Capítulo 24.

2.2K 161 36
                                    

—Sakura... —susurra la voz de Sora desde el otro lado de la línea.

Parece enojado, sin embargo, yo sé que no es conmigo. Sora sabe de la existencia de Sasuke, está al tanto de nuestra historia. De todo lo que pasamos juntos. Incluso sabe que fue por él que decidí marcharme de mi ciudad natal.

—Sora, ¿Qué sucede?

—¿Qué diablos es todo eso que dicen en la televisión? —pregunta.

No está aquí conmigo, pero sé que su ceño está fruncido y su labio inferior está levemente curvado hacía abajo.

—Ya sabes que siempre están inventando cosas. Fuimos a comer, eso ya lo sabías. Aunque también tengo que contarte que me he encontrado en el restaurante a unos viejos conocidos. Oh, Sora, no tienes idea de lo mucho que me alegró verlos. Quisiera que estuvieras aquí para el fin de semana, así podrías conocerlos, son unos chicos increíbles. —digo tan rápido que espero que me haya entendido.

Se escucha su risa, y yo sin poder evitarlo sonrío. Desde el inicio siempre ha sido así, yo hablo hasta por los codos y Sora me presta atención. Quizá es por eso que funciona tan bien nuestra relación.

¡Como quisiera haberme enamorado de alguien como Sora! Si tan sólo lo hubiera conocido antes...

Pero no se puede hacer nada, el hubiera no existe. Ésto es todo lo que tengo ahora. Un noviazgo que posiblemente termine en matrimonio, viviremos felices. Sora seguirá su carrera como actor, yo seguiré en el modelaje unos años más. Seré mamá y después me dedicaré a ello.

Posiblemente trabaje como doctora, ese ha sido siempre mi sueño y quiero cumplirlo. No importa que sea dentro de muchos años, estoy dispuesta a hacerlo.

—Cariño, te prometo que estaré ahí y podré conocer a quien tu quieras. —me dice sacándome de mi ensoñación.

Después de hablar un rato más, me despido de él, no sin antes comentarle que justo esta tarde empezaría con mi trabajo como ángel de Victoria's Secret.

Mi mamá, que había escuchado todo desde el sofá, me sonríe. Yo le doy un abrazo y un beso en la mejilla prometiendole llegar para la cena.

Me subo a mi maravilloso porsche blanco descapotable que había llegado recién desde Nueva York y sin contratiempos salgo disparada entre las calles hasta la agencia en la que se supone que harían la sesión. Se grabarán varios anuncios publicitarios y es muy probable que mañana mismo se daría a conocer la noticia sobre la identidad del nuevo Ángel.

Shiori me mandó un mensaje con la dirección del edificio, y por supuesto, gracias a la potencia de mi auto consigo llegar en menos de veinte minutos, siendo favorecida por el poco tránsito en la avenida. Ella estaba esperándome en la puerta, con un bloc de notas en mano y una botella de agua que me da en cuanto me ve.

—Te han llamado desde Italia, para agradecerte la colaboración en la nueva temporada de Gucci, y también desde Moscú, por los desfiles que hiciste hace un mes. Y no menos importante, el señor Wertheimer habló personalmente para felicitarte por la grandiosa participación que tuviste en su desfile de modas en París ¡Ha dicho que eres digna portadora de prendas Chanel! Oh, y también tengo que recordarte que la oferta de Louis Vuitton sigue en pie, han quedado encantados con tu trabajo y quieren volver a firmar un contrato para la nueva temporada primavera-verano. —dice tan atropelladamente que a penas logro entender todo lo que me dice.

—Shiori, por Dios, no me hables más de trabajo. Primero tengo que terminar lo que acabo de comenzar, filmar montones de cosas y después largarme de aquí lo antes posible. Estar en Konoha me tiene nerviosa. —le confieso agotada.

Una pelea contra el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora