Capítulo 33

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Los ojos oscuros de Sasuke me observan con cautela, seguía inmóvil en medio de la habitación y su reacción comienza a preocuparme. Su rostro está pálido y los labios le tiemblan.

Tomo una de sus manos y lo llevo conmigo a la cama, él se sienta en la orilla del colchón, con la mirada perdida.

—¿Voy a ser papá? —dice sacándome de mis propias cavilaciones.

Algo me decía que era más una pregunta para sí mismo que para mi, sin embargo, decidí esperar a que terminara de asimilarlo.

—¿Desde cuándo lo sabes? —pregunta parpadeando varias veces.

—Hace unas horas lo supe.

Era verdad, así que comencé a relatarle la historia.

Después del almuerzo con las chicas, Ino me convenció de ir al centro comercial con la excusa de buscar el obsequio de cumpleaños para él.

Ella era un torbellino, y al ver un vestido en el aparador de una de las boutiques, quiso probárselo, pero al sentirse culpable por ser una loca por las compras quiso arrastrarme con ella.

Quise probar con un vestido rojo ajustado, pero me sentí frustrada en el probador porque no entraba en el, a pesar de ser de mi talla.

Dejé pasar el incidente, hasta que después de salir de la tienda decidimos parar a comer en un restaurante cercano. La lasaña no hizo buenas migas con mi estómago, obligándome a correr como una posesa por el lugar en busca del baño para poder devolver la comida.

Ino entró totalmente alterada con actitud de mamá gallina, no dejando de insistir hasta que me llevó a rastras al auto y conducir al hospital. Me hicieron análisis de sangre, varios estudios, pero al final todo se resumió en que tendrían los resultados hasta el día siguiente. Por supuesto que ella no se quedó conforme, presionando al personal recordándole de quién era esposa.

El apellido Uchiha pesó. Puse los ojos en blanco al ver que a Ino no le importaba tener que usar la influencia de Sasuke para conseguir lo que quería. Pero funcionó, los resultados estuvieron listos muchísimo antes de las seis y casi me caigo al suelo al ver que el análisis de la beta-hCG dio positivo.

El rostro de Sasuke seguía pálido, mirando por turnos entre mi rostro y mi vientre. Después de salir de su estupor se refriega el rostro con sus manos, parecía frustrado.

—¿Sucede algo? ¿No te ha gustado la noticia? —pregunto con temor.

Si, tenía miedo de que Sasuke no quisiera formar una familia conmigo. Sé que dijo muchas veces que era lo que quería, pero quizá al ver ése momento demasiado cerca esté arrepintiéndose de sus palabras.

—Duerme, Sakura. —dijo poniéndose de pie.

Me quedé helada. No respondió nada más, simplemente se da la vuelta y sale de la habitación como alma que lleva el diablo.

Me muerdo el labio para evitar sollozar. De todas las reacciones que llegué a imaginar, nunca pensé que fuera algo así.

No bajo a buscarlo. Por experiencia propia sabía que debería dejarlo solo, para que lama sus heridas. Debía darle tiempo para pensar, de digerirlo. Ya no estábamos para juegos, ahora había alguien más que podría salir lastimado.

—Tranquilo, pequeñín. Papá sólo está sorprendido de saber que vienes en camino, pero todo estará bien, ¿de acuerdo?

Acaricio mi abdomen todavía plano, aunque lo bastante hinchado para hacerme subir una talla.

Yo iba a amar a ése bebé. Maldición, ya lo amaba desde el momento en el que me dijeron que sería madre. Era totalmente inesperado, pero lo querría con todas las fuerzas de mi alma.

Una pelea contra el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora