Capítulo 13.

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Las grandes puertas de la residencia Uchiha se abrieron, cediéndonos el paso a la enorme casa, el auto avanzó hasta llegar a la entrada principal en donde yacía una mujer de edad avanzada con un uniforme a blanco y negro, en cuanto bajamos se acercó a nosotros a paso rápido e hizo una reverencia hacía Sasuke.

—Buenas noches, señor Uchiha. El señor Fugaku está esperándolo en el vestíbulo. —dijo sin más.

Se notaba el respeto que le tenía a pesar de que no viviese allí y en cuanto me ve sonríe tiernamente.

—¿Puedo ofrecerle algo, señorita?

—No, gracias. Estoy bien.

Le devolví la sonrisa y nos guía amablemente por los pasillos hasta el vestíbulo, en donde se encontraba un hombre sentado de espaldas a nosotros en un sofá reclinable.

Aprieto la mano de Sasuke con fuerza y el trata de tranquilizarme atrayendome más a él, pasando su mano por mi cintura. La mujer se acerca a aquel hombre y le informa de algo en voz baja, no estaba demasiado cerca para escuchar lo que le había susurrado, pero leí sus labios lo mejor que pude. Su hijo ha llegado, fue lo que le dijo.

El hombre asiente para que la mujer se retirara y seguido de esto, se puso de pie lentamente aún sin girarse, camina hasta un estante repleto de libros y toma uno al azar.

—Hace tiempo que no vienes por aquí, hijo. —murmura demasiado cortante.

—Ahora estoy aquí.

Su voz era ronca, como la de Sasuke, pero había algo en ella que la hacía más escalofriante, un tono de amargura que eriza mi piel de sólo escucharlo. Se da media vuelta, sus ojos oscuros se posaron por primera vez en nosotros y sonríe de medio lado.

—Siempre tan expresivo. —exclama con una sonrisa.

—Ella es Sakura, mi novia...

Me presenta con su padre, que ahora ya estaba lo bastante cerca para poder estrechar las manos en un saludo. Él me mira con seriedad y segundos después asiente con la cabeza.

—Un gusto, Fugaku Uchiha, padre de Sasuke.

—Sakura Haruno, el gusto es mío señor.

Le sonreí forzadamente, después de todo lo que Sasuke me había contado de él no me hacía mucha gracia conocerle sólo por el hecho de ser el causante de su sufrimiento. No sentía más que repugnancia, pero sí Sasuke quería que lo conociese y tratase como a su padre, lo haría, pero lo haría por él.

—¿Eres la hija de Kizashi, no? —pregunta con curiosidad.

—Así es, ¿usted conoce a mi padre?

—Somos socios, hemos tenido diversos negocios juntos, es un viejo amigo mío.

—Me alegra escuchar que mantiene una buena relación con él.

Fugaku asiente y nos ofrece tomar asiento junto a él en un sofá tapizado de un color chocolate. Saca un cigarrillo de una cajetilla que llevaba en el bolso de los pantalones y le tendió la cajita a Sasuke, que sin dudarlo tomó uno y se lo llevó a la boca igual que su padre.

—¿Qué te ha traído por acá, hijo mío? —pregunta mirándolo a los ojos.

—Quería que conocieras a Sakura.

—Así que vas en serio... me complace saber que por fin sentarás cabeza.

Sasuke se ríe y su padre le siguió. Fugaku soltó el humo retenido y vuelve a dar una nueva calada a su cigarro.

—Me parece bien, debes saber que tu eres mi heredero, así que tienes que procrear el tuyo pronto. —le dijo con seriedad.

—Estamos en eso. —responde Sasuke como sí nada.

Una pelea contra el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora