Erase una vez..

Capitulo 24- Arruinando una cita

** Narra Megan

-Te ves hermosa.-Dijo Peter dándome un beso.

-Gracias- Le sonreí.

-Pase usted.-Dijo abriendo la puerta del auto y haciendo una reverencia.

-Gracias señor.-Conteste riendo.

El cerro a puerta y dio la vuelta para subirse.

-¿Que tal te fue con la pelirroja? ¿No intento matarte?.-Se burlo de mi.

-Ya no te burles.-Golpee su brazo.-Es que cada vez que yo le hablaba en clases parecía que quería matarme, pero resulto ser una chica divertida, me cayo muy bien.

-Te dije que te caería bien.

-¿Y como estabas tan seguro de eso?

-Soy adivino ¿Nunca te conté?

-Ya no me tomes el pelo.

-Vale perdón.-Dijo riendo.

..

Entramos al parque no había tanta gente teniendo en cuenta de que es un sábado por la noche.

-¿A cual quieres ir primero?-Me pregunto el.

-A ese.-Dije señalando una montaña rusa enorme.

Peter trago en seco.

-¿No quieres comer algo primero?

-No me digas que le tienes miedo a las alturas..

-¿Yo? Miedo a las alturas. No como crees.

-¿No? Entonces vamos.

Lo tome de la manos y lo lleve casi a rastras hasta la fila.

Una vez sentados en los carritos lo mire, estaba pálido.

-¿Seguro que no le tienes miedo?

-Seguro.. No le tengo miedo.

El juego comenzó a moverse, no estábamos ni a la mitad de llegar arriba cuando Peter me agarro fuerte del brazo.

-Cambien de opinión Meg quiero bajarme.

-Ya no te podemos bajarnos, no seas una nena.-Dije tomando su mano.- No te asustes que todavía nos quedan varios metros para subir.

Cuando comenzamos a bajar, Peter se puso a gritar todo tipos de cosas.

-YA QUIERO BAJAR.-Grito.

-YA FALTA POCO Y BAJAMOS AMOR.-Conteste yo riendo con ganas.

Después de unos 3 min de estar aguantando sus gritos el juego termino.

Peter parecía un fantasma, estaba pálido y se tambaleaba.

Yo no podía dejar de reír.

-¿Estas bien?-Le pregunte.-Ven nos sentemos un rato.

-Ya deja de reírte de mi.-Dijo ya recuperado y un poco molesto.

-Vale lo siento, lo siento. ¿A cual quieres ir ahora? Te toca elegir.

-A la casita del terror. Vamos-Se paro y me tomo la mano.

Comenzamos a caminar hacia allí, yo solo pensaba en como hacer para convencerlo de no entrar.

Me considero una de las personas mas miedosas del mundo, pero soy demasiado orgullosa como para decirlo.

Y como si fuera poco odio las casitas del terror desde que mi hermano me jugo una broma en una de ellas, no se, traumas de la infancia.

-¿Lista?