Sonó mi celular. 11:22 a.m.
Las chicas planean hacer una pijamada, en mi casa, como siempre. Mi casa está siempre vacía, por eso es la más atractiva para hacer este tipo de cosas. Accedí sin preámbulo, no me importa que vengan a mi casa, y prefiero que vengan a mi casa donde sé que puedo hacer y decir lo que quiera, a ir a casa de alguien donde tengo que pensar dos veces todo y no puedo hacer lo que me da la regalada gana.
Me levanté de la cama y caminé al baño, me duché y salí. Caminé cubierta por una toalla hasta el armario y me metí, busqué algo de ropa y salí con ella puesta. Boxers blancos y remera azul hasta un poco más debajo de mi trasero. Ésta si era de mi hermano, me la regaló hace un año luego de repetirle infinitas veces que me regale una de sus remeras. Si, probablemente hubiese preferido la negra de nirvana, o la blanca con la guitarra negra en el centro, pero esta me es suficiente.
Bajé, no tenía ganas de cocinar por lo que me hice sólo un sándwich de queso. Subí a mi habitación de nuevo, tomé mi libro y leí. Pasé página por página pero no leí absolutamente nada, mis ojos sólo pasaban por encima de las palabras. Cerré el libro luego de aproximadamente dos horas leyendo, o intentando hacerlo, no pude concentrarme en absoluto. Dejé el libro en la mesa de luz, me di la vuelta y enterré mi cara en la almohada. 'Mierda.'
-Huele a Harry.-
-A mí? O hay otro?.-me di la vuelta, recién acababa de entrar por la ventana, se acomodó el cabello hacia atrás y me miró.
-Deberías dejar de acostarte en mi cama, así olería a mí.-le tiré una almohada y la atrapó en el aire.
-Deberíamos dormir juntos, así tendría olor a ambos.-rió.
No contesté. Agarré una almohada, la abracé y enterré mi cara en ella.
-Si quieres olerme, me tienes aquí, no es necesario que huelas la almohada.-lo fulminé con la mirada, se rio y se acostó a mi lado.
-En la noche vienen las chicas, vamos a hacer noche de chicas.-
-Yo no entro en ese plan?.-
-No Harry, sos hombre.-
-De igual forma voy a venir más tarde a estar contigo.- se dio la vuelta y me abrazó de la cintura.
-Como digas.-rodé los ojos y tapé mi cara con la almohada. Me la quitó y besó mi mejilla. Ahora que lo recuerdo, no me dijo lo que debía decirme.-No me dijiste lo que querías decirme ayer.-
-No, alguien me mantuvo ocupado.-me sonrojé y oculté mi cara en la almohada de nuevo.-Bueno, si quitas tu cara de ahí quizá logre decírtelo.
-Bien.-respondí. Quité la almohada de mi cara y lo miré.
-Okay.-dijo mientras se sentaba, pasó su mano derecha por su cabello y lo removió, tiró de las puntas y lo soltó.
-Tómate tu tiempo.-me senté frente a él. Me miró unos segundos y luego puso sus manos en su cara. Suspiró y quitó sus manos, me miró y se relamió los labios, tomó el inferior entre sus dientes y lo soltó. Sólo me miraba sin decir nada. Se levantó quedando parado junto a la cama con sus rodillas apoyadas en el borde del colchón, dio unos pasos para atrás y se volteó. Me acerqué y quedé sentada en el borde de la cama. Se dio la vuelta una vez más, dio dos pasos y se agachó frente a mí quedando casi a la misma altura que yo. Acomodó mi pelo detrás de mi oreja, acarició mi mejilla y bajó su mano hasta quedar en mi rodilla.-No lo digas si es tan difícil.-
-Pero quiero hacerlo, quiero que lo sepas. Sólo no sé cómo decirlo, o qué pensarás cuando lo diga.-se llevó su mano izquierda a la boca y mordió la piel de alrededor de la uña de su dedo índice.
Acerqué mi mano y acomodé su pelo mínimamente quitando algunos mechones de su cara, puse mi mano sobre la suya que estaba en mi rodilla.-No pienses, sólo hazlo.-
Puso su mano en mi mejilla y me besó, se levantó lentamente y tiró de mí hasta quedar completamente acostados. Se posicionó entre mis piernas como siempre y besó mi cuello. Mis brazos estaban alrededor de sus hombros acercándolo más a mí. Se alejó unos segundos y pronunció unas palabras que no logré entender al instante. Después de unos segundos pude entender lo que su boca había pronunciado y no pude creerlo. Lo alejé de mí y lo miré a los ojos con mis manos en su pecho.
-Que dijiste?.-
Repitió lo que había creído oír, y si era lo que yo creía. Quedé totalmente sorprendida por lo que acababa de decir, por segunda vez en un día. Se apartó de mí y se sentó en un costado lejos de mí.
-Esto es exacto lo que temía.-dijo tan bajo que creí que hablaba consigo mismo.
-Yo....-me senté.-Sólo estoy sorprendida, no esperaba eso.-se revolvió el pelo y tiró de las puntas por segunda vez en menos de diez minutos, se paró y caminó hacia la ventana.-No te vayas!.-salté de la cama, corrí hacia él y lo abracé, me devolvió el abrazo al instante. Levanté mi mirada buscando la suya.
-Te quiero.-dijo y me besó sin esperar a una respuesta. Nuestros labios unidos moviéndose a un ritmo tan lento como la canción que estaba de fondo. 'Espera, canción de fondo?'
Abrí los ojos y me separé de él, mi celular estaba sonando. Me costó soltarme de su agarre pero lo hice y corrí a tomar la llamada. Mi mamá me avisaba que no vendría a casa esta noche. Me dí la vuelta y Harry ya no estaba. Busqué su silueta en mi cama, donde suele estar, en el armario o en el baño o en cualquier parte de la habitación, pero él ya no estaba. Se había ido sin razón, sin decir adiós después de lo que había dicho.
