Erase una vez..

Capitulo 53- En casa.

-¿Estas segura de querer volver con el?

Conté hasta  diez antes de contestarle 

-¿Cuantas veces me lo preguntaste ya? ¿Unas 55?

-Ya no te enojes... Es solo que me preocupa.

-¿Que te preocupa?

-Que ese imbécil no te trate como te mereces y yo no este ahí para defenderte. 

Abrace a mi primo.

-Es muy lindo de tu parte, pero no tienes que preocuparte. Aparte sabes que puedo defenderme sola.

-Si lo se pequeña.-Dijo despeinándome.

-Querida ya es hora de irnos.-Dijo Camila entrando a la habitación.

Iba a levantar mis valijas pero Aron se me adelanto.

-Ya lo hago yo, pensándolo bien mejor te acompaño al aeropuerto, así si te arrepientes te traigo a casa.

.......

-¿Que sucede?-Pregunto Ethan tomando mi mano.

Yo volví mi vista a la ventana del avión.

-No lo se, esperaba que mi padre viniera a despedirme por lo menos.

El me abrazo por los hombros.

-Ya se van a arreglar las cosas, solo dales un poco de tiempo.

-Eso espero...

-Oye.. ¿Que fue lo que te dijo la niña bonita cuando se despidieron? 

-Deja de decirle así, Aron no es ninguna niña bonita, y no me dijo nada que te incluya.

-¿A si? ¿No vas a contarme?

Negué con la cabeza divertida.

De un momento a otro comenzó a hacerme  cosquillas, como odio que lo haga.

-Ya basta, basta voy a contarte.-Dije entre risas.

-Entonces...

Me encogí de hombros.

-Nada importante, solo que si me arrepentía de vivir de vivir con un playboy como tu, podía volver a su casa.  

Ethan llevo una mano a su pecho haciéndose el ofendido.

-¿Yo? ¿Un playboy?

-No puedes negar que lo eres.-Dije riéndome.

-Bueno quizás solo un poco, pero solo tuyo pequeña.

Sentí como la sangre subía por mis mejillas.

-Amo cuando te sonrojas, pareces un tomate, y uno muy lindo déjame decirte.

-No se si eso puedo tomarlo como un cumplido, pero gracias creo...

...

Ya había anochecido y nos quedaba por lo menos una hora mas de vuelo.

Me levante para ir al baño con cuidado de no despertar a Ethan.

Al parecer no pueden hacer baños mas pequeños en estas cosas. 

Me lave la cara y peine un poco mi cabello. La verdad parecía uno de esos fantasmas sacados de las películas de terror. 

Termine y volví a mi asiento, pero Ethan ya no estaba ahí, no le di mucha importancia y me acomode para seguir viendo por la ventana.

Minutos después apareció, pero estaba todo rojo y exaltado.

-¿Que te sucedió?-Pregunte mordiendo el labio para no reírme.