No creía lo acababa de mencionar, ahora Joy no deja de molestar, como si extrañar al único hermano que tengo fuera extraño.
—¿Qué no te importaba?— pregunto Joy.
—Ya no importa— dije dándole poca importancia al asunto.
Joy rio y me ve risueña —Jajaja, ¿no importa?, ¿enserio?— se paró frente a mí de brazos cruzados.
—No eso ya importa, y si hablo enserio, ¿pero?
—¿Pero qué?— arqueo una ceja.
—Tú me podrías explicar ¿por qué mi hermano y tú se estaban besando el día después de que yo lo hiciera?— pregunte sin más.
—¡Ah!, eso... fue un juego de verdad o reto.
—¿Simplemente fue eso?
—Si, ¿qué tenías celos?- decía burlándose de mí.
—Perdón, ¿yo... celos?... jamás.
—Jajaja, lo que digas— dijo entre risas, las cuales cambio a gritos de un momento a otro —bueno Mateo me despido ya llegó mi mamá.
—Bye Joy.
La madre de Joy y su hija se despidieron de mí para después salir caminando del aeropuerto, fue entonces que quede sólo en la sala de espera hasta que llegaron mis padres, al subir al auto quedó profundamente dormido, tenía sueño desde que subí al avión pero del miedo no quise y no pude dormir.
(***)
—¡MATEO YA DESPIERTA!— grita mi padre para que despierte.
—¿Qué ya... llegamos?— reguntaba entre bostezos.
—¡SI, Y DATE PRISA QUE NO TE DORMIRAS HASTA QUE ACOMODES TUS P*TAS COSAS!
—Ya voy— conteste medio dormido.
Entonces bajo de carro, tomó la maleta y me dirijo a las escaleras, bajo la maleta y la dejo ahí comencé a subir para llegar a mi cuarto.
Una vez ahí ignoro todo lo que me dijo mi padre así que cierro la puerta con seguro y me tiró bocabajo en la cama en busca de mi celular. Al tenerlo entre las manos lo enciendo, esperar es un "Don" con el que no fui concebido, mientras esperaba a que entendiera el celular buscaba la fecha en el calendario.
—¡NO PINCHES MAM*S!— exclame al ver la fecha —, en dos días empiezan las clases— hablaba yo sólo en espera de una respuesta.
Después de unos segundos suena el teléfono y no puedo evitar contestar.
—Hola buenas noches quien habla.
Genial ahora parezco una recepcionista.
—Holis Mateo, soy tu mejor amigo.
—¡OMG!, ¡Kirby puedes hablar!— en realidad si sabía quién era, sólo quería que Marcos se enoje.
—No pedazo de idiota soy Marcos, me enteré que ya volviste de la casa de tu tía.
—Sí, pero eso no importa ¿tú ya volviste del campamento?
—Sí acabo de llegar.
—¡¿Enserio?! igual yo, se supone que debería estar ordenando mis cosas pero que flojera.
—Típico de ti— se escucha que ríe.
Su torpe risa, da más risa que el chiste.
—Marcos espera a que acomode mi ropa y voy a tu casa.
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Vida En La Preparatoria.
Teen FictionVida En La Preparatoria. Esta historia cuenta la vida de un joven adolescente de tan solo 16 años que recién está comenzando sus estudios a nivel bachillerato, justo en el momento en el que todo adolescente se siente sólo e ignorado por sus padres...