sin ninguna clase de pesadillas que me atormentaran, o sueños que me llevaran lejos de la realidad en la que estaba viviendo actualmente.

Siento algo que me aprieta el hombro, de manera fina y persistente, haciéndome sentir un cosquilleo de dolor en toda la extremidad. Murmuro algo inentendible, algo así como un insulto que estaba segura que nadie comprendió. Entreabrí los ojos y me encontré con Melody arrodillada junto a mí, pellizcando y sacudiendo mi brazo con insistencia.

— ¿Qué...?—murmuro, más dormida que despierta, bostezando, estirándome un poco, desperezándome en el lugar.

—Están durmiendo juntos—sentencia, con el ceño ligeramente fruncido, y entonces el sueño se me fue de repente. Me enderecé de golpe, parpadeando varias veces para no tener esa sensación en los párpados de querer seguir durmiendo un rato más. Gateé por la bolsa de dormir, y abrí un poco la carpa, asomándome hacia afuera. Melody hizo lo mismo, pegándose a mí para también observar. Vi que a una distancia prudente, lejos de nosotras, estaban los tres tendidos sobre la hierba, junto a los restos de cenizas de alguna fogata. Rose estaba en medio de ambos, y éstos no la abrazaban, pero sus cuerpos estaban prácticamente pegados.

Las sombras del ayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora