Vida En La Preparatoria.

6. Todo por un beso.

No esperaba que ella me tratara de esta forma tan agresiva, pero el daño esta hecho ya no había vuelta atrás, así que si debía decir o hacer malo lo haría sin remordimiento. 

—Pero, quiero ayudarte— dije avanzando lentamente, pero me detuve súbitamente cuando vi a Joy ponerse de pie violentamente. 

—Basta Mateo ya has hecho bastante.

—Joy, déjame ayudarte sólo está ves.

—Está bien, ¿quieres ayudarme?

—Si, eres mi amiga y quiero ayudarte.

—Pues déjame sola— dijo entre dientes.

—Te gustó mi besó, ¿cierto?.

—¿De qué hablas?

La observe ingenuo por unos segundos, me gusta verla cuando esta confundida —No, no te gustó te EN-CAN-TÓ— una idea cruzo por mi mente y la deje salir sin medir las consecuencias —, seguro e imaginaste que yo era Tadeo y fue por esa razón que no me apartaste rápidamente.

—¡CÁLLATE Y DÉJAME SOLA!— cubrió sus oídos con sus manos.

—Esta bien, sólo recuerda que mi hermano no te ama.

—No es cierto.

Yo solía decirle eso cada vez que ella me hablaba cosas cursis sobre mi copia; es decir, somos la misma persona compartimos el mismo ADN y ella esta obstinada en que el es mas lindo que yo, mas amable lo creo, incluso el que sea mas estudiosa, pero dejando eso de lado somos prácticamente el mismo ser.

—¡LÁRGATE DE AQUÍ!

—Solo si me dices porque lloras.

—Porque yo enserio AMO a tu hermano, y si el alguna vez sintió algo por mi ya no lo hará mas cuando sepa lo del beso que me robaste.

Es lo ultimo que escucho mientras me retiro del lugar con una gran sonrisa malvada, me muero de ganas por ver la cara de Tadeo cuando le cuente que bese a Joy, su linda y preciada Joy, pero por ahora sera mejor mantenerlo en secreto.

cuando salia de la cocina me encuentro con Tadeo.

—¿No vas a cenar?— pregunta Alejandro al verme salir.

—No la verdad tengo mucho sueño— me excuse para ir a dormir.         

(***)

 Al despertar me doy cuenta que mi gemelo no se encuentra en la cama, así que me levanto y salgo de la habitación para buscarlo pero lo único que encuentro son los rastros de que una persona que acababa de desayunar, instintivamente supuse que fue mi gemelo, lo voy a matar por no haberme despertado, de repente oigo unas voces en el jardín, es el baboso de mi hermano y ¡oh no! Joy, corro hacia donde ellos se encuentran, y no puedo creer lo que veo ellos se están besado.

—Tadeo ¿que estas haciendo?— le pregunto como si no fuera ya obvio.

Ambos se exaltan y se separan rápidamente al notar mi presencia.

—¿Cuando llegaste?— pregunto Joy ruborizada.

Pensé que ese era el momento adecuado para comentarle a Tadeo lo acontecido la noche anterior, no lose con certeza pero ya no puedo aguantar a ver como reaccionara mi reflejo.

—Hey Joy, ¿quieres que le diga a Tadeo que paso ayer en el cuarto mientras estábamos solos?

—Mateo, mejor cállate— dijo ella sobando sus cienes.

—¿O qué?— apoye mis manos en las rodillas y me incline hacia ella.

—¿De que hablan?— intervino Tadeo.