41. No es una película

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Narra Samantha:

Mi garganta dolía de tanto gritar, no sabía dónde me encontraba y no tenía la más mínima idea de cómo fue que termine aquí.

Mis últimos recuerdos antes de despertar en esta habitación oscura y fría son yo saliendo de la fiesta de Mateo a toda prisa, después de ello no se que es lo que halla pasado.

Una puerta rechina, la luz me permite ver la silueta de un hombre alto y robusto que camina en mi dirección. Intente levantarme, pero fue inútil porque me encontraba atada de pies y manos al armazón de la cama, la silueta del hombre estaba más cerca mio; mi respiración se agitaba a medida que el hombre desconocido caminaba acortando la distancia entre el y yo.

Narra Mateo:

Seguía llorando en el suelo de la celda cuando una idea cruzo por mi cabeza, provocando que me levantará rápidamente camine junto con blood el cual conversaba con un preso de la celda continúa.

Me acerqué y gentilmente le pedí a blood que me contestará algo —¿a quien debo hablarle para pedir mi llamada a casa?— blood negó lentamente y con eso mis esperanzas morían.

—Chico esto no es como en las películas— lo veo ingenuo, no comprendía lo que decía exactamente —, lo que quiero decir es que tus derechos no son como los representa las películas de Hollywood los "policías" de esas películas tienen un guión de lectura con derechos básicos. Cada estado tiene sus propios derechos, no siempre o mejor dicho no en todos lados tienes derecho a una llamada o según el crímen a un abogado y desafortunadamente California forma parte de esos estados en los que la llamada es necesaria.

—No me digas eso— lágrimas amenazaban con brotar de mis ojos nuevamente —¿pero si tengo derecho a guardar silencio?

—Mejor pide un abogado— sonrió y me dió un par de palmadas en el hombro —, si quieres salir esa es la mejor opción.

—Gracias viejo, si logro salir de ese lugar pediré a mis padres que te liberen.

Me acerqué a los barrotes de la celda y espere a que algún oficial pasará cerca para hacer uso de un derecho que si tengo en este estado.

Narra Marcos:

Tanto Dane como yo estábamos exhaustos de buscar a Samantha por todos lados, ninguna de sus amigbas tenía la más mínima idea de dónde podríamos encontrar a esa mujer. El primo de Mateo decidió sentarse en el suelo en lo que yo le envío un mensaje a Tiffany, que se encontraba en la casa limpiando el desastre causando por los amigos de Mateo.

Tiffany. ¿alguna novedad?

Marcos. Ninguna, ya estamos fatigados.
Marcos. Dane quiere saber que habrá para la cena.

Tiffany. Dile que nada si su primo no sale de ahí hoy mismo.

Voltee la vista a hacia abajo y negué lentamente, Dane hace un puchero y se deja caer completamente en el suelo.

Me siento a su lado a mitad de la banqueta, todos nos veían extrañados ¿como si nunca hubiesen visto a dos adolescentes tirados en el suelo?

Si Mateo estuviese aquí estaría mandando indirectas a quienes se nos quedasen viendo, pero debían secuestrar a la loca de Samantha.

—Dane ¿por qué estás en California?— pregunté lo más normal que pude, no miento estar en un lugar lleno de gente me pone nervioso.

Vida En La Preparatoria.Where stories live. Discover now