Capítulo 12.

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—¡Por favor Sasuke, dime a donde viajáremos!

—Naruto y yo estamos de acuerdo en que tiene que ser una sorpresa. —dijo sonriendo.

—No me gustan las sorpresas.

—Esta sí te gustará.

La clase había terminado y nosotros por fin tomamos la decisión de los planes para las vacaciones, habíamos acordado en salir de viaje juntos y en seguida Naruto le susurró algo en el oído a Sasuke y éste asintió, se miraron fugazmente para después ponerse de pie, dijeron que tenían que comprar algunas cosas y preparar todo para salir en un par de semanas.

No quisieron decirnos siquiera el nombre del lugar al que nos llevarían y salieron al aparcamiento en busca del auto del rubio para ir arreglar los detalles del viaje.

—Joder, con estos chicos no se puede...

—Será mejor que vayamos a casa, tenemos muchas cosas de que hablar. —susurra.

—Tienes razón.

Subimos a mi auto y nos ajustamos el cinturón, el suave ronroneo del vehículo se escuchó y nos deslizamos por las calles con el viento revolviendo nuestras melenas hasta llegar a casa, mi madre llegaría dentro de un par de días así que estaríamos solas.

—Y dime, ¿cómo fue?

—Pues... no lo sé, ¿bonito?

—Estupendo, pero ¿qué te llevo a tomar la decisión de entregarte a él?

—Yo... Hinata, nunca creí que algún día diría esto, pero me he enamorado completamente de él, me dejé llevar por lo que quería en ese momento, y lo que quería era ser suya en todos los aspectos. No puedo describir cómo me siento, es alucinante, le quiero, sé que es real... lo siento real, incluso daría mi vida por él si fuese necesario y...

—Dios. —dice sorprendida y se lleva las manos al rostro cubriéndose la boca, sus ojos estaban muy abiertos y se deja caer en la cama a mi lado.

—Lo que siento por él, me da miedo.

—Oh Sakura, me alegro por ti. Por fin sabes lo que se siente estar enamorada.

—Debo admitir que no es tan malo como creí.

—Y tú me echabas en cara mi estado de estupidez por Naruto.

Musita con ironía.

—Qué nos están haciendo estos chicos?

—Definitivamente nada bueno. —se ríe.

Conversamos un rato más, eran las cuatro de la tarde y estábamos solas en casa, el aburrimiento nos estaba matando, hasta que de pronto se me ocurrió una idea.

—¿Qué te parece si vamos al centro comercial a tomar un café? Además, podemos comprar algunas cosas para el viaje.

A Hinata se le iluminaron los ojos y asintió energéticamente. Sin duda, estar mucho tiempo con Ino nos ha estado afectando demasiado.

—¡Es una estupenda idea! Necesitamos comprar bañadores y ropa nueva, no sabemos exactamente a donde nos llevarán, pero tenemos que estar preparadas. —murmura pensativa.

Me paso por encima una rebeca limpia color verde y ella se calza unos zapatos rojos de piso muy monos. Tomamos la llaves del auto de vuelta y salimos directo al centro comercial.

Hinata canturreaba sin parar mientras el viento que entraba por la ventana le pegaba directamente en el rostro y haciendo que unos mechones de cabello obstruyeran su vista, pero aún así no deja de tararear la letra de aquella canción que sale en el radio.

Una pelea contra el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora