Trigésimo segundo

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Mamá.

La escritura para mí es vida.

Me había despertado después de la maravillosa salida de ayer. Me duché y me cambié. Me quedé sentado en la cama por un momento. Hasta que lo pensé. "¿Y si hago una novela que tratase de mi vida?" Así que la decidí hacer. En todo el día me la pasé en él computador escribiendo. No me importaba que el tiempo pasara y pasara, me gustaba escribir. Hacer esto me encantó. Expresé todo lo que sentía, todos los problemas y las dificultades que tuve, en especial la muerte de Alejandro y la "traición" que ya no lo es de Paola. Ahora que terminé la novela y comencé a releer, me di cuenta que se centraba más en ti. Todo lo que sentía hacia ti estaban escrito justo ahí. Lo eres todo para mí madre. Sin ti mi vida sería una mierda completa. Estoy agradecido con Dios por haber pasado muchos momentos contigo y que a pesar de todos los problemas siempre hemos estado juntos y nos hemos apoyado el uno al otro. Eres mi todo, mi luz, mi esperanza, mi vida. Eres mi diamante, por eso nuestra relación es como un diamante, indestructible. Porque a pesar de toda la mierda que ha pasado, nunca me has dejado de querer como yo nunca te he dejado de querer. Ahora que tuvimos demasiado somos más fuertes, mucho más fuertes. Nunca cambiaría nada de esto. Por nada del mundo. Te amo, Mami.

Puede que leas esto, y puede que leas todas mis cartas que he escrito desde pequeño. No sé si sucederá, supongo que lo hará el destino. Pero yo no. Si lees esto, quiero que sepas que debajo de mi almohada hay algo para ti y quiero que te lo guardes para ti misma, no le cuentes nada de lo que tengo debajo de la almohada a nadie. Ni siquiera a Paola ni a Sebas. Quiero que lo guardes por siempre. Por siempre.

De Hijo A MadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora