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-No lo sé, no puedo verte.- dije en broma y algo confundida.

-Soy yo!.- me destapa los ojos y se deja ver.

Río- Liam.- vuelvo a reír.- no puedo reconocer tu voz si la modificas.-

-Ese era el plan.- me guiña el ojo.

Fuimos a nuestros casilleros. El de Liam queda junto al de Louis, luego el que solía ser de Niall, el de Zayn y luego el de Harry, junto al mío. Afortunadamente no tuve que cruzármelo aquí, comenzaba a odiarlo.

<No te engañes, sabes que lo...

'Cállate.'

<Sabes que lo que digo es cierto.

'No lo es, ya cállate. No quiero oírte.'

Ésta voz comenzaba a fastidiarme, siempre tiene algo que decir.

De repente me golpeo fuertemente con un cuerpo, alto y musculoso. Mierda.

-Ally.- sonrió como no lo había visto hacerlo en los últimos cinco años.

-Hey.- dije con una fingida emoción.

-Puedes llamarme por mi nombre, pero no importa. Debo irme, te llamo en la noche.- besó mi mejilla y se fue.

'Pero....qué le pasa a este chico?'

Dijo que me llamaría en la noche, 'a que se refería con eso? No quiero que me llame.'

<Si lo quieres.

'Callate coño.'

Camine hasta el salón de química aplicada, hoy se supone que cerrarían las notas del año. Ya quería saber mi nota, aunque ya la sabía. Resulte ser muy buena en esta materia y realmente me gusta.

Me senté en mi asiento habitual y esperé a oír mi apellido. Algo aterrizó en mi cabello, lo ignore. Ahora cayó en mi Banco, golpeó mi espalda, brazo, entró en mi blusa. 'Mierda, quien está así de molesto?'

Me doy la vuelta y logro ver el causante de tantas molestias.'Mierda, este chico puede ser realmente pesado.' Lo ignore y seguí oyendo las notas.

-Blake.-levanto la mano y espero mi nota.-Nueve, la felicito.-
'Que? Nueve?'

<Sabes que esa es la nota más alta que vas a lograr con este profesor.

'Callate.'

Estuve casi toda la hora sin oír, enfadada por no tener la nota que creía merecer.

-Sccot...Siete.-

-Styles.-levanta la mano de mala gana.-Ocho.-

'Ocho!? OCHO!?' Me doy la vuelta para mirarlo.

-Gracias.-sonríe, me mira y guiña el ojo.

Maldito hijo de puta.

Tocó el timbre y salí de la clase. Quedaba el almuerzo y sólo una clase más. Fui al comedor, me serví ese plato de lo que las cocineras llaman comida y me senté donde siempre. Alguien se sentó a mi lado repentinamente, era conocido, pero no a quien estoy acostumbrada.

-Sólo vine a hacerte compañía.-sonrió

-Esta bien.- lesonreí y continué comiendo.



MIDNIGHT MEMORIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora