De Hijo A Madre

Décimo

Mamá.

Ya no estoy triste, tampoco tengo rabia y mucho menos estoy deprimido. Sí, puede que esté un poco a dolorido. Pero tienes razón acerca de nuestra relación, ha ido bajando. Así que lo pensé bien, y decidí llevarte a un lugar extremadamente divertido.

¡A un parque de diversiones!

Sí, puede que sea infantil y que tengamos que madurar, pero, ¿Para qué si lo primero que madura es lo primero que se pudre?

En el momento que fuimos al parque de diversiones fue de lo mejor. Cuando nos montamos en la montaña rusa y tus gritos eran estruendosos. O cuando flotamos en los barcos de aquellas piscinitas, que para remar se tenía que pedalear y comenzamos una guerra acuática. O cuando intentaba concentrarme en la lógica para poder arrojar perfectamente la pelota hacia las botellas de vidrios para que esas se cayeran y tú como eres tan tramposa, me empujaste y no las tiré.

Ese día fue máximo. Y terminamos el día yendo a cine, para ver los juegos del hambre sinsajo parte dos, cuando Primrose muere, tú empezaste a llorar todo un río. La muerte de Prim me dolió a mí también. ¿Cómo es posible, que un ser humano tan cariñoso, amistoso, generoso y hermoso como ella pueda morir? Al pensar en la muerte de Prim recordé que yo tenía poco tiempo de vida, recientemente fui al médico, sin ti. En la muerte no se sabe exactamente cuánto tiempo falta para morir. Pueden ser años, meses, días o incluso horas. El día en que sepa que moriré, me alejaré de ti, para así no hacerte sufrir.

Te amo, madre. Te amo más de lo que cualquier ser humano lo haría. Aún recuerdo cuando te decía que te amaba desde aquí hasta Plutón. Ahora mi amor por ti es desde aquí hasta él infinito y más allá.